REPRESENTANTE POLÍTICO DE UN IMPORTANTE SECTOR PROGRESISTA DE LA COLECTIVIDAD
«Nadie puede hablar por la totalidad de nuestra colectividad»
Hacemos púbica y reproducimos abajo la carta enviada el pasado jueves 3 de junio:
Señores: Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA)
De nuestra mayor consideración
Nos dirigimos a Vds. en nuestro carácter de representantes del LLAMAMIENTO
ARGENTINO JUDÍO, asociación civil con personería jurídica, fundada el 19 de septiembre de 2015, como resultado de un acto multitudinario de miembros de nuestra colectividad, posteriormente inscripta en la Inspección General de Justicia bajo el No. 190751.
Al respecto queremos señalar que tanto vuestra institución como la nuestra, representan a distintos sectores de la colectividad judía en la República Argentina, que tienen una variada heterogeneidad en sus pertenencias y miradas ideológicas, políticas, culturales y de todo orden.
Ello resulta intrínsecamente inherente a cualquier colectivo en distintas naciones del orbe y particularmente en aquellas que pueden responder a un común origen étnico, cultural o también religioso.
En ese sentido, sus adhesiones pueden inclinarse hacia diversas entidades representativas de la vida judía en el país, aparte de vuestra institución o la nuestra. También pueden guardar independencia frente a todas.
Por tal motivo nos parece que resulta injustificado que continuamente, en las declaraciones que la DAIA emite, por la prensa escrita o en cualquier otro formato audiovisual, invoque la representación de toda la comunidad judía.
Esta afirmación es inapropiada, ya que dada la diversidad que describimos, no resultaría posible para una institución constituirse en portadora única de esa facultad.
Por otro lado, confunde a las autoridades nacionales y a la población receptora de esos mensajes, que piensa que la colectividad a la que pertenecemos es un todo homogéneo cuando es exactamente lo contrario. No tiene un pensamiento único frente a los continuos acontecimientos de la vida política y social, y en eso radica su riqueza como parte de un pueblo.
En el art. 2 de sus Estatutos, DAIA expresa que “ejercerá la representación política de sus entidades miembros y de la comunidad Judeo-Argentina ante las autoridades… en toda cuestión que sea de interés de las entidades asociadas o de personas pertenecientes a la comunidad judía.”. Entendemos que la primera parte de la norma es cierta pero la segunda no. Sólo representa a las entidades “miembros”, como expresa el Estatuto. Por eso es una entidad de tercer grado, de la cual como dice el art. 10 del Estatuto, forman parte esas organizaciones.
En la segunda parte, la referencia a la totalidad de la “comunidad Judeo-argentina” nos resulta inaceptable porque omite registrar la diversidad de pensamiento que existe en la colectividad. No existen en vuestros padrones ciudadanos o individuos de ascendencia judía sino entidades de variada tipología. Señalamos este rasgo porque en nuestro caso contamos con muchísimos adherentes que son personas físicas y sin embargo, nunca podríamos representar a toda la colectividad. Con menos razones puede sostenerlo la DAIA que ni siquiera tiene individuos como adherentes sino personas jurídicas o de existencia ideal.
Es también sugestivo que el Estatuto establezca en el art. 3 que quienes aceptan que DAIA es la representante política de la Comunidad Judía Argentina, sean las propias entidades que se agrupan en su seno. O sea que se otorgan ante sí mismos esa calidad que denominan “aceptación”.
Por otra parte, atribuirse la representación de la comunidad/colectividad judía argentina y, como reza su estatuto, representar los intereses de la totalidad, lesiona gravemente el derecho constitucional de libre asociación consagrado en el art. 16 de la Constitución Nacional. En este caso, en el derecho de todo ciudadano a asociarse o no y, con ello, a no ser representado por una asociación a la que no pertenece.
En atención a estas consideraciones queremos solicitarles que, en el futuro, se abstengan de invocar la representatividad de toda la colectividad argentino judía y adopten los procedimientos necesarios para ajustar las normas estatutarias a dicha realidad.
Es nuestra intención resolver este conflicto por medio del cordial diálogo democrático incluso público como lo hemos sugerido en varias oportunidades, de manera que continuemos coexistiendo ambas instituciones dentro de nuestra colectividad, reconociendo ambas el nivel de inserción.
Saludamos a Uds. muy atentamente.
PRESIDENTE: Marcelo Horestein
SECRETARIO GENERAL: Pablo Gorodneff
Dres. Cyntia Benzion , Bernardo Fischberg, Luis Kon,
Alfredo Kraut, Beinusz Szmucler
COMISION JURIDICA
Excelente por fin nuevas voces lejos de la partidocracia propia y ajena y más cerca del legajo humanista que poseemos
Nuestro problema es que la DAIA cuenta con la colaboración de los mismos medios de comunicación que tanto daño hacen a nuestra Argentina en general. Colaboración que se manifiesta dando la falsa imagen de que la DAIA hablara en nombre de todos los judíos y creando una perniciosa confusión entre los no judíos que no tienen por qué estar bien al tanto de la verdadera situación.
Estimados señores,
Coincido plenamente con vuestra carta a las autoridades de la DAIA – Delegación de Asociaciones Israelitas en la Argentina.
Creo que es una distorsión de la realidad más que hace la DAIA en contra de los intereses del pueblo argentino y de la comunidad judía en este país.
Resulta bochornosa y lamentable la función real que viene ejerciendo la DAIA a lo largo de las últimas décadas: se han transformado en una verdadera «Policía del Pensamiento» al más crudo y repugnante estilo descripto por George Orwell en su novela «1984».
Yo mismo he debido sufrir las agresiones y el hostigamiento judicial y mediático de los directivos de la DAIA, porque osé manifestar públicamente mi apoyo el pueblo martir palestino a lo largo de muchos años.
También les propuse – y ahora les propongo a ustedes – la necesidad de abrir un verdadero debate público, respetuoso y equilibrado, sobre las raíces y los orígenes reales e históricos del mal-llamado «antisemitismo», que tanta confusión conlleva y cuyo uso como arma de Guerra Psicológica es utilizado para agredir, silenciar, descalificar e insultar a diestra y siniestra por malechores y canallas como los que conducen la DAIA.
Quedo al aguardo de vuestra respuesta y comentarios.
Adrian Salbuchi (fundador, Proyecto Segunda República/PSR)
Señor Salbuchi, este comentario suyo me ha llevado a consultar Wikipedia sobre usted y su PSR y me he encontrado con antecedentes muy poco recomendables. Si no fueran ciertos, le agradecería me diera argumentos sólidos para no creer a Wikipedia.
Pero lo de un debate sobre «los orígenes reales e históricos» del odio a los judíos me hace sospechar que tengan mucho de verdad y, en ese caso, no me interesa entrar en un debate con usted y muchísimo menos en las páginas de nuestro Llamamiento.
Porque de que los judíos somos responsables de gran parte de los males del mundo ya me había enterado cuando me tocó sufrir el nazismo en carne propia y en el asesinato de la mitad de mi familia más cercana.
Sr salvuchi
De judio usted no tiene nada
Salvo la maldad que lo seudos pt
Progresistas
Que siempre están buscando algo que los acomode a su manera tonta
De pensar
Es de decir de nada
Sr. «Albertomelad» ¿usted está seguro de entender lo que lee? Porque suponer que este Salbuchi se presenta como judío y encima como progresista, aunque sea de los que usted llama «seudos», me parece un despiste excesivo.