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La proscripción de Lula

Fuente: Atilio Boron | atilioboron.com.ar Fecha: 25 de ENE 2018 El de hoy es un día de luto para la democracia en el mundo. Tres jueces arrojaron por la borda toda la evidencia que confirmaban la inocencia de Lula y lo condenaron a una pena de doce años y un mes por haber supuestamente incurrido en el delito de corrupción. Para colmo, estos funestos personajes que manchan de manera indeleble a la Justicia brasileña decidieron aumentar la pena que originalmente le había fijado el polémico juez Sergio Fernando Moro que era de 9 años y seis meses de prisión. Tal como ocurriera en el caso de Dilma Rousseff no existen pruebas irrefutables que Lula hubiera recibido el famoso triplex en Guarujá a cambio de favores concedidos a ciertas empresas examinadas en el marco del proceso legal conocido como Lava Jato. Pero la certeza incontrovertible de la existencia del delito, fundamento del debido proceso, no es ya necesaria en Brasil, como en Argentina, para condenar a un enemigo político. La diferencia es que en este país se lo encarcela bajo la dudosa figura de la “prisión preventiva”, extremos hasta los cuales hoy no se ha llegado en Brasil. Por eso no hay ninguna posibilidad de que Lula vaya a prisión a raíz de la sentencia de la Cámara. Un dato que habla de la bajeza y el talante moral del empresariado brasileño, que canta loas a la democracia y la república, lo ofrece el hecho de que tras conocerse la ilegal condena a Lula la Bolsa de Sao Paulo subió un 3.72 por ciento. De todos modos el asunto está lejos de haber sido clausurado. Quedan muchas instancias de apelación, ante la propia Cámara que decidió aumentarle la pena, ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ) alegando que en el curso del proceso se transgredió alguna ley federal, o ante el Supremo Tribunal Federal (STF), si llegara a plantearse que le sentencia viola derechos garantizados por la Constitución. Habida cuenta de lo dilatados que suelen ser los plazos legales quien decidirá si Lula puede o no participar en las elecciones y, en caso de ganarlas, asumir la presidencia es el Tribunal Superior Electoral (TSE), donde el PT deberá inscribir la candidatura de Lula entre el 20 de julio y el 15 de Agosto próximos. Dado que el proceso legal continúa su curso y cuyo resultado final bien podría ser el sobreseimiento de Lula, parece poco probable –por lo temerario- que los magistrados del TSE veten la inscripción del líder petista y, si triunfa en las elecciones, le impidan que llegue al Palacio del Planalto. En pocas palabras, se perdió una batalla contra una in(justicia) corrupta y venal, pero el proceso electoral sigue su curso y la ventaja de Lula sobre sus impresentables competidores aumenta de a poco pero día a día. No se habla del asunto pero son muchos en Brasil que temen que la proscripción de Lula puede ser la chispa que incendie la reseca pradera social brasileña, devastada por las políticas de Temer e indignada por el sesgo antipopular de la justicia federal. No vaya a ser que el ensañamiento político en contra del ex presidente se convierta en el detonante de un estallido social de incalculables proyecciones. No hay que olvidar una clara enseñanza de la historia: quienes con más empecinamiento se opusieron a las reformas terminaron siendo, a pesar de ellos, los que catalizaron las revoluciones.  

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Doce datos para entender a Trump

Fuente: Cecilia Nahón y Leandro Morgenfeld | Anfibia Fecha: 22 de ENE 2018 A un año de la asunción del POTUS 45, el libro “Fuego y furia” del periodista Michael Wolff sobre la perturbada trastienda de la Administración Trump bate récords de venta en Estados Unidos. También están en boga las interpretaciones “psicológicas” sobre el actual inquilino de la Casa Blanca, cuya salud mental, peligrosidad y/o aptitud para ocupar el Salón Oval son objeto de acaloradas disputas. No es para menos. El magnate neoyorkino empuña un gasto militar superior al de las siguientes ocho potencias juntas. Su triunfo fue un parteaguas en la historia estadounidense y global. Sin subestimar los rasgos extraordinarios de la personalidad de Donald J. Trump, proponemos en este ensayo una recorrida panorámica sobre 12 aspectos clave de sus primeros 12 meses en la Casa Blanca. En épocas de fake news y “hechos alternativos”, nuestro punto de partida son 12 datos (¡ciertos!) que consideramos ilustrativos de su gestión. 9.500 millones de dólares: La riqueza neta conjunta del gabinete de empresarios y banqueros millonarios nombrado por Trump, el más acaudalado, masculino y blanco de los últimos cinco presidentes de Estados Unidos.  Junto a políticos ultra-conservadores y algunos outsiders, su primera línea ejecutiva se completó con una junta tripartita de militares condecorados en las posiciones estratégicas de seguridad nacional y defensa, perfil que mantuvo pese a la elevada rotación de su gabinete (producto de escándalos e investigaciones judiciales que forzaron a renunciar a sus más destacados colaboradores). Estos datos van a contramano de su afirmación de que el 20 de enero de 2017 será recordado como “el día en que el pueblo volvió a gobernar [la] Nación”. Si bien Trump rompió de cuajo con todas y cada una de las convenciones del establishment político de Washington, en su gobierno priman las continuidades por sobre las aparentes rupturas con el establishment empresarial, financiero y militar. 38%: El actual nivel de aprobación de Trump, por lejos el registro más bajo en seis décadas para un Presidente de Estados Unidos a un año de iniciar su mandato. Una vez más, el “genio muy estable” bate récords históricos, pero no está solo: la sociedad estadounidense atraviesa una crisis de representación política sin precedentes en un escenario de fuerte radicalización. Ambos partidos están gravemente heridos, y desorientados. Más que una grieta, prima una fractura, o muchas fracturas. Tan sólo el 5% de los identificados con el Partido Demócrata aprueba la gestión de Trump. Una “resistencia” pujante y diversa se fortalece a lo largo del país (especialmente en las costas), mientras millones claman por el impeachment o se ilusionan con la llegada a la Casa Blanca de otra celebrity, pero negra y mujer: Oprah Winfrey. No es alocado: las elecciones recientes en Alabama, Nueva Jersey, Nueva York y Virginia consagraron a una ascendente camada de referentes territoriales de aquellos segmentos más denostados por el Presidente 45 (mujeres, trans, refugiados, latinos). Pero sería un grave error subestimar a Trump: contra todo pronóstico mantiene un sorprendente nivel de 82% de aprobación entre aquellos identificados con el Partido Republicano, a quienes evidentemente satisface su agenda belicosa, ultra-nacionalista y conservadora, junto a los masivos recortes de impuestos. 5,6: El promedio diario de afirmaciones falsas o engañosas emitidas por Trump en su primer año en la Oficina Oval. Apenas desembarcó en la Casa Blanca, la Administración Trump reafirmó su apego a la post-verdad cuando su entonces comunicadora estrella, Kellyanne Conway, defendió la afirmación oficial de que la investidura de Trump había sido la más concurrida de la historia (algo evidentemente falso), sosteniendo que el vocero presidencial Sean Spicer no había mentido, sino presentado “hechos alternativos”. Esta expresión orwelliana fue la marca de nacimiento del discurso trumpista. Desde entonces, la cobertura periodística es un campo minado por acusaciones cruzadas de fake news. Mientras la mayor parte de los medios chequean todas y cada una de las afirmaciones de Trump, y llevan bases de datos de sus mentiras, el billonario acusa a su vez de mentirosas a las vacas sagradas de la prensa norteamericana (CNN, New York Times, Washington Post), mientras comparte y consume obsesivamente las noticias celebratorias de su gobierno de la cadena Fox News. No hay lugar para los ingenuos. En un país fracturado políticamente, la prensa alimenta y a la vez se beneficia económicamente de la marcada radicalización de las pantallas televisivas. 691.700 millones de dólares: El presupuesto militar que propuso Trump para el año fiscal 2018, 12% más alto que el anterior. Mientras acrecentó el gasto del Pentágono, su Administración avanzó en debilitar al Departamento de Estado. Según la American Foreign Service Association, que reúne a los diplomáticos estadounidenses, en los primeros 10 meses, el Departamento de Estado perdió el 60% de sus embajadores de carrera y más de 100 diplomáticos de primer nivel solicitaron bajas voluntarias. Más que reducir el intervencionismo a escala global, Trump pretende reinstalar el unilateralismo bajo una fuerte impronta militar, en detrimento de una conducción multilateral más colegiada. Una muestra cabal de este enfoque es el anuncio, cumpliendo una promesa de campaña, del retiro de Estados Unidos del Acuerdo climático de París, desentendiéndose de los compromisos de reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Otro ejemplo fue la decisión unilateral de reconocer a Jerusalén como capital del Estado de Israel o haber dispuesto, como hizo Reagan en 1984, la salida de Estados Unidos de la UNESCO. Como sus antecesores, sigue pregonando el excepcionalismo y la idea de que los estadounidenses son un pueblo elegido, diferentes al resto. Una novedad es la caracterización de Trump según la cual Estados Unidos venía siendo sistemáticamente abusado y estafado por los demás países en el escenario global, pretendiendo justificar con esta insólita victimización sus recurrentes atropellos a nivel bilateral y multilateral.   3: Las reuniones de Trump con el ex Secretario de Estado Henry Kissinger. La primera fue días después de su elección, y las otras dos ya como presidente, en mayo y octubre de 2017. Durante la campaña, Trump sugirió que propiciaría la distensión con Rusia, para enfrentar a China –su obsesión a lo largo de toda la contienda

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Gaby Lasky, abogada de la adolescente palestina Ahed Tamimi

Fuente: Shlomo Slutzky | Nueva Sion Fecha: 12 de ENE 2018 Hay que ser muy valiente para enfrentar las amenazas de muerte que recibe constantemente la abogada de DD.HH. Gaby Lasky, contra ella y contra sus hijos, por empecinarse en defender a menores y jóvenes palestinos acusados por las autoridades israelíes de rebelarse contra la ocupación israelí. Y mucho más necesario es tomar medidas de precaución en tiempos de un gobierno como el de Netanyahu, signado por la persecución contra organizaciones y personas que luchan por la paz, la igualdad y los DD.HH. en Israel. Gaby Lasky estuvo a punto de ser diputada por Meretz y es la Presidenta de la Convención de este partido de izquierda, amén de ocupar otros cargos en ONG de DD.HH. En las últimas semanas una de sus clientes, Ahed Tamimi, llegó a los titulares de los diarios del mundo entero, tras la viralización de un video en el que esta joven palestina, de 16 años, fue filmada pegándole a un oficial israelí al que trataba de echar de su casa en Nabi Saleh. Gaby Lasky conversó con Nueva Sión sobre esta joven palestina, cuya detención por las fuerzas israelíes convirtió en un ícono, y sobre la ocupación de los territorios palestinos, que va cercenando la democracia israelí cada vez más rápido. Nueva Sión: ¿Qué diferencia el caso de Ahed Tamimi de tantos otros que acompañaste en los últimos años? Gaby Laski: Ya hace muchos años que estoy dedicada a la defensa de menores palestinos en juzgados militares y el caso de Ahed no es el más grave con el que me topé, ni por la edad, ni por las condiciones de detención. La diferencia es que acá hay un video que documenta la situación. Y este video constituye la síntesis de lo que es la situación de ocupación: cada una de las partes le puede dar al video la interpretación adecuada a su propia narrativa. La parte palestina ve a la joven de 16 años echando del patio de su casa a los soldados israelíes pertrechados con cascos, chalecos antibalas, fusiles ametralladoras y granadas de mano, y ella golpeándolos con sus propias manos. De esta manera, ella se convierte en un símbolo de la batalla popular palestina. Mientras tanto, en la parte israelí, hay quienes leen el episodio como la expresión de una ocupación “respetuosa”, en la que a pesar de la provocación, los soldados se autocontrolan y se comportan como debe ser. Pero hay otra parte de la sociedad israelí que ve en el comportamiento de Ahed en el video una humillación nacional. Creo que por esta sensación de humillación es que Ahed fue detenida por la fuerza, a las 04.00 de la mañana, revolviendo la casa y su pieza, en vez de requerir su presentación ante las autoridades israelíes para ser interrogada por las acusaciones en su contra. Vivimos un ambiente en el que el ministro de Educación, Naftali Benet, en una muy poco educativa declaración, llamó a poner a esta menor palestina detrás de las rejas de por vida. Prisión perpetua para un “crimen” por el cual si se tratara de una colona o alguien de su partido El Hogar Judío, ni sería detenida o a lo sumo sería indagada y liberada a su casa, y por supuesto que nadie pediría que fuera detenida hasta el término del proceso judicial. NS.: ¿Se puede comparar la lucha de los palestinos con la lucha contra el mandato inglés antes de la creación del Estado? GL: Indudablemente los palestinos tienen derecho a la autodeterminación, que les fuera otorgada en el mismo momento en que lo fuera al Estado de Israel el 29/11/1947. Y durante el mandato británico en la región, los judíos se rebelaron contra él, algunos utilizando la violencia, y otros utilizando sólo los caminos diplomáticos. Lo que está claro es que la lucha por la independencia es legítima, especialmente cuando vemos acá a una joven que vive como segunda generación de nacidos bajo la ocupación. Y más aún cuando la imagen es de una joven que saca de su casa a soldados israelíes, que son el símbolo de la ocupación, que atenta contra sus derechos nacionales y personales. NS: ¿Cómo se produjeron los hechos en Nabi Saleh ese día? GL: Una hora antes del episodio que aparece en el video, las fuerzas de seguridad israelíes dispararon al primo de Ahed en el rostro, contrariando todas las órdenes y permisos de tiro contra población civil. El primo fue llevado al hospital israelí en estado de coma. A continuación los soldados entraron al patio de su casa y ella intentó expulsarlos, primero con palabras y luego utilizando manos y piernas. NS: ¿Por qué había llegado el ejército al poblado? G.L: La justificación es que había habido alteración del orden. Todos los viernes hay manifestaciones en el poblado en contra del robo de tierras y un manantial por parte de los colonos judíos, ante los ojos de los soldados y el las autoridades civiles israelíes en la zona. N.S.: ¿Cómo caracterizas a los soldados que participaron del evento filmado? GL: Antes que nada hay que decir que los soldados se comportaron correctamente, en lo que respecta a no utilizar fuerza innecesaria y desproporcionada. Pero es imprescindible entender que la política de ocupación es la que lleva a niños israelíes de apenas 18 años a realizar acciones policiales de “mantenimiento del orden” en un poblado civil y enfrentados a civiles en territorios ocupados, lo que para nada es su función como Ejercito de Defensa de Israel. Estas acciones no tienen nada que ver con la defensa del Estado, sino que están destinadas a mantener la ocupación ilegal de las tierras palestinas por parte de los colonos, atentando así contra los derechos humanos de los palestinos. Lo que es seguro es que hasta los más normativos soldados que llegan a esta región y en estas circunstancias, se encuentran implementando una política de ocupación ilegal a través de acciones y conductas amorales. Es más, la presencia forzada

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Paz para Jerusalén

Fuente: Juan Nicolás Padrón | Rebelión Fecha: 11 de ENE 2018 No soy especialista en temas internacionales, pero no hay que serlo para darse cuenta de que quedará como una de las decisiones más irresponsables de un mandatario de Estados Unidos, el reconocimiento de Jerusalén como capital del Israel, a espaldas de la complejidad del tema y de la opinión de la gran mayoría de los pueblos del mundo. No es la única: el retroceso en las relaciones con Cuba, las amenazas y acciones contra Venezuela, las declaraciones ofensivas a Puerto Rico y la persistencia en la construcción del muro fronterizo con México marcaron en 2017 las más connotadas de sus ineptitudes en la región de América Latina. Otras acciones que revelaron incapacidad e insensatez de carácter global son la salida de Estados Unidos del acuerdo de París sobre el cambio climático y la retirada de la Unesco. Sin embargo, junto a la peligrosa posibilidad de usar el arma atómica contra Corea del Norte, sin dudas el peligro mayor para la estabilidad en el planeta, no hay otra decisión de mayor de riesgo a la paz mundial que la determinación de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén. En 1947 la ONU, en su Resolución 181, aprobó la partición de Palestina, bajo mandato británico, en dos Estados: uno árabe y otro judío, decisión rechazada por los árabes, y de cierta manera por los ingleses, pues perdían su influencia geopolítica en la zona; se decidió otorgar el 48,7% del territorio para el Estado árabe, y el 53,6% para el judío; en el 2,7% del territorio, unos 700 km², se encontraban las ciudades de Jerusalén y Belén, consideradas corpus separatum, como lugares sagrados, y supuestamente serían administradas por las Naciones Unidas, que nunca dictaron disposiciones para ejecutar este plan. En 1948, siempre con el apoyo de la ONU, se declaró la independencia del Estado de Israel, basada en el reclamo de “un hogar nacional para el pueblo judío”. Horas antes de que expirase el plazo de la administración británica, los judíos proclamaron su Estado y abolieron las leyes que impedían la entrada de judíos a Palestina. A partir de mutuas acusaciones de asesinatos de una parte y la otra, ese mismo año comenzó una guerra que se extendió con la intervención de los países árabes vecinos; para los judíos, fue la “Guerra de Independencia”; para los árabes palestinos, el inicio de lo que ellos llaman la Nakba, es decir, ‘La Catástrofe’. Al terminar la guerra árabe-israelí de 1948-1949, el primero de los conflictos armados de Israel, este firmó armisticios con Egipto, Líbano, Siria y la entonces Transjordania, hoy Jordania ¿las tierras que están “más allá del río Jordán”?, en virtud de los cuales la franja de Gaza fue ocupada por Egipto y la Cisjornania por Jordania; Israel aumentó su territorio en un 23%, a pesar de perder en la guerra el 1% de su población. En el acuerdo con Siria, los judíos no solo se mantuvieron en la zona de conflicto, sino que impusieron su dominio en más de 20 000 km² de superficie. En 1956 ocurrió otra contienda militar entre Israel y Egipto, la Guerra del Sinaí o Guerra de Suez, que giraba alrededor de la decisión soberana de Gamal Abdel Nasser de nacionalizar el canal de Suez. En 1967 Israel lanzó una ofensiva relámpago ¿Guerra de los Seis Días para los judíos, y Guerra de 1967 para los árabes?, contra Egipto, que entonces formaba parte, en coalición con Jordania y Siria, de la República Árabe Unida; al finalizar la guerra, los judíos habían tomado la península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este ¿incluida la llamada Ciudad Vieja? y los Altos del Golán. Seis meses después de esta agresión, la ONU, mediante la Resolución 242, exigió la retirada del ejército israelí de los territorios ocupados y el respeto y reconocimiento de la soberanía de cada Estado de la región, con el propósito de preservar sus derechos a la paz. Posteriormente, Israel devolvió el Sinaí a Egipto mediante los acuerdos de Camp David, y muchos años más tarde, mediante los Acuerdos de Oslo, se retiró de la Franja de Gaza y Cisjordania, donde se estableció la Autoridad Nacional Palestina, una administración autónoma reconocida internacionalmente y que posee como mandato sentar las bases para el futuro estado de Palestina; no obstante, los judíos retuvieron las alturas de Golán y la zona ocupada de Jerusalén oriental, que había sido proclamada por ellos como su capital desde 1950, una de las mayores afrentas al pueblo de Palestina. Larga ha sido la lucha de los palestinos para obtener los territorios usurpados. Desde entonces, bajo constantes denuncias ante el Tribunal Internacional de La Haya, Israel inició la construcción de un muro, cuyo trazado irregular llegaría a aislar al 14,5% de los territorios palestinos. En 1979 el Consejo de Seguridad de la ONU, en su Resolución 446, declaró ilegales los asentamientos creados por Israel en los territorios árabes ocupados desde 1967 y denunció que estos constituyen un serio obstáculo para el restablecimiento de la paz en la región. Por los años 80 conocí a un joven matrimonio argentino que habían descubierto una lejana ascendencia hebrea en uno de los cónyuges y como eran muy pobres en Buenos Aires, decidieron establecerse en esas colonias ilegales. Recientemente supe también que la mujer de una pareja cubana a la que conocía hacía muchos años, encontró igualmente un lejano parentesco hebreo y emigraron para Israel con todas las facilidades. En la actualidad los asentamientos judíos ilegales se encuentran en tres zonas: Cisjordania, territorio legalmente bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina y parcialmente ocupado militarmente por los israelíes; en las Alturas de Golán, pertenecientes a Siria y que los judíos han integrado de manera ilegal a su administración, y Jerusalén Este, anexada a la fuerza y nunca reconocida ni por la comunidad internacional ni por la ONU ?el rechazo a esta anexión fue ratificado por unanimidad en el Consejo de Seguridad en 1981, mediante la Resolución 497. En 1980, con la

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Ser de izquierdas en tiempos sombríos

Fuente: Emir Sader | Brasil 24/7 Fecha: 05 de ENE 2017 Los tiempos sombríos presentan desafíos para la izquierda. ¿Cómo seguir adelante ante tan brutales retrocesos? ¿Cómo imaginarse un futuro de esperanza ante tanta desesperanza? ¿Cómo mantener los principios ante tantas renuncias, tantos oportunismos, tantos silencios cómplices? Los tiempos de reveses, de brutal ofensiva de la derecha, son propicios para el pesimismo y el catastrofismo, pero también para el oportunismo, el silencio y la pasividad cómplices. La izquierda nunca luchó a favor de la corriente. Nació para oponerse a la injusticia, a la opresión, a las discriminaciones. Nació para luchar por el derecho de todos, por la igualdad, por la justicia. La izquierda lucha de acuerdo con sus principios, para conquistar convenciendo a la mayoría de la población de sus valores y de sus propuestas. La izquierda está siempre del lado de quien lucha por igualdad, mientras que la derecha considera que la desigualdad es algo natural, incluso positivo. En el Brasil del siglo XXI, la izquierda se impuso cuando consiguió convencer a la mayoría de los brasileños de que el problema fundamental del país era la extrema desigualdad, la concentración de la riqueza, la pobreza, la miseria, la exclusión social. Convenció y probó que es posible superar esos problemas, con el apoyo de la mayoría de la población, con el apoyo activo y entusiasta del pueblo brasileño. Dio inicio a la construcción de una sociedad con bases distintas. Avanzó, incluso sin haber conseguido resolver problemas estructurales, de lo que se sirvió la derecha para retomar la iniciativa e imponer un duro revés a la izquierda. Ser de izquierdas en tiempos difíciles es saber valorar los avances y los límites que bloquearon la posibilidad de dar continuidad a eses avances. Es hacer balances autocríticos sin detenerse y, al mismo tiempo, retomar la lucha a partir de lo conquistado y apuntando hacia nuevos objetivos. Hay quien se caracteriza por ser un enfermizo enterrador de la izquierda, parece que se complacen con los reveses, igual que estaban a disgusto con los avances por vías que ellos no habían previsto. No son ellos quienes hacen historia. Únicamente se lamentan de que la historia no transite por las sendas que a ellos les gustaría. El militante de izquierda no es un francotirador que en un momento dado opina en un sentido y al momento siguiente en el sentido contrario. El  militante participa de un proyecto colectivo de transformación de la realidad. Es militante de un partido, de un movimiento popular, de un colectivo, del que forma parte. Ser de izquierda en tiempos sombríos es saber vislumbrar, más allá de las nieblas del presente, las nuevas luces del futuro. Es trabajar con tenacidad por ese nuevo camino. Es aprender del pasado para sacar lecciones del presente, proyectando el futuro. Ser de izquierda en tiempos sombríos requiere fuerza de principios y capacidad de comprensión de la nueva realidad, pero también requiere carácter. 2018, más que otros años, pondrá a prueba nuestro carácter de militantes de izquierda. Sabremos afrontar los desafíos, como sea que se presenten, para superar los tiempos sombríos y retomar los caminos de la esperanza. Traducido del portugués para Rebelión por Alfredo Iglesias Diéguez

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La Jerusalén de Trump

Fuente: Dardo Esterovich* Fecha: 27 de DIC 2017 Muchos se preguntan por qué. Otros muchos, conocedores de las imprevisibilidades de Trump, por qué ahora. Una respuesta al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y mudar allí la embajada de EE.UU., se podría encontrar en la nueva relación de fuerzas en Medio Oriente tras la derrota del ISIS en Irak y en Siria por la participación decisiva de Rusia e Irán y la consiguiente pérdida de influencia de EE.UU. en la región. Agudizar conflictos es una vieja manera de recuperar la iniciativa, aunque sea en este caso a costa de golpear fuertemente la posibilidad de avanzar en el proceso de paz entre Israel y Palestina de por sí casi en estado terminal. Pero bien podría haber elegido otra provocación y no enajenarse la reacción del mundo musulmán que le salió al cruce, por iniciativa del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, rechazando en una cumbre la iniciativa, donde obtuvo el apoyo del movimiento de países del tercer mundo. Dentro del mundo árabe puso en posición incómoda a Arabia Saudita, su principal aliado, y también a Jordania y Egipto. Los palestinos, como era de esperar salieron a protestar en Jerusalén Este, en Cisjordania y Gaza, protestas que fueran violentamente reprimidas con muertos, numerosos heridos y detenidos. También hubo protestas en países musulmanes y en Europa. La casi totalidad de los países del mundo señalaron la ilegalidad de la declaración que contraviene el estatuto especial para Jerusalén establecido en la resolución 181 de las Naciones Unidas de 1947, que aprobó la partición de palestina en dos estados, uno judío y otro palestino, y a Jerusalén como un ente autónomo hasta que las partes adopten un estatus definitivo sobre su destino. La propaganda del gobierno de Israel anticipaba que varios países seguirían los pasos de EE.UU. €n una primera instancia se pronunció la República Checa que afirmó que reconocía a ¡Jerusalén Oeste! como capital de Israel y expresaba su voluntad en un futuro de trasladar allí su embajada. Nuestro país, a través de un comunicado del Ministerio de RR.EE también cuestionó el reconocimiento de Trump con los mismos argumentos que los demás haciendo hincapié en la Resolución 181, aunque después, cediendo al igual que otros países a las brutales presiones de EE.UU., se abstuviera en una reciente votación en las Naciones Unidas, cuando una mayora de 128 país contra 9 y 35 abstenciones, aprobó una resolución pidiendo a EE.UU. que retirara su reconocimiento unilateral sobre Jerusalén. En nuestro país los únicos apoyos surgieron del establishment comunitario judío en las voces del presidente de la DAIA y la AMIA y de algunas notas en la prensa que le responde, donde se pretende justificar a Jerusalén como capital “eterna e indivisible” del pueblo judío –extensión incluso que excede a capital de Israel- en razones teológicas y sentimentales sin ningún valor jurídico en el mundo actual. Trump argumentó que su resolución fue hecha en cumplimiento a una un Acta aprobada por el Congreso de EE.UU para relocalizar la Embajada a Jerusalén, en el año 1995 durante la presidencia de Bill Clinton y que fue eludida sistemáticamente su aplicación por todos los presidentes anteriores, tanto republicanos como0 demócratas, por lo que esa elución se convirtió en política de estado. Mencionó también que fue una promesa suya en plena campaña electoral cuando el 25 de setiembre de 2016 se comprometió con Netanyahu, a reconocer a Jerusalén como la capital indivisa de Israel. Muchos pensaron que Trump fue influido por los donantes judíos de su campaña como el multimillonario Sheldon Adelson y otros, o por los reiterados reclamos de la AIPAC, el poderoso lobby judío estadounidense. Seguramente que su satisfacción por estos apoyos, los de Israel y el de los magnates judíos republicanos formaban parte de sus expectativas, pero no son suficientes para explicar su decisión. Durante su campaña Trump no se preocupó especialmente por los apoyos financieros de los magnates estadounidenses en general a los que desdeñó en numerosas oportunidades diciendo que él personalmente tenía suficiente dinero para no tener que resignar sus objetivos por un cheque. Tampoco los judíos estadounidenses fueron un objetivo esencial en procura de futuros votos, pues sabe que son un porcentaje muy menor de la población en general, aproximadamente el 2%, y que históricamente han votado a los demócratas en una proporción de alrededor de 80% a 20%. Entonces, ¿Qué es lo que ha sido determinante para su decisión? Una pista que nos oriente la podemos encontrar en un hecho en apariencia poco significante: Durante su visita a Israel el 22 de mayo de 2017, ya en su carácter de presidente, desde decenas de vallas publicitarias en su recorrido desde el aeropuerto, los evangelistas –que tienen organizaciones permanentes en Israel- le recordaban lo decisivos que fueron sus votos y que esperaban que cumpliese con su promesa sobre el estatus de la ciudad en disputa. Efectivamente, los evangélicos cristianos forman parte del núcleo duro de su apoyo electoral. Según las encuestas el 81% de los evangélicos votaron por Trump, un porcentaje que no lograron ningún otro candidato de derecha en EE.UU., ni siquiera un de sus conspicuos miembro como George Bush. Además, una proporción de evangélicos sin precedente en la historia de EE.UU., forman parte del gabinete y son asesores del gobierno -el propio vicepresidente Mike Pence es un evangélico militante-. Los evangélicos que integran el gabinete realizan reuniones semanales de estudios bíblicos en las que participa el propio vicepresidente, y en alguna ocasión el propio Trump. Hay un video en el cual se registra la foto de una ceremonia donde Trump y el vicepresidente comparte con líderes religiosos evangélicos una extraña ceremonia donde los presentes le colocan la mano sobre la espalda rezando para que la sabiduría, protección y guía divina le sea otorgada. También incluye un video de un encuentro con Trump, en su Torre de la 5ª avenida de Nueva York durante la campaña electoral, donde líderes religiosos evangelistas rezaron por su triunfo en las próximas elecciones. Entre los presentes estaban

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Reconozcan Palestina como Estado soberano

Fuente: Daniel Barenboim* | El País Fecha: 22 de DIC 2017 La decisión del Gobierno estadounidense de trasladar su Embajada en Israel a Jerusalén y, al hacerlo, reconocer a Jerusalén como capital de Israel, es la última de una serie de graves decisiones geopolíticas relacionadas con el conflicto palestino-israelí. La decisión deja bastante claro que cada nuevo movimiento proactivo desde el exterior de la región se inclina a favor de una de las partes del conflicto y desmoraliza a la otra. Esto enciende la euforia en un bando y la violencia en el otro. Si esta decisión no es objeto de una oposición clara y resuelta, la perspectiva de poner fin al conflicto seguirá alejándose. La reaparición de la violencia que ha provocado la decisión estadounidense y las reacciones internacionales a la misma demuestran que todos los actores implicados deben replantearse algunos aspectos del conflicto. La comunidad internacional lleva varias décadas debatiendo sobre la posibilidad de alcanzar una solución de dos Estados, pero esto plantea una pregunta: ¿dónde está este segundo Estado? La cuestión es especialmente importante, porque el conflicto palestino-israelí difiere de los demás centenares de conflictos que se han librado desde los albores de la historia humana. Por lo general, los conflictos surgen entre dos naciones o pueblos que luchan por líneas fronterizas, o recursos como el agua o el petróleo. Sin embargo, en el caso de Palestina e Israel, no se trata de un conflicto entre naciones o Estados sino entre dos pueblos que insisten por igual en su derecho al mismo trocito de tierra y que están decididos por igual a vivir en ella, preferiblemente sin el otro. En consecuencia, no puede dársele al conflicto una solución militar o puramente política. Tiene que haber una solución humana. Los hechos del conflicto son de sobra conocidos y no hace falta detallarlos aquí. La decisión tomada en 1947 de dividir Palestina fue rechazada por toda la comunidad árabe en aquel entonces. La decisión, o la respuesta a la misma, tal vez fuese un error, pero desde la perspectiva palestina fue un desastre. No obstante, se tomó y todos tuvimos que aprender a vivir con las consecuencias. Los palestinos han renunciado desde hace tiempo a su reivindicación de toda Palestina y aceptan la división del territorio. Israel, por otro lado, sigue construyendo asentamientos ilegales en territorio palestino, lo cual pone de manifiesto una falta de voluntad de emular el planteamiento palestino. Algunos aspectos del conflicto presentan cierta simetría, mientras que otros son asimétricos: Israel es ya un Estado, un Estado muy poderoso, y como tal debe asumir una parte mayor de la responsabilidad. Ya nadie cuestiona en serio el derecho de Israel a existir, pero el mundo está dividido respecto a la cuestión de Israel más en general. Por una parte, hay países que se sienten responsables del cruel trato dado a los judíos en Europa, y debemos estar muy agradecidos de que este sentido de la responsabilidad se mantenga hoy en día. Por otra parte, sigue habiendo quienes niegan el Holocausto, una actitud que espolea a algunos de los grupos más extremistas del mundo árabe y da a la población judía buenas razones para la desesperanza. Y sin embargo, a pesar de todas las críticas justificables a la hostilidad palestina hacia Israel, estas no deberían considerarse una continuación del antisemitismo europeo. Ante la decisión unilateral tomada por Estados Unidos, yo lanzo el siguiente llamamiento al resto del mundo: reconoced a Palestina como Estado soberano al igual que habéis reconocido a Israel como Estado. No es posible esperar ninguna avenencia entre dos pueblos —ni siquiera entre dos personas— que no reconocen la existencia mutua. Para alcanzar una solución de dos Estados necesitamos primero tener dos Estados, y la actual situación no lo refleja. Palestina lleva 50 años ocupada y no puede esperarse que los palestinos entablen negociaciones en estas circunstancias. Todos los países verdaderamente interesados en una solución de dos Estados deben reconocer a Palestina como Estado soberano y simultáneamente exigir que comiencen de inmediato conversaciones serias. Medidas unilaterales como la decisión estadounidense no pueden sino empeorar la situación, porque ofrecen falsas esperanzas a un bando y aumentan la desesperación del otro. Solo pueden considerarse una provocación. Si no fuera por la historia de los últimos 70 años, un Estado binacional podría considerarse una opción concebible. Pero la indecisión de ambas partes debe considerarse como lo que es: la solución de dos Estados es la única opción factible, y la condición previa para conseguirlo es que existan dos Estados autónomos. Dos Estados que existan juntos en pie de igualdad sería la única forma de garantizarles equidad a los palestinos y seguridad a Israel. En la cuestión de Jerusalén, la solución parece lógica: Jerusalén es una ciudad tan sagrada para los judíos como para los musulmanes y los cristianos. Como parte de una solución de dos Estados, no veo problema en que Jerusalén Oeste sea la capital de Israel y Jerusalén Este, la de Palestina. En consecuencia, animo a todas las grandes naciones que no han reconocido aún a Palestina como Estado soberano a hacerlo ahora y a comprometerse al mismo tiempo a abrir negociaciones sobre delimitación de fronteras y otras cuestiones esenciales. Lejos de representar una medida antiisraelí, este sería un paso hacia una solución aceptable para ambas partes. Está bastante claro que ambos pueblos, israelíes y palestinos, tendrán que estar igualmente deseosos de alcanzar la paz. No puede imponerse a las partes una solución desde fuera. Por eso voy más lejos e insto a las naciones de Israel y Palestina a declarar de manera inequívoca que ya están hartas de este conflicto de décadas y que ansían que por fin llegue la paz.   Daniel Barenboim (Buenos Aires, 1942) es pianista y director de orquesta. Tiene nacionalidad argentina, española, israelí y palestina.  

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El atrevimiento de una niña

Fuente: Gideon Levy | Haaretz Fecha: 21 de DIC 2017 Ahed Tamimi, de 16 años, es una heroína palestina. Tal vez la intifada de las bofetadas tendrá éxito donde todos los demás métodos de resistencia han fallado. El martes pasado los soldados del ejército israelí dispararon a Hamed al-Masri a la cabeza, hiriendo severamente al niño desarmado de Salfit. El viernes los soldados dispararon al desarmado Mohammed Tamimi, también de 15 años, en la cabeza, hiriendo gravemente al niño de Nabi Saleh. También el viernes los soldados mataron a Ibrahim Abu Thuraya, un amputado de las dos piernas a quien también dispararon en la cabeza. El mismo día Ahed Tamimi, de 16 años, estaba en el patio de su casa con su prima y abofeteó a un oficial del ejército israelí que había invadido la casa de ella. Israel despertó de su sueño enojado: ¿Cómo se atreve? Las tres víctimas de los bárbaros disparos no interesaban a los israelíes y los medios ni siquiera se molestaron en informar sobre ellos. Pero la bofetada (y patada) de Tamimi provocó furia. ¿Cómo se atreve a abofetear a un soldado del ejército de Israel? Un soldado cuyos compañeros abofetean, golpean, secuestran y por supuesto disparan a los palestinos casi todos los días. Realmente es audaz Tamimi. Rompió las reglas. Golpear está permitido solo para los soldados. Ella es la verdadera provocación, no el soldado que invadió su casa. Ella, que tiene tres parientes cercanos asesinados por la ocupación, cuyos padres han sido detenidos incontables veces y cuyo padre fue condenado a cuatro meses de prisión por participar en una manifestación en la entrada de una tienda de comestibles, se atrevió a resistirse a un soldado. Desfachatez palestina. Se suponía que Tamimi se enamoraría del soldado que invadió su casa, le arrojaría arroz, pero como es una ingrata lo recompensó con una bofetada. Todo se debe a la «provocación». De lo contrario, ciertamente no odiaría a su conquistador. Pero hay otras fuentes de la desenfrenada pasión de venganza contra Tamimi. (Ministro de Educación Naftali Bennett: «Debería terminar su vida en prisión»). La niña de Nabi Saleh destrozó varios mitos de los israelíes. Lo peor de todo es que se atrevió a dañar el mito israelí de la masculinidad. De repente resulta que el soldado heroico, que nos vigila día y noche con osadía y coraje, se enfrenta a una niña con las manos vacías. ¿Qué va a pasar con nuestro machismo, que Tamimi rompió tan fácilmente, y nuestra testosterona? De repente los israelíes vieron al enemigo cruel y peligroso al que se enfrentan: una niña de 16 años con el cabello rizado. Toda la demonización y la deshumanización en los medios aduladores se hicieron añicos al enfrentarse con una chica con un suéter azul. Los israelíes perdieron la cabeza. Esto no es lo que les dijeron. Están acostumbrados a oír hablar de terroristas y comportamientos asesinos. Es difícil acusar a Ahed Tamimi de todo eso, ni siquiera tenía unas tijeras en sus manos. ¿Dónde está la crueldad palestina? ¿Dónde está el peligro? ¿Dónde está el mal? Podrías perder el entendimiento. De repente, todas las cartas se reorganizaron, por un extraño momento, el enemigo parecía muy humano. Por supuesto, se puede confiar en la maquinaria de propaganda y lavado de cerebro de Israel, que son tan eficientes, para asesinar al personaje de Tamimi lo suficientemente pronto. Ella también será etiquetada de cruel terrorista que nació para matar, se dirá que no tiene motivos justificables y que no hay contexto para su comportamiento. Ahed Tamimi es una heroína palestina. Logró volver locos a los israelíes. ¿Qué dirán los corresponsales militares, los incitadores de derecha y los expertos en seguridad? ¿Por qué son buenas 8200, Oketz, Duvdevan, Kfir y todas estas otras unidades especiales si al final del día el ejército se enfrenta a una población civil indefensa que está cansada de la ocupación, encarnada en una chica con un kufiya en el hombro? Si solo hubiera muchos más como ella. Tal vez las chicas como ella podrán sacudir a los israelíes. Tal vez la intifada de las bofetadas tenga éxito donde todos los demás métodos de resistencia, violentos y no violentos, han fallado. Mientras tanto Israel ha reaccionado de la única manera que sabe hacerlo: un asalto nocturno en su casa y la detención de ella y su madre. Pero en el fondo de su corazón, todo israelí decente probablemente sepa no solo quién tiene la razón y quién no, sino quién es fuerte y quién es débil. ¿El soldado armado de pies a cabeza que invade una casa que no le pertenece o la niña desarmada que defiende su casa y su honor perdido con sus propias manos, con una bofetada? Traducido del inglés para Rebelión por J. M. Nota relacionada

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Las dos condiciones de Arabia Saudí para entregarle Jerusalén a EE.UU.

Fuente: Nazanín Armanian | Blog.Publico.es Fecha: 11 de DIC 2017 “Tengo el honor de presentarle un proyecto para establecer relaciones entre el Reino de Arabia Saudí y el Estado de Israel basado en el acuerdo de asociación estratégica con los Estados Unidos de América”. Así empieza la presunta carta secreta enviada por el ministro de exteriores de Arabia Adel al-Jubeir al príncipe heredero Mohammed bin Salman, filtrada por el diario libanés Al-Akhbar del 14 de noviembre que también revela el viaje secreto de Mohammed a Israel en septiembre. En la carta se puede destacar lo siguiente: 1. Una hoja de ruta para establecer relaciones diplomáticas con Israel, 2. El apoyo de Riad al plan de paz de EE.UU. en el conflicto palestino-israelí, en el que: a) La Autoridad Palestina (AP) renunciaría al Jerusalén Este como su capital, en cambio y podrá llamar a Abu Dis (un suburbio de Jerusalén) “Al Quds” «Tierra Sagrado» convirtiéndolo en su capital. b) La AP tendría soberanía limitada sobre las áreas de Judea y Samaria, y además se mantendrán los asentamientos judíos en ambas áreas, y c) Los refugiados palestinos no tendrían “derecho de retorno”. Sin embargo, la carta añade que 3. “El reino no puede arriesgarse a este movimiento” sin que EE.UU. se comprometa a: a) Contener a Irán. b) Dotar a Arabia de armas nucleares. La traición de Riad ¿ Se trata de un complot contra Palestina? El mismo diario revela que Riad amenazó a Mahmud Abás o aceptaba el plan o era forzado a dimitir.  No sería la primera vez que Riad cooperaba con EE.UU. contra una nación “musulmana». Afganistán, Irak, Yemen, Siria, Libia e Irán también han sufrido las consecuencias de la “Santa Alianza” entre las fuerzas más reaccionarios y sin escrúpulos del mundo. También han sido secretos los tres viajes que realizó Jared Kushner, asesor sionista de Trump, a Arabia Saudí (el último fue el 29 de octubre) para negociar con el Príncipe Mohammed bin Salman la cuestión palestina. Se desconoce el contenido de las negociaciones de estos dos peligrosos jóvenes, que han ascendido al poder gracias al favoritismo familiar. Era imposible que EEUU decidiera reconocer a Jerusalén como la capital de Israel sin antes haberlo pactado con Arabia Saudí, Egipto y Jordania. Se aseguró de que la reacción de los principales países “musulmanes” no iba a ser más allá de la controlada quema de banderas por algunos cientos de indignados. En caso de un desafío serio (por parte de Irán, Siria y Hizbolá), Israel utilizaría su superioridad militar. Con este cierre chapuza del conflicto israelí-palestina, el triángulo Washington-Riad-Tel Aviv pretende centrarse en reducir a Irán, como la prioridad compartida; la construcción del Gran Israel puede ser uno de los premios que recibirán Netanyahu y Trump a cambio de la imposible tarea de reducir a Irán. La ofensiva israelí La destrucción de los estados árabes de Irak y Libia, el desmoronamiento del “Frente de resistencia” como el principal objetivo de la guerra contra Siria,  el fracaso de las primaveras de Egipto y Túnez, las presiones contra Irán, los fuertes vínculos de las monarquías árabes del Golfo Pérsico con el imperialismo occidental le garantizan a Israel su imparable avance en la región: no habrá otra “crisis energética” como la del 1973, provocada cuando los países árabes impusieron un embargo petrolero a EEUU por su apoyo militar a Israel. Mohammed ElBaradei, ganador del Premio Nobel de la Paz propone reducir de forma drástica los miles de millones de dinero que los árabes envían a EEUU y disminuir sus relaciones diplomáticas, militares y de inteligencia con este país. Sin embargo, la tragedia invisibilizada de los palestinos y el fracaso de su lucha, en parte es una manifestación de las limitaciones del panarabismo como ideología basada en la etnia: no es capaz de explicar los intereses de clases que unen a las burguesías árabes, israelíes y estadounidenses.  La cuestión palestina tampoco es de índole religioso. Se trata de un pueblo y su territorio colonizados por una fuerza ocupante.  Israel, que les exige a los palestinos reconocer su estado, les niega un estado y  les considera y les trata como Untermensch, en el nombre de Yahvé. Nadie debe tomar en serio al vendedor de humo “musulmán”,  el Sultán Tayyip Erdogan (que como otros dirigentes de la región suele explotar la causa Palestina para desviar la atención domestica de los problemas políticos), cuando advierte de que Jerusalén es la “línea roja” para los musulmanes: él mismo sigue vendiendo el petróleo del Kurdistán iraquí a Israel. Por su parte, Irán, que no tiene una propuesta viable al conflicto (espera que un día Israel desaparezca por voluntad de Dios), y nunca se ha llevado bien con AP, no le perdona a Mahmud Abás su buena relación con la Organización de Muyahidines del Pueblos, un grupo de extrema derecha islamista iraní que disputó el poder con Jomeini en los ochenta. La medida de Trump, aunque ampliará la esfera de influencia de Israel en la región, ha devuelto la causa olvidada palestina a la agenda internacional, desenmascarado a los hipócritas líderes de Oriente Próximo, además de dificultar a los jeques saudíes establecer relaciones oficiales con Israel. Ahora son los palestinos y las fuerzas solidarias a nivel mundial que mostrarán su capacidad para frustrar una nueva limpieza etnia palestina.

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