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Ese es el espíritu, Sra. Portman, pero es solo un comienzo

Fuente: Gideon Levy | Haaretz Fecha: 22 de ABR 2018 El anuncio de Natalie Portman de su decisión de boicotear la ceremonia del Premio Génesis fue un tremendo disparo en el brazo. Aquí está, viniendo de las alturas del glamour, de una amante de Israel como ella, judía, de habla hebrea, nacida en Israel, una ciudadana de Israel y una fuente de orgullo para Israel, que tiene mucho que perder. No es una antisemita o una fundamentalista, no es una de extrema derecha o una de izquierda radical, no es Roger Waters, ni siquiera una del BDS. Justo del centro, desde el corazón del centrismo judío: la crítica a Israel, las «heridas de un amigo» bíblico, incluso una especie de boicot. Mientras que los artistas israelíes «izquierdistas» temen al rapero de extrema derecha «La Sombra» y especialmente a su propia sombra, una artista de su calibre va y hace una declaración clara sobre Israel. Junto con la conciencia, se necesita una gran dosis de coraje para dar ese paso, especialmente ante el Hollywood judío, sionista y despiadado, que no perdonará ni olvidará a Portman. La derecha israelí tampoco la perdonará por esto: el ministro de guerra (contra el movimiento BDS), el ministro de Seguridad Pública Gilad Erdan, se apresuró a publicar una carta explicando la situación a Portman. Lo que está sucediendo en Gaza no se debe a nosotros, todo se debe a Hamas. La habitual propaganda de mentiras y tonterías, el mismo día en que los francotiradores del ejército israelí mataban a sangre fría a otro joven de 15 años y se hacía pública en todo el mundo la foto de Mohammed Ayoub sangrando en las arenas de Gaza. Rápidamente resultó que Erdan, como muchos otros, estaba seguro de que la masacre de los manifestantes en Gaza era lo que encendía el fuego en el vientre de Portman. Pero ese no fue el caso. La aclaración de Portman mitigó la fuerza del paso que ella había dado: «Elegí no asistir porque no quería aparecer apoyando a Benjamin Netanyahu», escribió. Un gran paso adelante y un pequeño paso atrás. Netanyahu es realmente un problema, pero él no es el problema sobre el cual Portman, como persona de buena conciencia y sionista, debe hacer que se escuche su voz. Netanyahu es Israel. Portman ha recorrido un largo camino, no solo entre su primera película y su Oscar, sino también entre la carta que publicó en Harvard Crimson hace 16 años defendiendo a Israel y negando sus condiciones de apartheid, y el paso que dio el viernes. El cambio en ella, que aparentemente ha tenido lugar en muchos judíos, es una buena noticia, como lo es su coraje. Pero el camino todavía es largo. Portman no escribió que ella no vendría por «la violencia, corrupción, desigualdad y abuso de poder». Ni una sola palabra sobre el pecado original, la ocupación. Tampoco se dirige la protesta de Portman en la dirección correcta. Es autoprotector culpar a Netanyahu por todo. Al igual que la mayoría de los judíos liberales (e israelíes), Portman considera que Netanyahu es la raíz de todos los males. ¿Y qué hay de sus predecesores, los que sembraron las semillas de la destrucción y las matanzas en Gaza y Líbano, que impusieron un cierre cruel a Gaza, que fortalecieron la ocupación en Cisjordania y triplicaron el número de colonos? ¿Ella no estrecha la mano solo a Netanyahu? El poder de Portman en las redes sociales es enorme. El viernes por la mañana, su declaración en Instagram ya tenía 100,000 «Me gusta». Los judíos dieron un suspiro de alivio, al igual que muchos israelíes. Portman está en contra de BDS y Netanyahu, pero ella sigue celebrando «la comida israelí, sus libros, su arte, cine y danza». Con todo respeto, Sra. Portman, la comida, la danza y el cine israelíes también están contaminados por la ocupación en mayor o menor medida. Todos tenemos la culpa de eso. La manera de terminarla, que es la primera y esencial condición para hacer de Israel un país más justo, pasa por pasos valientes como el que tomó, pero deben abordarse el núcleo del infierno y no solo sus bordes; el foco del cáncer y no solo sus metástasis. Deben convertirse en pasos prácticos, como los que exige el movimiento BDS. Esa es la única forma de sacar a Israel de su complacencia. Humildemente me quito el sombrero por su valor, Sra. Portman. Su dirección es la correcta; sin viento de cola de gente como usted, nada aquí cambiará. Pero es solo un comienzo. Traducción: Dardo Esterovich Nota original: https://www.haaretz.com/opinion/.premium-that-s-the-spirit-ms-portman-but-it-s-just-a-start-1.6014090

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A un mes de las presidenciales en Venezuela: los votos en tiempos de guerra

Fuente: Marco Teruggi* | La Tecla Eñe Fecha: 21 de ABR 2018 El 20 de mayo habrá elecciones presidenciales en Venezuela. Parecía impensable, o casi, hace un año atrás, cuando el país era una sucesión de trincheras, asaltos y plomo con el Palacio de Miraflores como objetivo. También lo era sostener que el chavismo llegaría con tres elecciones ganadas —constituyente, municipales, gobernaciones— los pronósticos a su favor, que Nicolás Maduro tendría ante sí a un pastor evangélico, Javier Bertucci, y un traidor recientemente derrotado en las urnas, Henry Falcón. La política no es matemáticas y Venezuela no encaja en manuales. La derecha llega con una superposición de derrotas, incapacidades estructurales, descrédito en las masas. Pocos creen en su dirigencia agrupada en el Frente Amplio Venezuela Libre, Soy Venezuela, o como pieza solitaria en campaña. Los primeros son la reagrupación de pedazos rotos de la Mesa de Unidad Democrática, desde Acción Democrática hasta Primero Justicia, Voluntad Popular, con la incorporación subordinada de partes de lo que fue denominado chavismo crítico, con la intención de mostrar una nueva amplitud. Su planteo público es recuperar la democracia, lograr elecciones justas. En privado apuestan centralmente a la estrategia golpista/intervencionista. Los segundos, principalmente Vente Venezuela y Antonio Ledezma, sostienen que no habrá solución posible a través de la vía electoral. Esos dos agrupamientos no presentan candidatos para el 20 de mayo. Falcón decidió aprovechar ese vacío para lanzarse como pieza solitaria -¿al vacío también?- con su propuesta de dolarización de la economía. El cuadro nacional, las miserias opositoras, son importantes para entender por qué el chavismo tiene mayores oportunidades en votos. La derecha no tiene liderazgos genuinos, alternativa de país, su violencia del 2017 volvió a poner sobre la mesa quiénes son. El problema es que el centro de gravedad del conflicto no reside en Venezuela. El análisis de los derroteros opositores permite entender una parte menor del asunto. Sus decisiones no son muchas veces suyas, en particular cuando es financiada de manera directa, como los 16 millones de dólares que recientemente le aprobó el gobierno norteamericano —eso es solo lo público—. El epicentro del conflicto está en el frente internacional, dirigido por los Estados Unidos, con sus aliados de la Unión Europea, y los gobiernos subordinados del continente. Ahí se planifican las tácticas, la dirección central de los ataques, la construcción de sus escenarios, actores, ángulos de tiro. Así como el enfrentamiento ha desbordado el cuadro nacional y tiene centro de operaciones en el exterior, también la lógica del conflicto del enemigo abandonó lo democrático —una tendencia en marcha en el continente— y se encuentra en los territorios de la guerra no convencional que busca periódicamente desenlaces por la vía que sea posible. Las elecciones presidenciales deben analizarse en ese cuadro. La apuesta seguramente sería electoral en caso de haber tenido con qué. Los Estados Unidos, al leer la debilidad de la derecha, optaron por vaciarlas. Rompieron la mesa de diálogo con el gobierno en República Dominicana a principios de año, apostaron por aumentar el bloqueo sobre la economía de manera articulada con sus aliados/subordinados con la amenaza del embargo petrolero, continuar el intento de aislamiento diplomático, demonización comunicacional mundial, y preparar nuevos asaltos en función de cómo evolucionen las variables que impactan en simultáneo. Todas las posibilidades están en desarrollo. Retirarse de las presidenciales no significa que no desarrollen política para ese escenario. La estrategia del vaciamiento es la del no reconocimiento internacional de los resultados, y el argumento de la pérdida de legitimidad de origen del gobierno ya que estaría basado en un fraude. Eso abriría las puertas a nuevas acciones que serían legales al estar frente, ahora sí, a una dictadura. Ese planteo ha venido en desarrollo desde el año pasado, con el ensayo fracasado del gobierno paralelo, del cual queda el Tribunal Supremo de Justicia ilega—por completo desconocido entre la gente en Venezuela— que según la derecha sería el auténtico. No es casualidad que haya vuelto a aparecer mediáticamente en estas semanas, de la mano con la prófuga ex Fiscal General —que se fotografía con el ex presidente colombiano Álvaro Uribe— y la Asamblea Nacional en desacato, con la línea de enjuiciamiento del presidente para no reconocerlo —nuevamente— y, afirman, destituirlo. Se trata de una acción pensada para el frente exterior: ¿cómo piensan materializarlo en lo nacional? No es la única política ante las elecciones: la otra es intentar actos de fuerza para conmocionar al país. El caso más reciente es la operación Gedeón II, donde fue desmantelada una célula que preparaba acciones con explosivo sobre puntos neurálgicos como el Consejo Nacional Electoral, y la comandancia de la Guardia Nacional Bolivariana, ligada a su vez con la trama de Oscar Pérez —presentado como mártir por la mediática internacional— quien en julio pasado había disparado sobre el Ministerio de Relaciones Interiores Justicia y Paz y lanzado granadas sobre el Tribunal Supremo de Justicia. No se trata solamente de vaciar sino de llegar a los comicios en las peores condiciones, impedirlas, y, de darse, que haya la menor participación posible. La pregunta es qué pasará luego del 20 —con una posible victoria de Maduro— además del recrudecimiento de las líneas de ataque en marcha. Algunos indicios se han dado en estas semanas. Uno de ellos es el intento detenido de conspiración dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, donde fueron arrestados seis tenientes coroneles, un primer teniente y dos sargentos, pertenecientes al Movimiento de Transición a la Dignidad del Pueblo, con fuerza en el Batallón Ayala, uno de los principales del país, situado en Caracas. La apuesta hacia el formato clásico de Golpe de Estado está presente, lo financian, lo invocan voceros y medios de la derecha. Otra hipótesis de resolución sería una acción de fuerza a través de vías fronterizas, con montaje de escenarios de falsa bandera, que abrirían las puertas a una escalada, o con el argumento de la crisis humanitaria. Antonio Ledezma, en línea con Julio Borges, se lo imploraba al vicepresidente norteamericano en Lima, el mismo día

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Doce presidentes estadounidenses después, ¡Cuba sigue enhiesta y altiva!

Fuente: Sergio Rodriguez Gelfenstein | AVN Fecha: 20 de ABR 2018 Han hecho todo lo posible, legal e ilegalmente, han quemado cañaverales, han introducido plagas a los animales, las plantas y las personas, organizaron, armaron y financiaron una invasión militar que el pueblo cubano derrotó en menos de 72 horas un día como hoy hace 57 años, han promovido deserciones y riesgosas migraciones ilegales, han robado cerebros, han intentado asesinar a sus dirigentes centenares de veces , han mantenido un bloqueo ilegal e inhumano por casi 60 años, se sostienen de manera ilegítima en la base naval de Guantánamo contra la voluntad del pueblo cubano, han gastado miles de millones de dólares en la subversión, el sabotaje y el terrorismo, pero no lograron su objetivo: no sacaron ni a Fidel ni a Raúl del poder, ellos se fueron por voluntad propia y por decisión del pueblo cubano. Hoy Raúl se retira de su cargo de presidente de Cuba y lo hace por la puerta ancha de la historia, reconocido, admirado y querido por su pueblo, igual como lo hizo Fidel. Doce presidentes desde Eisenhower hasta Trump, fracasaron en el intento: los Castro hicieron revolución, hicieron patria, hicieron socialismo, hicieron internacionalismo y triunfaron. La pequeña Cuba, aislada durante décadas por sus pares latinoamericanos, bloqueada hasta hoy por la obsesión imperial, tuvo fuerzas para salir adelante y todavía le quedaron restos para transmitir amor, solidaridad, educación, cultura y salud por los infinitos rincones del planeta, donde por cierto regaron con la sangre de sus mejores hijos los campos, las ciudades, las montañas y los desiertos de África, el Medio Oriente, el Caribe y América Latina y vale preguntarse ¿qué riqueza se trajeron de vuelta?. Ninguna, absolutamente nada material, solo el honor de saldar su propia deuda con la humanidad como dijera Fidel en algún momento. Acaso Fidel y Raúl pensaron que iban a ser presidentes cuando aquella mañana irredenta del 26 de julio de 1953 arriesgaron sus vidas para iniciar el camino de la liberación, acaso se amilanaron cuando fueron juzgados «en tan difíciles condiciones» y teniendo que defenderse, considerando que jamás «contra un acusado se había cometido tal cúmulo de abrumadoras irregularidades»… y salieron adelante. Hoy, cuando Raúl ha dejado de ser presidente de Cuba, al igual que Fidel, puede exclamar a viva voz que la historia lo absolvió, abandonando la más alta magistratura, pero dejando un país soberano, digno y respetado en el concierto internacional, más por la fortaleza de sus ideas, por la reciedumbre de sus mujeres y sus hombres y por su amor a la patria, que porriquezas materiales que la naturaleza no le proveyó. La cárcel, esa prisión fecunda que transformaron en escuela de formación revolucionaria, solo sirvió para acrecentar su confianza en el camino emprendido. La creación de una organización que diera continuidad a la epopeya del Moncada, ocupó todos los esfuerzos y desvelos, ninguno de ellos estuvo dedicado a pensar en qué harían cuando fueran presidentes. El exilio mexicano, la preparación para regresar a la patria y a la lucha, el Granma: 82 combatientes en aquella exigua nave que puso proa hacia la isla querida y hacia la lucha. ¡En el 56 seremos libres o seremos mártires! ¿Estaban pensando en ser presidentes? No, el futuro era la libertad o la muerte y nuevamente lo asumieron sin dudar y cuando después del desembarco, y tras el desastroso combate de Alegría de Pío, en Cinco Palmas logran reunirse 8 combatientes, Raúl entre ellos, y 7 fusiles, Fidel afirmó categórico ¡Ahora si ganamos la guerra!. ¿Es que acaso estaban pensando en la presidencia? La lucha pasó por momentos difíciles, los combates eran permanentes y continuos, pero el apoyo de los campesinos también crecía. No había tiempo de pensar en la presidencia. El escenario de los combates fue aumentando, el influjo del Ejército rebelde se ampliaba con los días y en marzo de 1958, Raúl, que no había pensado en la presidencia, fue ascendido a comandante y se le encargó salir del abrigo protector de la Sierra Maestra para crear el Segundo Frente, en la zona nororiental el país. Tuvo que partir de cero para crear las bases revolucionarias de un territorio que comenzó a ser liberado. Dos años y 13 días después del encuentro entre Fidel y Raúl, en Cinco Palmas, el 1° de enero de 1959, la revolución triunfante inició el cambio en la fisonomía de la isla. Ese día Fidel dijo que «La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros…». Alguien puede suponer que en ese momento estaba pensando en la presidencia. Acaso, ¿les tembló el pulso en Playa Girón?, ¿estaba Fidel cavilando sobre la presidencia cuando desde un obús autopropulsado frente a los barcos de la armada de Estados Unidos, dirigió directamente los combates que permitieron rechazar la invasión mercenaria?…y podríamos poniendo ejemplos, pero el espacio no lo permitiría, el transcurrir del proceso revolucionario muestra de manera fehaciente que los cubanos fueron resolviendo cada problema que se les presentaba en el tiempo y de la manera mejor, según sus propios criterios. Por cierto, como todo proceso social, lo hicieron con aciertos y con errores. Ahora que en Cuba hay un nuevo presidente, me voy a permitir recordar algunos párrafos de un artículo referido a la llamada transición en Cuba, que escribí en diciembre de 2016, tras el fallecimiento de Fidel. Según la información que manejo de fuentes directas, la llamada transición en Cuba comenzó en realidad en septiembre de 1986, «…en febrero de ese año se celebró el III Congreso del Partido Comunista (PCC) y solo un mes antes, Fidel había cumplido 60 años. Es evidente que las reflexiones realizadas por las altas autoridades cubanas respecto de esos dos hechos, y seguramente otros más, llevaron a la conclusión de que había llegado el momento de comenzar a pensar en la necesidad ineludible de preocuparse con mucha antelación por la continuidad de la revolución cubana en el tiempo, dando paso a una fase permanente y continua de formación de cuadros que hiciera que el natural proceso de finitud de la

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Perturbación e indiferencia en la sociedad civil israelí

Fuente: Leonardo Senkman | Nueva Sion On Line Fecha: 18 de ABR 2018 No hubo convocatorias a manifestarse contra la represión del Ejército israelí en Gaza, donde la alianza de derecha liderada por Netanyahu desconoce el derecho de resistencia no armada de miles de manifestantes palestinos. En Israel, hoy en día son pocos los que cuestionan la orden de reprimir a tiros para salvaguardar “la infraestructura de seguridad del sur del país”. Las protestas más lucidas provienen de periodistas como Akiva Eldar y Shlomo Avineri,  que repudian la actual conducción política y militar, y denuncian la falta total de desobediencia de soldados y oficiales. Luego del tercer viernes consecutivo en que alrededor de 10 mil jóvenes, mujeres y adultos de Gaza marcharon desarmados para protestar a cien metros del cerco fronterizo alambrado de púas, los israelíes se imaginaban que con casi 1.300 palestinos heridos de bala y 27 muertos por francotiradores de Tzahal en las últimas dos semanas de protestas masivas en el sur, los gazeños  abandonarían la Marcha del Retorno. Aún no querían saber, además, que 1.554 manifestantes habían recibido tratamiento por inhalación de gases lacrimógenos o lesiones por gránulos de acero recubiertos de goma en la represión. A diferencia del segundo viernes, la tercera marcha desde su inicio quedó relegada en los medios por noticias sobre la inminente represalia de USA, Francia y Reino Unido contra Siria por el último ataque químico de Assad. Muchos israelíes sintieron alivio antes del Shabat al enterarse por TV de que el número de víctimas palestinas esta vez fue “insignificante” respecto  al de la semana pasada. Mis vecinos respiraban tranquilos: apenas se difundió la información de “un solo muerto”. La contabilidad de bajas letales fue esa jornada casi inexistente comparada con los muertos que, desde el viernes sangriento de la noche de Pesaj, cayeron por balas de Tzahal. En el luctuoso balance, la única víctima fatal se diluía entre los muchos niños gaseados del genocidio perpetrado en Siria. Todavía no se informaba de los 969 palestinos heridos según fuentes sanitarias palestinas (233 heridos por fuego real ,13 heridos por balas de goma y 419 hospitalizados: 20 mujeres y 67 menores de 18 años). De modo similar al resto de la población civil israelí, ninguno de los vecinos fue convocado  a protestar contra la represión violenta de Tzahal que desconoce el derecho de resistencia no armada de miles de manifestantes palestinos. Muy pocos cuestionan que militares y políticos hayan impartido la orden de reprimir a tiros para salvaguardar “la infraestructura de seguridad del sur del pais”; y casi nadie se pregunta si realmente los manifestantes desarmados de Gaza eran todos “violentos terroristas incendiarios que utilizan bombas molotov, queman neumáticos viejos y banderas de Israel” para poner en peligro a la población civil judía. La total negación del derecho de resistencia no armada no fue cuestionada por la sociedad civil cuando el ministro de defensa Liberman amenazó: “Si Hamás no detiene la violencia, Israel tomará represalias atacando posiciones de Hamas en lo más profundo de Gaza”. Sin embargo, las protestas más lucidas de valientes periodistas israelíes surgen entre aquellos que denuncian la actual falta total de desobediencia de soldados y oficiales de Tzahal a la ilegítima orden de disparar contra población civil palestina. Así, Akiva Eldar comparó la desobediencia de varios oficiales que se habían negado a disparar contra palestinos durante la ley marcial en campos de la aldea Kfar Kassem en octubre 1956, en contraste a la completa indiferencia actual en la frontera sur con Gaza. Al citar fragmentos de la sentencia del juez Benjamín Halevy  para castigar a los responsables procesados  de la gendarmería fronteriza por el fusilamiento de 47 árabes israelíes (entre ellos, 17 niños y jóvenes, además de 9 mujeres), Eldar recuerda juicios emblemáticos: «El hallmark de la ilegalidad manifiesta es que debe sobrevolar como una bandera negra sobre la orden ilegal dada (…). No es importante la ilegalidad formal, oscura o parcialmente oscura, ni la ilegalidad que pueden discernir solo los eruditos leguleyos, sino la clara y obvia violación de la ley, la ilegalidad que perfora el ojo y conmociona el corazón, si el ojo no está ciego ni el corazón es impenetrable ni corrupto (…) para anular el deber del soldado de obedecer una orden ilegal y sancionarle responsabilidad penal por su acción». (Akiva Eldar,  “The case for dissent in the IDF”, Al Monitor, 10.4.18). Por su parte, el legendario periodista y político pro palestino que estuvo entre los fundadores del Tzahal en 1948, Uri Avneri, repudia hoy a la actual conducción militar y política del Ejército en comparación con aquellos camaradas de armas suyos que lucharon juntos para la defensa y creación del estado de Israel. Avneri escribe: “Yo, soldado número 44.410 del Ejército de Israel, por este medio me desvinculo de los francotiradores de élite del ejército que asesinan a manifestantes desarmados a lo largo de la Franja de Gaza, y de sus comandantes, que les imparten órdenes, hasta el comandante en jefe. No pertenecemos al mismo Ejército, ni al mismo Estado. Apenas pertenecemos a la misma raza humana. ¿Mi gobierno está cometiendo ‘crímenes de guerra’» a lo largo de la frontera de la Franja de Gaza? No lo sé. No soy un jurista. Parece que los funcionarios de la Corte Penal Internacional creen que los actos de nuestros soldados constituyen crímenes de guerra. Exigen una investigación internacional. Para mí, esta no es una cuestión judicial. Es un crimen, no sólo contra los manifestantes desarmados. También es un crimen contra el Estado de Israel, contra el pueblo de Israel y contra el Ejército israelí. Como fui miembro de ese ejército el día de su fundación, creo que también es un crimen contra mis camaradas y contra mí” (Uri Avneri, “Eyless in Gaza”, Gush Shalom, 14.4.18). Muy significativamente, la indignación y condena de Avneri surge por su condición de haber sido un soldado y combatiente de Tzahal; Avneri se abstiene de rebelarse desde su condición de ciudadano moral y hacer un llamado a la sociedad civil

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Se profundiza la restauración conservadora

Fuente: Jorge Elbaum | El Cohete a la Luna Fecha: 08 de ABR 2018 Lula anunció desde el sindicato metalúrgico de San Bernardo do Campo, en las afueras de San Pablo, que se entregaría, aceptando el confinamiento reclamado por el juez Moro, quien dictaminó su prisión en un proceso jurídico kafkiano. Dos instancias judiciales le atribuyeron a Lula la propiedad de un departamento otorgado a cambio de hechos de corrupción ligados a Petrobras. La confirmación la hizo frente a miles de seguidores después de participar en una misa en recuerdo de su compañera fallecida en febrero de 2017, Marisa Leticia Rocco. Lula se dirigió a sus seguidores asegurando que el “crimen que cometí fue sacar a millones de la pobreza”. Advirtió que “hay millones de Lulas para andar por mí y no tienen cómo pararlos, no tienen cómo parar mi sueño” y que “el golpe empezó con Dilma y termina con la decisión de que Lula no sea candidato a la presidencia”. La detención de Lula, decidida por dos instancias judiciales y avalada por la denegación de sendos hábeas corpus que rechazaron la suspensión de la detención preventiva, posee indudables similitudes con de la novela inconclusa de Franz Kafka que se llama El proceso. El protagonista del relato, Josef K, es arrestado allí y deambula por despachos judiciales por razones que no logra comprender y que lo sumergen en una pesadilla burocrática. No logra encontrar la ventanilla adecuada y percibe que la justicia es un páramo inaccesible. El telón de fondo –silenciado o eufemizado— es el control social y el disciplinamiento a todos aquellos que se atrevan a tergiversar las reglas de juego del poder. El texto se inicia con una muy famosa y citada frase: “Alguien debió de haber calumniado a Josef K., porque sin haber hecho nada malo, una mañana fue detenido”. Las analogías regionales, incluida Argentina y otras latitudes de este subcontinente, no son sólo coincidencias. Lula Da Silva es el sucedáneo de otros líderes de América Latina que a principios del siglo XXI decidieron desafiar al modelo hegemónico neoliberal. Pero se encontraron con la resistencia de un establishment político y económico que pretendía/pretende darle continuidad a la aplicación de planes de ajuste destinados a maximizar inversiones y a garantizar la contínua y creciente valorización financiera. El teatro del enfrentamiento, dispuesto por los grupos empresarios, no es la política. Parte de las usinas de medios de comunicación, en una primera etapa, y se traslada casi inmediatamente a los pasillos tribunalicios. La tercera fase se consolida con la supremacía de los lenguajes y las acciones represivas, las proscripciones, las prisiones políticas y las ejecuciones enmarcadas en prolijas justificaciones penales. La exigencia de detención reclamada por el Juez Moro —el equivalente brasileño de Bonadío— para que Lula se presente ante la policía de Curitiba, capital del Estado de Paraná, es el epílogo de todas las fases previas: monopolios mediáticos brasileños liderados por la Red O ‘Globo —el equivalente brasileño de Clarín— inocularon con paciencia el veneno discursivo de la difamación larvada y buscan desplegar sospechas sobre el sistema político en su conjunto y, específicamente, sobre aquellos dirigentes que se muestran más permeables a modelos de distribución económica y pluralización de derechos. Difamación sociedad anónima “O´Globo pivotea el golpe”. Medios que sabotean gobiernos que no responden a sus intereses empresarios. La editorial del matutino O´Globo del último 6 de abril, titulado “Prisión de Lula refuerza el Estado de Derecho”, expresa el trayecto efectivizado por ese medio para obstruir el probable acceso del líder metalúrgico a una nueva gestión presidencial. En el cuerpo del editorial se ahonda en una lápida limada con esmero: “…El momento del país es otro, y la prisión contra Lula confirma, por sí sóla, que los cimientos republicanos de la democracia brasileña se han fortalecido”. Uno de los más afamados periodistas de esta red, Ricardo Noblat, también redactor de la revista Veja, enmarcó un poco más las expectativas de los más concentrados grupos de poder al compartir en su cuenta de Twitter: “Según algunos ministros, las elecciones de este año no están plenamente garantizadas”. Las fases orientadas al derribamiento de Lula aparecen acompañadas con la sistemática búsqueda por restarle relevancia a la actividad política –como práctica social— mediante la asociación simbiótica con una lógica de componendas y negociados. La ofensiva mediático-discursiva sumó en el último mes una calculada colaboración internacional de quienes tampoco ven con simpatía al líder obrero: una serie de ocho capítulos producida por la plataforma Netflix titulada O Mecanismo, que retrata la corrupción dentro de la empresa Petrobras y representa a Lula como un vulgar mercader ajeno a los intereses de los sectores populares. En uno de los diálogos de la tira se pone en boca del dirigente metalúrgico una célebre frase mafiosa, enunciada originalmente por el senador conservador –opuesto al PT— Romero Jucá: “Hay que parar la sangría”. Dicha sentencia había sido solicitada en referencia al encarcelamiento de sus colegas por la causa Odebrecht (que también tiene entre sus acusados al titular de Agencia Federal de Inteligencia argentina, Gustavo Héctor Arribas). Lula adelantó que denunciará a Netflix por cómo lo retrata esa serie y cómo se busca manipular a sus espectadores en vísperas de la elección presidencial de octubre próximo. La sistemática siembra de desconfianza y odio brindó sus frutos semanas atrás, en plena Caravana petista por el Estado de Paraná. El 27 de marzo dos vehículos fueron tiroteados y cuatro proyectiles alcanzaron a la comitiva, sin que se registraran víctimas. Los disparos que impactaron en los micros, de dos calibres diferentes, provinieron de ambos lados de la carretera lo que sugiere una emboscada. El gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, afirmó que Lula “está cosechando lo que sembró” y que “acabó siendo víctima” de una polarización que incentivó. Alckmin expresó con claridad el sentir de las elites biempensantes, acostumbradas a una jerarquización social indiscutible, para quienes todo debate sobre la distribución de la riqueza se constituye ipso facto en un ejercicio subversivo de polarización condenable. En otra de las paradas de

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Nace una canción

Fuente: Uri Avneri | Gush Shalom Fecha: 07 de ABR 2018 Un amigo del extranjero me envió la grabación de una canción. Una canción árabe, con una suave melodía árabe, cantada por un coro árabe de niñas, acompañado por una flauta. Dice así: Ahed / Eres la promesa y la gloria / De pie tan alta como un olivo / Desde la cuna hasta el presente / Tu honor no será violado / Palestina ha sido plantada en nosotros / Como un muelle para cada barco / Nosotros somos la tierra y tú eres el agua / Estás cubierta de pelo rubio / Eres tan pura como Jerusalén / Le enseñaste a nuestra generación cómo la gente olvidada debería rebelarse / ¿Pensaron que los palestinos les tienen miedo porque están usando armadura y sosteniendo un arma? / Palestina ha sido plantada en nosotros / Como un muelle para cada barco / Nuestra nación debe unirse y resistir por la libertad de Palestina y los prisioneros / Tus ojos azules son un faro / Para un país que tiene todas las religiones / Uniste a la gente muy lejos y cerca / Encendiste la chispa en todos nuestros corazones / Tu cabeza se levanta alto animándonos / Encendiste la luz en nuestra oscuridad / A pesar de la suavidad de tus manos / Tus manos han sacudido al mundo / Tus manos respondieron la bofetada al ocupante / Y devolvió la estima a la nación / Palestina se ha plantado en nosotros / Como un muelle para cada barco / Nosotros somos la tierra y tu eres el agua. SI yo fuera un partidario de la ocupación, esta canción me asustaría mucho. Porque la fuerza de las canciones es mucho más fuerte que la fuerza de las armas. Se gasta una pistola, pero una canción dura para siempre. En los primeros días del ejército israelí, había un lema colgando en nuestra mochila: «¡Un ejército que canta es un ejército de victoria!» La actual generación palestina ha decidido bajar la cabeza y esperar hasta que pase la tormenta. La próxima generación palestina puede actuar de una manera completamente diferente. En la víspera de mis 15º cumpleaños, me uní a un grupo clandestino (o «terrorista») que luchó contra el régimen colonial británico. Casi ochenta años después, recuerdo casi todas las canciones de esa época, palabra por palabra. Canciones como «Somos soldados desconocidos sin uniformes …» y muchas más. Después escribí un himno para mi compañía. No soy un poeta Lejos de ahí. Pero he escrito algunas canciones en mi época, como «Samson’s Foxes»(Los zorros de Sansón), un himno para mi unidad de comando en el ejército israelí. Entonces sé la fuerza de una canción. Especialmente una canción sobre el heroísmo de una niña de 16 años. En el momento que vi la escena de Ahed al-Tamimi abofeteando el rostro de un capitán del ejército israelí, sabía que algo importante había sucedido. El famoso político británico Lord Acton escribió: «El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente». Yo agregaría: «Ocupar a otra gente tiende a volverte estúpido, y una larga ocupación te vuelve completamente estúpido». En mi juventud, cuando ya era miembro de la clandestinidad anti británica, trabajaba en la oficina de un abogado británico, muchos de cuyos clientes eran funcionarios de la administración británica. A menudo me preguntaba a mí mismo: «¿Cómo puede ser que personas tan inteligentes puedan comportarse tan estúpidamente?» Eran personas amables, que trataban a un empleado humilde como yo educadamente. Pero no tenían otra alternativa: la ocupación obliga al ocupante a comportarse estúpidamente. Funciona así: para mantener un régimen de ocupación durante un período de tiempo prolongado, el ocupante debe creer en la superioridad de su raza y en la inferioridad de sus súbditos, que son vistos como criaturas primitivas. De lo contrario, ¿qué le da derecho a someter a otra gente? Eso es exactamente lo que nos ha sucedido ahora. En el momento que vi la escena de la cachetada en la cara en la televisión, sabía que algo trascendental había sucedido. El pueblo palestino ahora tiene una heroína nacional. La juventud palestina ahora tiene un modelo para emular. El público israelí se ha acostumbrado a la ocupación. Creen que esta es una situación normal, que la ocupación puede continuar para siempre. Pero la ocupación no es una situación natural, y algún día llegará a su fin. Diez mil británicos gobernaron a cientos de millones de hindúes, hasta que un hombre flaco llamado Gandhi fue a producir sal a la orilla del mar, contrariamente a la ley. La juventud india se levantó, y el dominio británico cayó como una hoja de un árbol en otoño. La misma estupidez se apoderó de todos los agentes de la ocupación que trataron con Ahed al-Tamimi. Oficiales del ejército. fiscales, jueces militares. Si fuéramos ocupantes sabios -un oxímoron- hubiéramos enviado a Ahed a casa hace mucho tiempo. Expelida a la fuerza de la prisión. Pero aún la mantenemos encerrada. Ella y su madre. Es verdad, hace algunos días el ejército se dio cuenta de su propia estupidez. Con la ayuda de la devota defensora judía de Ahed, Gabi Lasky, se elaboró un «compromiso». Varios cargos fueron retirados y Ahed fue sentenciado a «solo» ocho meses de prisión. Ella será liberada en tres meses más. Pero eso es demasiado tarde: la imagen de Ahed ya está grabada en la mente de cada niño o niña palestino. Ahed, la chica cubierta de cabello rubio, sus ojos azules brillando como un faro. Ahed la santa. Ahed la salvadora. La Jeanne d’Arc palestina, el símbolo nacional. La historia de Ahed al-Tamimi sucedió en Cisjordania. Pero también resonó en la Franja de Gaza. Para la mayoría de los israelíes, la Franja de Gaza es otra cosa. No es territorio ocupado. No nos concierne Pero la situación de la Franja de Gaza es incluso peor que la ocupación directa. La Franja está completamente rodeada. Al sur y al oeste por Israel, el este es

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Lula, sin crimen ni pruebas ni ‘habeas corpus’

Fuente: Emir Sader | blogs.publico.es Fecha: 05 ABR 2018 En los últimos días la derecha brasileña había entrado en un estado de desesperación. Después de imponer en la agenda política la posibilidad de la prisión de Lula, descontando una decisión que creían segura del Supremo Tribunal Federal de Brasil, sus sueños habían empezado a debilitarse. Un conteo preliminar de los votos del tribunal parecía favorecer a Lula, sugiriendo un quiebra del consenso de Curitiba que se había impuesto hasta ese momento. Un consenso jurídicamente absurdo por una condena sin crimen ni pruebas. Configura claramente una persecución política, basada en el lawfare –el uso unilateral de leyes para la perseguir a adversarios políticos–. Nadie tiene dudas de que el juez Sergio Moro es un adversario político feroz de Lula, que le ha negado todo tipo de recursos, que lo trata de forma racista y discriminatorio, que frecuenta, de forma amigable, fiestas con dirigentes de los partidos de derecha, ninguno de los cuales ha sido tan siquiera acusado por el juez y sus colegas. El clima era de gran expectativa. Una Revista semanal de la derecha advertía que si Lula recibía el hábeas corpus se terminaba el caso Lava Jato, confesando que ese operativo anticorrupción dependía de la violación de la Constitución que dice expresamente que la prisión de un acusado solo se daría una vez concluidos todos los recursos. Pasa que el mismo STF, involucrado en el clima de arbitrariedades que la Lava Jato había impuesto al país, había decidido, en varios casos, por la prisión antes que se agotaran todos los recursos. Pero, rompiendo con esa práctica, había anticipado que, en el caso de Lula, volvería a hacer valer el precepto constitucional, concediendo el hábeas corpus. En los días previos a la sesión de ayer los medios habían usado todos sus recursos para intentar crear un clima de presión sobre el STF, desde el anuncio de movilizaciones de docenas de personas como si fueran miles, hasta publicar editoriales exigiendo la prisión de Lula. Quedó claro que solo por la vía judicial pueden impedir que Lula vuelva a ser presidente de Brasil. Como elemento nuevo, oficiales de las FF.AA. pasaron a manifestarse abiertamente en favor de la prisión de Lula. Hasta el mismo comandante en jefe del Ejercito se sumó al coro, diciendo que la institución no aceptaría que la Justicia sea tolerante con la corrupción. Esto representa la repolitización de las FF.AA., que se han otorgado una amnistía, al final de la dictadura, que representa precisamente la tolerancia total con todos los crímenes que los militares han cometido en los 20 años de dictadura. “Intolerancia con la corrupción” debería significar la anulación esa amnistía y el pasar a juzgar a todos los crímenes de la dictadura. Pero ahora es solo una frase que se sumar a la persecución política de Lula y nada más. Las reacciones negativas han venido de varios lados, incluso de la red Globo. En una editorial, ese medio criticó al comandante en jefe de la Fuerza Aérea y de otros sectores de la opinión pública por aceptar la impunidad respecto a políticos de derecha, como Michel Temer y Aecio Neves, entre otros, mientras que, súbitamente, muestran preocupación por el caso de Lula. El clima ha vuelto a ser tenso en Brasil y en todo el país, fomentado por los medios, en particular por la red Globo, que actuó como si se estuviera en las vísperas del golpe de 1964. Cerró su principal noticiero con la amenaza del golpista del comandante en jefe del Ejército – antes de decir lo contrario al día siguiente. En ese clima el STF se ha vuelto a reunir. El voto de Edson Fachin -que fue abogado del MST- recibió el apoyo del movimiento para su nombramiento -en contra del habeas corpus y el de Gilmar Mendes, a favor-. Todo trascurrió con normalidad hasta el voto decisivo de la jueza Rosa Weber, sobre quien habían recaído mas fuertemente las presiones de la derecha. Incluso del mismo Sergio Moro, que no contento en hablar todo el tempo fuera – lo cual prohibido por ley – estuvo en un largo programa de entrevistas en una TV de derecha y centró su discurso en contra de esa juíza. El efecto termino siendo decisivo. Ella cambió la posición que había tenido en la sesión anterior. Votó en contra del habeas corpus, lo cual permitió que la votación terminara en empate. Con ello la presidenta del STF, Carmen Lucia, militante en contra de Lula, desempató y así fue rechazado el habeas corpus a Lula. Caben todavía recursos y, aún siendo rechazados, como se espera, queda la decisión política en manos de Sergio Moro, de definir si decreta la prisión de Lula. Lo cual produciría una inmensa conmoción, por ser el único líder político nacional en Brasil, por tener 40 por ciento de apoyo en las encuestas con la perspectiva de triunfar en primera vuelta y el enorme apoyo popular, como lo han confirmado sus Caravanas por todo el país. Una fantástica farsa jurídica alrededor de un departamento que nunca fue de Lula, que acaba de ir a subasta, con lo recaudado para la empresa que es la real propietaria del inmueble. Con ello se generó un proceso absurdo, sin pruebas, con una condena en base a las “convicciones” de quienes lo acusan como enemigo político. Se entraría en un período todavía más turbulento de la vida política brasileña si Lula fuese preso. De ahí a que, a lo mejor, no se atrevan, pero mantengan lo que más le importa a la derecha brasileña: tratar de impedir que Lula sea candidato a la presidencia del país. Artículos relacionados: Injusticias Ayer perdió, Ayer ganó

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Una mudanza conflictiva

Fuente: Dardo Esterovich | Convergencia Fecha: 29 de MAR 2018 Faltan pocos días para que se cumplan los 70 años de la creación del Estado de Israel. El presidente Trump a elegido esa fecha para concretar la mudanza de la embajada de EE.UU. a Jerusalén, después que en diciembre anunciara el reconocimiento de esta ciudad como la capital de Israel. Esto provocó una conmoción a nivel mundial ya que se lo vio como un obstáculo al proceso de paz entre Israel y los palestinos puesto que contraviene el estatuto especial para Jerusalén establecido en la resolución 181 de las Naciones Unidas de 1947, que aprobó la partición de palestina en dos estados, uno judío y otro palestino, y a Jerusalén como un ente autónomo hasta que las partes adopten un estatus definitivo sobre su destino. Los analistas coinciden en que la medida de Trump responde tanto a causas de política internacional como domestica; en lo que difieren es en el peso que le atribuyen a cada una, priorizando una más que la otra. Tratar de analizar estas causas como si fueran independientes una de otra es un error. Ningún presidente, y menos el de un país con pretensiones hegemónicas como EE.UU., se atrevería a emprender una medida importante de política internacional que pueda generar un conflicto, sin tener consolidado su frente interno. Tampoco hay que tomarla como un hecho aislado de otras medidas que tienen que ver, directa o indirectamente, con lo que sucede en la región. La renuncia del Secretario de Estado Rex Tillerson, reemplazado por el halcón ex director de la CIA Mike Pompeo, y el nombramiento de John Bolton como su consejero de seguridad nacional, ambos partidarios de denunciar del tratado nuclear con Irán y de reconocida tendencia beligerante hacia éste país y Corea del Norte, es preocupante en cuanto a que la tendencia sea reemplazar las soluciones diplomáticas por las militares. Hace pocos días sorpresivamente y contrariamente a la opinión del Pentágono, Trump, en un discurso en Richfield (Ohaio), en tono triunfalista, anunció que muy pronto las tropas de EE.UU. saldrían de Siria porque estaban machacando al Estado Islámico y mencionó que ya era el momento que otros se encarguen del asunto. ¿Estará pensando para esto en países “subcontratistas”? Esta política de subcontratar quien haga la guerra por ellos no es nueva: crearon Al Qaeda para combatir a los soviéticos en Afganistán y terminaron creando un enemigo que les provocó la tragedia del 11S en NuevaYork; crearon al ISIS con la finalidad de que combatieran a los países chiítas cercanos a Irán y terminaron con el establecimiento del EI que ensangrentó con sus feroces crímenes a la región y produjo atentados terroristas en Europa. ¿Será que la política de alagar a Israel y denostar cada vez más violentamente a los palestinos tiene algo que ver con eso? Si uno observa el cada vez mayor involucramiento de Israel en la guerra civil en Siria no resulta descabellada esta hipótesis. La evolución de estos acontecimientos se puede seguir a diario en los medios de información. Pero sobre lo que no se informa o se informa muy poco es sobre los motivos de política doméstica que llevaron a Trump a reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Se suele mencionar que la base electoral del presidente, los supremacistas blancos y los evangélicos son partidarios de Israel por razones religiosos sin explicar demasiado en qué consisten estas razones. Los evangélicos cristianos forman parte del núcleo duro de su apoyo electoral. Según las encuestas el 81% de los evangélicos votaron por Trump, un porcentaje que no lograron ningún otro candidato de derecha en EE.UU., ni siquiera un de sus conspicuos miembro como George Bush. Además, una proporción de evangélicos sin precedente en la historia de EE.UU., forman parte del gabinete y son asesores del gobierno. El propio vicepresidente Mike Pence es un evangélico militante. Los evangélicos que integran el gabinete realizan reuniones semanales de estudios bíblicos en las que participa el propio vicepresidente, y en alguna ocasión el propio Trump. Johnnie Moore, considerado el líder de facto de los asesores evangélicos de Trump, le dijo a CNN que el estatus de Jerusalén ha sido una prioridad para la comunidad, y que el problema era “solo superado por las preocupaciones sobre el poder judicial entre los principales partidarios evangélicos del presidente”, Al hacer este movimiento, Trump había “demostrado a sus seguidores evangélicos que hará lo que dice que hará”, agregó Moore. Estos evangélicos cristianos y Pence fueron claramente uno de los factores impulsores detrás de la declaración de Jerusalén. La explicación de esta postura hay que buscarla en profundas convicciones religiosas de estos sectores y no en un cálculo político beneficioso, lo que hace comprensible que Trump, él mismo un evangélico, y su gobierno hayan desdeñado las reacciones violentas anticipadas de los palestinos y el mundo árabe y el unánime rechazo a escala mundial. En el siglo XVIII en el Reino Unido y en el XIX en Estados Unidos surgieron lo que se denominó el Primer y el Segundo Gran Despertar que se caracterizó por un incremento inusitado de la actividad evangelizadora cristiana con la adhesión de millones de conversiones. En el segundo de estos movimientos en EE.UU. surgió una narrativa mediante el acople de pasajes inconexos del último y único libro profético del nuevo Testamento, el referido al Apocalipsis, efectuada por dos predicadores inmigrantes: Jesús volverá a la tierra cuando se cumplan algunas condiciones previas. 1°) El establecimiento del Estado de Israel con Jerusalén como capital. 2°) La ocupación del resto de sus “tierras bíblicas” en Medio Oriente. 3°) La reconstrucción del Tercer Templo en el sitio ocupado ahora por el Domo de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa, que indicará el “fin de los tiempos”. Completadas estas condiciones las legiones del Anticristo se desplegarán contra Israel, y su guerra conducirá a un enfrentamiento final en el valle de Armagedón. Los judíos se convertirán al cristianismo o arderán, y el Mesías, Jesús, volverá a la tierra donde los vivos

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“Estamos ante el lobo feroz”

Fuente: Nicolás Trotta | Página 12 Fecha: 25 de MAR 2018 El ex presidente de Ecuador dice que no imaginaba la vuelta en el aire de Lenin Moreno, el presidente que lo sucedió. En diálogo con el rector de la UMET repasa sus propios errores y señala qué cosas fueron un acierto. Y afirma estar triste por los jueces que se inclinan ante el poder económico Llegó a Aeroparque el jueves a la noche y confesó: “En tres días tengo una agenda de tres semanas”. Rafael Correa, presidente de Ecuador entre 2007 y 2017, empezó su visita a la Argentina después de compartir una reunión con Dilma Rousseff y Lula en el límite entre Uruguay y Brasil. Los vio para apoyar la candidatura del presidente tornero que lucha por su derecho a competir en octubre. Horas antes de recibir su Doctorado Honoris Causa número 18 en la Universidad Metropolitana para la Educación y Trabajo y realizar su conferencia magistral, Correa visitó el Centro Cultural Caras y Caretas y accedió a una entrevista que fue filmada para la segunda temporada del ciclo de televisión Latinoamérica Piensa. Radicado en Bélgica pero viajero frecuente a Ecuador y al resto de América Latina, Correa dijo que se sentía “decepcionado e indignado” por el presente de la Argentina. “Pero también siento esperanza”, dijo. “Esperanza de que las cosas pronto cambiarán”. –¿La esperanza abarca a toda América Latina? –Si no tienes esperanzas mejor ándate a la casa. Que nos roben todo menos la esperanza. Siempre hemos mantenido el optimismo. Incluso debemos ser optimistas enfermizos y que esa enfermedad sea contagiosa. Nuestros procesos, nuestras revoluciones deben ser también revoluciones de la alegría. Yo sé que son tiempos duros. Pero tampoco son tiempos terribles. Nada que ver con las dictaduras de los setenta, cuando la gente desaparecía. Los procesos históricos son así. Avances, retrocesos. No son lineales. Lo que duele es cuánto se retrocede y a qué costo. Y hay que resistir. Y organizarnos para volver, como dicen los jóvenes. –¿Qué surgió de la reunión de estos últimos días con Lula y con Dilma?  –Estamos ante el lobo feroz. Ésa es la nueva estrategia de estos tipos para tratar de neutralizar a los dirigentes de izquierda: judicializan la política. Para eso necesitas un Poder Judicial sometido, el Partido Judicial. Fue una gran tristeza. Yo creía que había dejado el país más institucionalizado. Los jueces se elegían por concurso de merecimiento, público, transparente. Invertimos en infraestructura y en tecnología. Reformamos códigos y procedimientos. Terminamos con el millón de causas congestionadas. Creí que los jueces iban a aguantar un poquito más la presión política, la presión mediática, pero se han derrumbado como castillo de naipes. Hay jueces muy obsecuentes, por ejemplo los del caso (del enjuiciado vicepresidente Jorge) Glas. Durante nuestro gobierno los jueces fueron independientes. Yo ni los conocía. Solo al presidente de la Corte Nacional por cuestiones protocolares. A la actual presidenta que lo reemplazó ni la conozco y también fue designada en mi período. Le dijeron a la gente que puse a todos los jueces cuando la verdad es que surgían de concursos por merecimiento y por su propio mérito. Después se sometieron al poder de turno. Lo mismo le pasó a Lula. –Las elites económicas cooptan instituciones de la democracia.  –Hasta estoy censurado. Fui 10 años presidente, tengo un doctorado en Economía. Bueno, algo tendré para decir. Pero ya no publican mis columnas ni en el periódico público. Sí publicaron un artículo de Temer… Tratan de invisibilizarme. Al mismo tiempo hay intervenciones descaradas del Presidente. Dice: “Espero que la Corte Constitucional haga esto”. Y al día siguiente la Corte Constitucional lo hace. Es una clara injerencia en la justicia. No es mi sueño. Lo dije en enero de 2007, la primera vez que asumí el mando: mi sueño era el de llegar a un país sin opulencia pero también sin miseria. Quiero que la gente pueda vivir feliz, en dignidad, con igualdad, con equidad, con prosperidad –¿Cuánto falta para eso? –Falta bastante. Avanzamos mucho pero es mucho más lo que falta por andar. Pero todo nace. Entendamos que el desarrollo no es un problema técnico en primer lugar. Eso viene después. Es un problema político. Las carreteras que tú ves en Ecuador para los pueblitos olvidados, las extraordinarias escuelas para los más pobres, los hospitales espectaculares para los ciudadanos, fueron consecuencia de algo. Por fin hubo un poder popular en función de las grandes mayorías y no de las élites. Bueno, el poder ha vuelto a las élites. No pueden enrollar las carreteras y llevárselas o llevarse los hospitales en peso, pero van a dejar de hacer hospitales y van hacer más clínicas privadas. Hay que captar ese poder político para convertir nuestros Estados aparentes en Estados verdaderamente integrales y populares, para las mayorías y sobre todo para los más pobres. –América Latina en los últimos años sufrió retrocesos: el golpe contra Fernando Lugo, el golpe contra Dilma Rousseff, la derrota electoral del Frente para la Victoria en la Argentina. En Ecuador las elecciones marcaron una continuidad del rumbo. ¿Por qué después la victoria terminó en una crisis?  –Traición. Tan viejo como la humanidad. Michel Temer es un niño de pecho al lado de Lenin Moreno, porque Temer no era del Partido de los Trabajadores. Él estuvo 10 años con nosotros. Le ha salido todo el rencor, toda la amargura que ha tenido escondida. Y la hipocresía. Hace diez meses decía que yo era el mejor presidente de la historia, el mejor gobierno del planeta, el mejor ecuatoriano de todos los tiempos. Ahora soy el corrupto, el dictador y el mafioso. –¿Hay explicación de por qué no lo dijo antes?  –Nos utilizó hasta que nos necesitaba. Cuando ya no nos necesitó salió su verdadero yo y se alió con lo peor de la derecha. Le da la razón que nunca tuvo a la oposición. Dice que todo está mal:  el modelo económico, nuestra moral… Estuvo 10 años con nosotros y ahora somos ladrones… La lucha

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