A 45 Años, la Presencia de Memoria, Verdad y Justicia, cuidándonos de Nuevas Olas de Covid y de Odio

Por: Benjamín Malamud Lerner (Desde Córdoba)

El 24 de Marzo de 1976 se inicia uno de los períodos de nuestra historia contemporánea que difícilmente puedan ser obviados, tal como intentó hacerlo el anterior presidente constitucional.

No fue un golpe de estado militar más de la larga lista iniciada con el derrocamiento de Hipólito Irigoyen en 1930, aunque en todos siempre hubo rasgos de violencia y represión. En ese 24 de marzo se acentuó una etapa previa de Terrorismo de Estado (TE), en que la vida y la seguridad mínima de los ciudadanos dejaron de ser un derecho, como todos los demás DDHH. 30.000 Desapercidos es la cifra que impresiona y más identifica con un genocidio a esa etapa, como la de los 400 o más niños Apropiados de los cuales han recuperado su identidad unos 130 gracias a la tarea gigantesca de las Abuelas de la Plaza de Mayo y del Equipo Argentino de Antropología Forense.

El Terrorismo de Estado significó mucho más que esas cifras, fue un inmenso e inconmensurable y perdurable daño a toda la trama social, la integrada por los que trabajan, los que estudian, los que militan en pro de una sociedad mejor y no solo a quienes optaron en aquel momento por el uso de las armas para confrontar contra el sistema económico social excluyente. Esta vez fue un golpe Cívico-Empresarial- Eclesiástico-Militar, enfocado en la instalación para siempre, del neoliberalismo como modelo de dependencia agro-exportadora, desindustrializante y endeudadora del imperio dominante.

A 45 años, Sr. Director, creo oportuno la reapertura de antiguos y nunca olvidados interrogantes: ¿Cómo fue posible que ocurriera semejante barbarie? ¿Qué factores posibilitaron dentro de nuestra ciudadanía que tal catástrofe humana ocurriera? Los historiadores buscaron mecanismos comunes con otros dolorosos genocidios, como el del pueblo Armenio, o con el nazi-fascista que golpeó a la muy civilizada sociedad europea, especialmente contra los judíos, los gitanos y otras minorías étnicas o por entonces discriminadas. La respuesta no era sencilla, pero lo que tenían en común tenían  era el mismo factor fácilmente reconocido: EL ODIO. También hubo factores geopolíticos, revanchistas, de expansión del poder económico, etc. Más nada podría haberse hecho ni allí, ni aquí, en Argentina y en los países hermanos del Cono Sur latinoamericano, dentro del Plan Cóndor, (totalmente documentado desde su origen en el cerebro del imperio), sin la promoción  mediática, formal o por las redes informales de esa época, sin la exacerbación de antiguos o renovados sentimientos de ODIO.

Pasaron 45 años y los gestores de aquella época nefasta no cesaron en sus ambiciones imperiales, de dominación, somos a su entender “el patio trasero”. Ya en lugar de los tradicionales golpes de estado, han desarrollado la estrategia del Lawfare, o de desaparición  o linchamiento mediático-judicial de opositores al modelo neo liberal. La reciente liberación de Luis Ignacio da Silva, Lula, puso en evidencia “la pata brasileña” de esa perversa estrategia. No solo lo llevó a la cárcel y le impidió al pueblo elegirlo como Presidente, permitiendo que Bolsonaro sí lo fuera, con las consecuencias visibles, sino que permitió la militarización del sistema de salud, la destrucción de importantes empresas nacionales, su privatización y extranjerización. Lo de Rafael Correa, en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y de Cristina Fernández aquí, no pueden ser analizados sin tener en cuenta ese antecedente.

Lo aclaró mejor el Diputado Leopoldo Moreau: «El lawfare se organizó para amedrentar». “Esa es la consigna de los grupos concentrados, de la embajada de Estados Unidos y de algunos medios hegemónicos”. En una reciente entrevista el Diputado pormenoriza el mecanismo de seducción de jueces antes y fiscales ahora, desde la embajada con la finalidad de que en complicidad con los grandes medios, se oculte que 40 integrantes del gobierno anterior están procesados y no encarcelados, porque aclara, “no somos lo mismo que ellos, respetamos los procedimientos legales”. Podría haber agregado “no espiamos”, ya que los fondos para esa finalidad de la AFI, pasaron a los gastos por la pandemia.

CELAG Centro de estudios latino americanos de geopolítica

Pero este Aniversario nos toma, tal como el del 2020 en medio de la pandemia que ya se cobró la vida de casi 54.000 compatriotas, que afectó seriamente nuestras fuentes de recursos económicos.  Que demostró la importancia de un Estado Presente y Solidario y del desarrollo de la ciencia como herramienta fundamental en el cuidado de la salud, sino también como fuente de creación de recursos propios para vencer en la contingencia: al ritmo posible y mientras ya se han inoculado más de 2.200.00 dosis de las vacunas disponibles y el ritmo de avance se acelera de acuerdo a la llegada de nuevas dosis desde un mundo donde el 10% más rico acaparó el 90% de las vacunas fabricadas, en nuestro país se sigue elaborando un inmunógeno local, dentro del ámbito del CONICET. 

Las amenazas de “nuevas olas” relacionadas con mutaciones conocidas, en especial, la de Manaos, variante P.1, es sumamente preocupante, por su mayor transmisibilidad y agresividad, con las posibles consecuencias de un desastre sanitario. Brasil con el 100% de las UTI colmadas y la falta de oxígeno en los centros de mayor envergadura, o el cierre de escuelas o de la presencialidad en Chile y Uruguay, o el brote en Paraguay, en la frontera con Formosa, son parte de esa acuciante realidad.

No todo depende de las vacunas y las medidas de prevención deberán cumplirse si no deseamos que ocurra una catástrofe sanitaria. No todas las noticias son malas y es bueno conocerlas: estudios  que previamente habían detectado una baja respuesta de inmunoglobulinas en los convalecientes, haciendo prever un bajo nivel de inmunidad, ahora han detectado en los linfocitos específicos, una buena capacidad defensiva. La no tan buena es que no impediría la transmisibilidad, de manera que se advierte la necesidad de mantener las medidas de distanciamiento previstas por los COEs.

Más en este 24 de marzo, afrontamos junto a las olas virales, recurrentes olas de odio que dificultan las medidas preventivas, como lo fueron el “negacionismo”, la “infodemia”, la falsa “infectadura”, “los anti vacunas” primero y luego “anti Sputinik V”, (inicialmente por ser de origen ruso y posteriormente por ser veneno). Ahora respondiendo a una mirada social excluyente demostrada en el gobierno anterior, piden que las vacunas sean pagadas y aplicadas en centros privados y las públicas, se destinen para los pobres. Pretenden ignorar que fue en el año 2018 en que se aprobó en el Congreso la Ley 27491, que promueve la cobertura universal, gratuita, equitativa y obligatoria como un derecho humano, para todos los grupos etarios  otorgando prioridad a la salud pública sobre cualquier otro mezquino interés. Recuerdo Sr Director, cuando en el Hospital de La Falda no contábamos antes del 2003, con las vacunas que si se encontraban en las farmacias al alcance de quienes podía pagarlas, aquellas fundametales en la lucha contra las meningitis y neumonías bacterianas.

En La Falda y pueblos vecinos se avanza con los programas de vacunación, ya habiendo protegido a los residentes en los geriátricos y a gran parte del personal de salud. La llegada de las nuevas vacunas dependerán de las múltiples fuentes accesibles y con el desafío de no poder emplear en los mayores de 60 años las 3 millones de la vacuna Sinopharm no aprobada por la OMS y el ANMAT, en ese grupo etario, aunque sí se la están aplicando en el gran Pekín, en Pakistán y en otros países. Hubiese sido dificultoso que en nuestro país se aplicara la Sinovac que llegó a Chile con solo un 50% de eficacia y pagada al contado, algo que nuestras finanzas jaqueadas por el FMI no lo permiten. Con cerca de 800 personas oficialmente confirmadas entre padecientes y recuperadas del Covid 19, (extraoficialmente la cifra se multiplica varias veces en todo el mundo), sumados a los casi 1000 vacunados a los que llegaremos este fin de semana, deberemos afrontar a estas nuevas olas. 17 vidas se ha cobrado la pandemia localmente. Abril va a ser un mes crucial en este esfuerzo preventivo, en que los testeos sistematizados serán imprescindibles

Finalizo esta nota, advirtiendo, que si bien no hay aun vacunas anticovid para todos como lo deseamos, sí hay estrategias de CONTENCIÓN y MITIGACIÓN que evitan males mayores. Igualmente no hay una vacuna contra el odio, pero ¡sí está presente en nuestra MEMORIA adonde llevan los odiadores seriales!. Con VERDAD y JUSTICIA, se puede mejorar la salud, la educación, la economía y el bienestar del pueblo e impedir, estos ciclos donde unos pocos, reiteradamente nos hacen pagar sus desastres o pérdidas y a la vez acrecientan una vez más sus ganancias. Fortalecer la democracia es el camino y este 2021 puede ser una real oportunidad.    

Benjamín Malamud Lerner

http://www.hamartia.com.ar/2021/03/16/embajada-eeuu-jueces/
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