“Lula sabe que ahora estamos en resistencia”

Fuente: Sofía Solari | Página 12
Fecha: 26 de AGO 2018

Después de un largo camino desde el centro de Curitiba para visitar a Lula, Adolfo Pérez Esquivel llegó a la puerta de la Superintendencia de la Policía Federal. “A las afueras estaba el campamento en apoyo a Lula, soportando la lluvia. Cuando entramos a la cárcel tuvimos que presentar el documento y seguidamente nos requisaron. Nos pasaron por el escáner para ver si portábamos algo y nos sacaron el celular”, recordó el premio Nobel de la Paz, una de las pocas personas autorizadas para visitar al ex presidente brasileño, además de su familia y sus abogados. Llegó al lugar de detención junto al ex canciller brasileño Celso Amorim. Escoltados por policías subieron en ascensor hasta el tercer piso, cruzaron un pasillo,  dieron con una puerta vigilada por dos guardias, uno a cada lado, y entraron. “Lula me estaba esperando, él había pedido que yo lo visitara. Está en una habitación angosta. Tiene su cama contra una pared, una cinta para correr, un televisor, algunos libros, una mesita, un bañito y nada más. También hay una ventana pero no vi nada por ahí. Ese día Lula estaba contento porque más temprano había recibido a sus familiares. Ellos le llevan frutas, libros y ropa. Lula tiene días estipulados para las visitas. A veces van amigos y otros días grupos religiosos, pero él no puede salir de la celda.” El ex mandatario está preso desde el siete de abril por orden del juez Sérgio Moro, quien lo condenó por supuesta adquisición fraudulenta de un departamento, cuestión que Lula niega y de la que no existe evidencia documental.

“Cuando lo vi nos abrazamos. Le hice saber que él no está solo y que hay gente en todas partes del mundo que lo está apoyando”, explicó Esquivel en conversación con PáginaI12 a la vuelta de su viaje. En su intensa recorrida, el defensor de derechos humanos, denunció la persecución política hacia el ex mandatario junto a Celso Amorim, ministro de relaciones exteriores (2003-2010) y Fernando Haddad, ex alcalde de San Pablo. Además Esquivel se reunió con Cármen Lúcia, presidenta del Supremo Tribunal Federal de Brasil, para exigirle la liberación de Lula.

–¿Cómo lo vio a Lula?

–Entré y nos abrazamos. Lo encontré bien físicamente pero no deja de estar aislado a pesar de las pocas visitas que puede recibir. No le permiten que vaya nadie de prensa, no le permiten comunicarse con el afuera. No tiene derechos políticos, está bloqueado. Lula está muy consciente de todo y sabe que esto es una lucha y que ahora estamos en resistencia. Ahora a él le toca estar adentro y a nosotros afuera, pero también adentro. En cada visita le hacemos saber que él no está solo, le decimos que hay gente en todas partes del mundo que lo está apoyando. También lo vi muy lúcido políticamente, sabe que su caso no es un hecho aislado. En el encierro aprovecha para leer mucho lo que le llevan sus hijos y sus amigos.

–¿Cuál es la principal preocupación que le transmitió Lula?

–Él está muy preocupado por el aumento de la represión y de las muertes,  fundamentalmente por el accionar del ejército en las calles de Río de Janeiro. Está preocupado también porque hubo amenazas, de generales de Brasil, que afirmaron que si Lula queda en libertad, ellos estaban dispuestos a dar un nuevo golpe de estado. Los poderes de derecha están tratando de bloquear cualquier posibilidad de que Lula vuelva al poder. También mostró su preocupación por el inminente peligro de recolonización que se está llevando a cabo en nuestros países con las políticas neoliberales como, por ejemplo, la propuesta de Temer de privatizar Petrobras.

–Usted visitó a Lula el mismo día que lo vio su compañero de fórmula, Fernando Haddad.

–Haddad llegó media hora más tarde que nosotros y luego se quedó un tiempo más. Mientras yo estaba ahí hablaron sobre la cuestión más partidaria y sobre cómo estaba la organización. El asunto es que ahora están esperando que el Supremo Tribunal Electoral se expida sobre la inscripción de la candidatura de Lula. Sin embargo muchos brasileños dicen que si Lula no puede presentarse a elecciones, declararán fraude, por eso es que Lula, junto a Haddad, está pensando alternativas. Además que ya saben cómo viene el panorama, si bien hay una resolución de Naciones Unidas donde exige que Lula tenga derechos políticos, ya saben que la procuradora general defenestró al ex presidente.

–¿Lula hizo alguna mención a lo que ocurre en la región?

–Sí, alertó sobre el cuidado que hay que tener porque esto es una política continental, con la complicidad de los grandes medios de comunicación. está muy preocupado. La misma metodología que se le aplicó a el es lo que se está aplicando ahora con Cristina. Bonadío es el Sergio Moro de Cristina. Lo podemos ver en el caso de Cristina, en el de Correa, o en Venezuela. En los golpes de estado en Honduras y en Paraguay. Brasil tiene un gobierno con un estado de excepción, dónde los derechos constitucionales y democráticos no se respetan.

–¿Qué dijo sobre la visita a la región de James Mattis, el secretario de Defensa de Estados Unidos?

–Dijo que es una vergüenza que venga este personaje a Brasil para imponer sus condiciones. Y dijo que su llegada justo en este momento no es una casualidad. Yo agregaría que el imperio nunca se quedó quieto con nuestra primavera latinoamericana. Se quedó maquinando y empezó con experiencias piloto para neutralizar y destruir los movimientos populares, porque América Latina, para el imperio, siempre fue una reserva de bienes y recursos.

–¿Cómo fue su encuentro con la Presidenta del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Carmen Lúcia?

–En primer lugar yo le dije que Lula es un preso político y que es inocente. Además le dije que la causa por la que Lula está preso es parte de una acción para impedir que él se presente como candidato a la presidencia de Brasil, porque si él llega a la presidencia, cambia el panorama latinoamericano. Ante esto, ella dijo que no va a decidir sola, que la decisión es del conjunto de los jueces, pero que sin embargo va a trasmitir lo que le dijimos. Yo le insistí mucho sobre la cuestión de la prisión política de Lula y sobre su inocencia y le pedí, respetuosamente, que por favor revean eso.  Esto mismo fue lo que le transmití después a Lula y él dijo: “yo estoy como un cachorro aquí. Cuando un cachorro está libre va y corre, pero yo ahora me golpeo con estas cuatro paredes de las que no puedo salir”.

–Como recibió Lula el libro dedicado que le mando el Papa?

–Se lo entregó Amorim y al recibirlo Lula se emocionó mucho y dijo “gracias Celso, cuando salgas mostráselo a la gente porque si lo dejamos acá nadie se va a enterar.”

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