Opinion

Nacionales, Opinion, Portada

Toda la vida en una orilla

Fuente: Carlos Zelarayán | Revista Zoom Fecha: 23 de MAR 2018 Orillero Murió René Houseman, uno de los más grandes jugadores de la historia del fútbol argentino. Se había iniciado en Defensores de Belgrano. Y con apenas 20 años se erigió como figura del Huracán de Menotti, un equipo que gañó el Metropolitano de 1973, y quedó en el recuerdo por la belleza de su juego. Fue Campeón del Mundo con Argentina. El periodismo deportivo lo despide con un pesado gramo de cinismo. Recogen momentos que no entienden, transcriben un anecdotario que parece menos justo que pintoresco: el de un personaje entrañable, hecho de una marginalidad simpática, un duende de la infancia, el pícaro del grado, un animador de fiestas. Se lee como al pasar algo de la Villa del Bajo Belgrano, la indignidad de tener que ir a pedirle a la Asociación del Fútbol Argentino que contribuya con el tratamiento para darle batalla a una enfermedad impiadosa. Las escapadas de la concentración para ir a jugar picados de infarto. Olvidan aquellos años, el clima de época, los modos verdaderos en que la vida se cifraba en aquellos días hechos de sueños y de dientes apretados, de compromiso social y político. Ignoran la naturaleza invencible de las alianzas que se tejían en las orillas de un mundo que amenazaba con el terror. El 11 marzo de 1973, el general Alejandro Lanusse convocaba a elecciones luego de ocho años sin democracia y dieciocho de peronismo proscripto. Apenas dos días antes, seis jugadores de Huracán (Brindisi, Babington, Houseman, Russo, Alfio Basile y Jorge Carrascosa) y el DT Menotti firmaban una solicitada que pedía “un deporte para el pueblo” y apoyaba “el retorno incondicional del general Perón. Liberación o dependencia. Cámpora al gobierno, Perón al poder”. “Era como el equipo de la JP”, dijo alguna vez el historiador Felipe Pigna. En la Mirabé se veían remeras de la Juventud Peronista. Houseman —Quenó, Hueso, el Loco—participaba en el Movimiento Villero Peronista (que integraba la tendencia revolucionaria). Jugaba en la Villa del Bajo Belgrano, de donde surgió, y de donde no se fue jamás. En aquellos años, la hinchada del globo llevaba una bandera inmensa que decía “Far y Montoneros son nuestros compañeros”. “Si yo fuera millonario, me compraría una villa”, dijo René. La villa como lugar en el mundo, el de los potreros. La villa de los laburantes, de los pibes que sueñan, la de las madres y los padres que cuerpean el hambre, el abandono, el miedo; con una esperanza que se cose con hilachas. Ahí se forjó su temple. Ahí latía el corazón del fútbol argentino. Esos latidos, en aquellos años, se escuchaban en la tribuna, amplificados, y se jugaban en la cancha, en un fútbol de fiesta porque celebraba la lucha por un futuro para todxs, con la belleza como arma. “Saaaale el sol, el sol sale para el Globo, sale el sol para el Globo”, cantaban los hinchas. Un fútbol “nacional y popular”, con uno de sus ídolos (Brindisi) condecorado por Perón por su decisión de rechazar ofertas del exterior y seguir en el país y en la selección. Ese Huracán —escribió el sociólogo Roberto Di Giano— alimentó el imaginario de “una primavera futbolística y social”. Cinco jugadores en ataque. Achique, toques verticales, diagonales, goles. Huracán empezó aquel campeonato con seis victorias al hilo: 6-1 a Argentinos, 2-0 a Newell’s, 5-2 a Atlanta, 3-1 a Colón, 5-0 a Racing y 1-0 a Vélez. La primera rueda fue de 46 goles en 16 partidos. La sinfonía total fue en la décima fecha: 5-0 en Rosario a un Central poderoso. “Pocas veces he visto una superioridad tal de un conjunto sobre otro”, escribió tiempo después el Negro Fontanarrosa. “La hinchada de Central, que no es complaciente, tras el último gol de Houseman, se puso de pie, y, simplemente, aplaudió”. Apenas cobró su primer sueldo en Huracán, René lo repartió entre sus amigos de la Villa. “¿Cómo no lo iba a hacer? Si ellos me dieron un plato de comida cuando yo no tenía ni para un vaso de leche”, se justificó. Osvaldo Pepe había escrito por aquella época “Houseman se hizo jugador en una villa. Alma de villero al fin, se negó a dejarla cuando era campeón del mundo, figura en Huracán y cuando los doctores en moral le sugerían que los índices del progreso se miden por pertenencias materiales. Nunca le perdonaron su fidelidad al destino villero, su compromiso —consciente o inconsciente, espléndido en los dos casos— con los afectos cotidianos y su desapego a la acumulación en una sociedad que castiga y penaliza cualquier esfuerzo desprovisto de sentido productivo”. Ahora se murió René. En la orilla. Donde vivió. Donde soñó. Donde jugó y nos hizo jugar y soñar a todos. El loco. El Hueso. René. El fútbol. Algo de mí se muere con él. Algo muy querido, que yo seguía abrigando en el rincón más tibio de mi corazón. Me dormí mil veces jugando como él, en los potreros del sueño, allí donde hacemos el gol de nuestras vidas y nos abrazamos con los compañeros más queridos. El gol con el que queríamos hinchar el pecho de los viejos. Sacarlos del pozo en el que se mordían los labios porque no podían darnos lo que ellos querían, porque la cosa venía torcida y feroz. El gol que nos diga que esta vida (todavía) vale la pena. Se murió René y ahora soy yo menos él. Y lo que se lleva es toda mi infancia. Todos los sueños que me hizo soñar: el mundo todo en una pelota. Se murió René y el alambrado del Ducó se estremece de un frío que hiela el alma. Se murió René. Y el fútbol cruje fiero, porque su Hueso más sólido ya no está más para sostenerlo. René vivió, jugó, soñó, luchó toda la vida en una orilla. Orillero, Hueso, Quenó, Loco: gracias por todo.

Nacionales, Opinion, Portada

24 de marzo de 1976

Fuente: Jorge Alemán | La Tecla Eñe Fecha: 23 de MAR 2018 Cuando ya anochecía en Buenos Aires la ciudad se había transformado en una cacería llevada a cabo por las fuerzas armadas. Se disipaba definitivamente la vana esperanza que algún sector bienpensante había elucubrado: el golpe iba a aminorar la ferocidad asesina de la Triple A de López Rega bajo el gobierno de Isabel. Por el contrario se confirmaba que la Triple A era la primera parte del ensayo de un genocidio planificado. Por razones inefables un compañero, Rodolfo Ladaga, y yo, atravesamos la ciudad hasta llegar a un café que frecuentaba mi Padre. Aún no sé qué buscábamos. De un modo lacónico mi Padre dijo con amargura “habrá que irse”. En nuestro caso ya no quedaba nada en pié, todos nuestros espacios estaban intervenidos. Recuerdo que cuando volví en Democracia, mi amigo Federico Caretti me pidió que conversara con su madre, quién padecía un “trastorno” por su senilidad. Fui a su casa y me argumentó obstinadamente que esa no era su casa, ni su calle, ni la iglesia de enfrente era la iglesia de enfrente. ¿Esta calle no es Marcelo T? pregunté amistosamente. Se parece, me dijo pero no es Marcelo T. La madre de mi amigo había perdido a su hijo, dirigente de la UES asesinado por las FFAA, y otro hijo se había muerto en el exilio. Los neurólogos llaman a este estado “síndrome de Capgras”. Sin embargo, cuando me retiré de la conversación tuve la certeza de que en su locura “senil” se alojaba la mejor descripción de lo sucedido. Así se lo comenté a mi amigo: Buenos Aires no está bombardeado, no hay cráteres, el obelisco sigue en su sitio etc., pero aquí hay algo que ha quedado dislocado para siempre y ninguna de nuestras calles ni nosotros ya seremos quienes creíamos ser. Un terremoto de gran magnitud pero invisible había tenido lugar, tal como lo dice Fabiana Rousseaux, un silencio agudo y eterno había penetrado las cosas en su ser íntimo. Pero la historia es el lugar donde lo reprimido retorna. Nadie festeja el día del alzamiento nacional franquista, salvo un  reducido grupo de ultraderechistas nostálgicos Ahora todo el mundo fue demócrata en España. En cambio en Argentina se fue imprevistamente construyendo un fenómeno político excepcional, incomparable, seguramente único en el mundo. Gracias a las Madres, Abuelas, Hijos, movimientos de derechos humanos y movimientos sociales, el 24 de marzo se resignificó en un acto colectivo de memoria militante. En este punto no se puede ignorar el papel de quienes gobernaban el Estado. Como si un performativo colectivo hubiera transformado una afrenta absoluta a la condición humana en un día de conmemoración militante que viene a mostrarnos que “no Todo” es matable. El 24 no es la resurrección pero si la mostración en acto de lo que no termina de morir nunca. La huella de lo que nunca termina de morir, lo que no puede ser asesinado del todo está siempre presente en el núcleo de cualquier proyecto emancipatorio. Por eso este acto, este día, es el que supervisa en última instancia a todo el proyecto político, el actual y lo que vendrá  también. El homenaje del 24 no celebra nada ni borra el insulto a la Humanidad que se perpetró. Pero rememora lo que ahora y siempre nos interpela, el deseo, “que hace que la vida no tenga sentido si produce un cobarde”.   * Profesor honorario de la UBA, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (España) y de la Escuela de Orientación Lacaniana (Argentina). Poeta.

Nacionales, Opinion, Portada

Hacia una nueva etapa política. Del hartazgo a la esperanza

Fuente: Carlos Raimundi* | La Tecla Eñe Fecha: 08 de MAR 2018 En una conferencia, en 2013, se puso a prueba ante 500 personas la posibilidad de que alguno de los asistentes acertara el peso de un buey que el conferencista había conducido hasta el escenario. Votó cada persona presente y ninguna dio con la verdad. Pero, curiosamente, fue el promedio entre todos los votos la cifra que se aproximó casi con exactitud al efectivo peso del animal. Esta introducción es solamente un ejemplo aleatorio de eso, por momentos intangible, pero real, que podríamos llamar “sabiduría popular”. Macri no le habla al Pueblo. Ni saluda al Pueblo, como quedó corroborado con esa escalofriante imagen en que desde las puertas del Congreso agitaba su mano hacia la nada. Es un presidente sin Pueblo. Habló en su discurso de “crecimiento invisible”, y, lejos de lo que algunos creen no se equivocó. Era una metáfora más de esas que se elaboran en las cápsulas de ensayo del poder, para agradar al mundo de las empresas, que es el destinatario de sus trastabillantes palabras y deshilvanadas oraciones. Su preocupación no es la pobreza, sino la tasa de ‘riesgo país’, porque de ella depende que pueda seguir endeudándonos y haciendo pingües negociados. Pero, por un lado, las consultoras internacionales y los diarios especializados ya hablan de la insustentabilidad de su política económica. Por el otro, la inflación, las tarifas, los despidos, los recortes salariales y jubilatorios, tienen su reflejo en el creciente malestar de la gente. La macroeconomía comienza a decirle “no te presto más”, y el Pueblo comienza a decirle “no te aguanto más”. Cuando esas coordenadas se encuentren, tendrá lugar el punto de inflexión que han tenido históricamente las políticas de ajuste en la Argentina. Hace tiempo señalamos que nadie puede anticiparse a los procesos populares, ni enunciar de antemano qué forma adoptarán. Sólo podíamos decir que sabíamos, por experiencia, que un modelo basado en el endeudamiento externo, centralidad de la ganancia financiera, apertura comercial indiscriminada, cierre de fábricas y talleres, destrucción de la industria, fuga de capitales, concentración de recursos en pocas manos, no podía terminar de otra manera que en el hartazgo de gran parte de la población. Pero no sabíamos con precisión ni cómo ni cuándo éste se manifestaría. Debido a esa convicción nos opusimos y no consentimos desde un principio el acuerdo con los fondos buitre, la eliminación del cerrojo que limitaba el endeudamiento, la eliminación de retenciones, la re-primarización de nuestra economía, el ajuste social. Aun cuando tantas voces nos dijeran que no debíamos poner obstáculos a las primeras medidas adoptadas por un gobierno democráticamente votado. No se trataba de un antojo, ni de un oposicionismo caprichoso. Lo hicimos porque sabíamos que eran precisamente aquellas primeras medidas las que sentarían las bases de un modelo socialmente insustentable. El cansancio colectivo se hizo esperar, pero no tiene retorno. Se hizo esperar no sólo debido al ocultamiento mediático de las verdaderas características y consecuencias del modelo, sino a todo un complejo dispositivo de persuasión cuyo inicio data de varios años, y se propuso una capilaridad muy profunda, contó con elevados recursos financieros y estrategias de penetración altamente estudiadas, y trasciende las fronteras nacionales para extenderse por toda la región. Un dispositivo de persuasión diseñado más allá de nuestras fronteras, que cuenta con organizaciones intermedias creadas al efecto y que ha gastado mucho dinero en el entrenamiento de políticos, empresarios, jueces, editores, periodistas y otros formadores de opinión. No se trata sólo de un monopolio mediático. Se trata de todo un sistema de interpretación como el que inculca la publicidad de una trabajadora de una fábrica de pastas o de un trabajador de una fábrica de hielo que atribuye los cortes de luz a la conducta de las y los ciudadanos de a pie que poseen aire acondicionado, y no a la desinversión de las empresas, que gracias al aumento de tarifas han incrementado ostensiblemente sus ganancias pero no han invertido para mejorar el servicio. Este sistema de falsedades había penetrado profundamente en el registro simbólico de partes muy importantes de nuestra población. Se creó así todo un clima de desprestigio respecto del gobierno anterior, basado en asociarlo con la corrupción y el despilfarro, frente a lo cual el macrismo vendría a poner orden, pese a lo doloroso que ello resultara. Mucha gente de buena fe creyó, durante todo este tiempo, en el mensaje de que lo principal era odiar al kirchnerismo. Gente trabajadora y honesta para la cual, como consecuencia de aquella profunda estrategia de persuasión que va mucho más allá de lo mediático, le pasó inadvertido el clásico modelo de saqueo neoliberal vigente, porque el objetivo central se reducía a saturar la agenda con la idea de que el kirchnerismo “se había robado todo” y que de esa “pesada herencia” no se podría salir sin sacrificio. Supongamos que fuera verdad que el kirchnerismo “se robó un PBI”. De ser así, hoy, que estamos gobernados por personas supuestamente probas, estaría disponible para acciones de gobierno y políticas públicas aquel dinero del presupuesto que nosotros robábamos y ellos no, más los 200.000 millones de dólares ingresados en concepto de deuda externa. Es decir, tendrían que agregarse miles de escuelas a las 2.000 construidas por el kirchnerismo, decenas de universidades populares a las 19 creadas por el kirchnerismo, millones de computadoras para las y los estudiantes, fabricadas en el país al igual que las autopartes y los electrodomésticos. La mentira es inocultable, como lo es para cientos de comerciantes que votaron a Macri influenciados por el odio impuesto a su interpretación simbólica, pero que en su realidad concreta sufren el marcado descenso de sus ventas. En fin, cada vez más gente se está dando cuenta de la mentira. Durante todo este tiempo estuvieron centrados en odiarnos, debido a una supuesta ruta de dinero jamás encontrada, y que en todo caso conduce a las guaridas fiscales donde Macri y los funcionarios de su administración esconden el dinero que evadieron del país. Y mientras

Nacionales, Opinion, Portada

Impunidad domiciliaria para genocidas

Fuente: Carlos Rozanski | Página 12 Fecha: 07 de MAR 2018 La descabellada iniciativa del Gobierno, de mandar a su casa a 96 genocidas, con la excusa de que eso “descomprimiría” las cárceles, hiere a una parte importante de la sociedad. Si bien es cierto que las cárceles federales y provinciales, en violación de la Constitución Nacional, mantienen hacinados a decenas de miles de detenidos, es falso que al Poder Ejecutivo le interesen esos presos. No al menos los presos sociales –que son la inmensa mayoría- y los presos políticos, que sólo están encarcelados por decisión del régimen. Lo que en realidad les importa son aquellos procesados y condenados por delitos de lesa humanidad, cuya prisión colisiona con la ideología de quienes, por el momento, conducen la política oficial. No podemos soslayar que, desde el primer día de gestión, la banalización y negacionismo de las violaciones a derechos humanos cometidas por la dictadura de los 70, fue la regla y el precedente de este nuevo atropello. En ese sentido, cabe recordar que los delitos de lesa humanidad, que son aquellos cuya gravedad trasciende al daño individual ya que afectan a la humanidad toda, son los que, en nuestro sistema legal, reciben la mayor sanción prevista por el Código Penal. En nuestro país, los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar configuraron, además, el delito internacional de genocidio. A partir del año 2003, se dieron en la República Argentina las condiciones para que numerosos genocidas fueran juzgados y condenados por los tribunales locales, en un proceso histórico que no reconoce antecedente en el mundo. En ese proceso, cientos de represores han sido condenados por delitos gravísimos como homicidios, desaparición forzada de personas, apropiación de bebés, violaciones, torturas y robos calificados. Por la magnitud y características de las penas aplicadas y los delitos cometidos, los procesados y condenados, han permanecido en cárceles de nuestro país, ya sea durante los procesos, o bien cumpliendo sus condenas. Ante esa realidad, como sucede con todos los avances sociales que generan pérdida de privilegios o el fin de la impunidad, como la que gozaron durante décadas los genocidas, se producen reacciones. Esas reacciones pueden traducirse en amenazas o daños concretos a víctimas y testigos que los incriminen, llegando en el trágico caso del testigo Jorge Julio López a su desaparición forzada en el año 2006 durante la última etapa del juicio a Miguel Osvaldo Etchecolatz. El nombrado ex jefe policial – hoy en su hogar- resultó en esa oportunidad condenado a reclusión perpetua, pena máxima prevista por nuestro ordenamiento jurídico. Otro aspecto de las citadas reacciones reside en las estrategias llevadas adelante para lograr una impunidad de hecho, conocida como “prisión domiciliaria”. Se trata de un instituto regulado en la Ley 24660, que implica una opción y no una obligación de los jueces de conceder ese beneficio. Esto resulta fundamental porque pone en evidencia que esas prebendas son otorgadas por clara y explícita voluntad de los magistrados y no por obligación legal. La razón sistemáticamente esgrimida en las resoluciones favorables -en los casos de lesa humanidad- es la de que se otorga por “estrictas razones humanitarias”. Se impone explicar sintéticamente la falacia de esa argumentación. Las personas mayores de 70 años de edad suelen presentar algunos problemas de salud derivados de la etapa etaria que atraviesan. En diversos casos llegan a afecciones que incluso ponen en riesgo su vida, de no contarse con ayuda médica inmediata o lo más rápida posible. En ese sentido, algunos casos de detenidos por delitos de lesa humanidad ayudan a tener claro el tema. En el caso del nombrado Etchecolatz, se tramitaron –previo a su actual libertad domiciliaria- diversos pedidos de ese beneficio. Allí, el Hospital Penitenciario Central (HPC) respondió en su momento a preguntas específicas del tribunal actuante que el condenado en cuestión –o cualquier otro allí alojado-, en caso de requerir auxilio médico urgente, lo recibiría en el plazo aproximado de 5 minutos. Para situaciones de mayor riesgo que requirieran una complejidad de atención superior a la que dispone el HPC (que de por sí es bastante alta y competente), se podría trasladar al interno a un nosocomio de alta complejidad en un lapso de alrededor de 15 minutos. Resulta obvio que un detenido que gozara del beneficio de cumplir su pena en su casa en ningún caso estaría en condiciones de recibir ayuda médica en lapsos tan reducidos de tiempo. Esto, no por obvio deja de ser impactante, ya que da por tierra la excusa “humanitaria” en el caso de detenidos enfermos, sean leves o graves. Resulta claramente más humanitario proveer condiciones de ayuda médica rápida a quien la necesita, que mandarlo a su casa. Una prueba dramática de lo dicho es el caso del represor Miguel Colicigno, quien durante 1976 fue jefe del centro clandestino de detención y tortura «Protobanco» que funcionó en Camino de Cintura y Autopista Riccheri. El represor había estado prófugo de la justicia durante 2 años antes de ser detenido. El 16 de junio de 2016, ya apresado, Colicigno se encontraba en su casa gozando de la denominada “prisión domiciliaria” por su edad (86 años) y alegadas condiciones de salud. Sin embargo, su deceso se produjo a raíz de un suceso ocurrido mientras se encontraba subido a una escalera, podando un limonero. Desde allí cayó hacia una pileta de natación que no tenía agua y como consecuencia de las lesiones de la caída falleció. Emblemático desenlace para el tema en análisis. Está demás aclarar que la casa de Colicigno no fue precisamente un espacio seguro para su salud. En segundo lugar, su estado le permitió subir a una escalera para podar un árbol. Finalmente, los limoneros y la pileta de natación dan cuenta claramente del nivel de vida de quien, luego de permanecer dos años prófugo de la justicia, acusado de gravísimos delitos, es enviado a su casa por “razones humanitarias”. Si bien el tema permitiría un desarrollo más extenso, baste para finalizar este breve análisis, efectuar algunas conclusiones que considero oportunas. Los procesados o condenados por delitos de lesa humanidad deben afrontar el proceso y una eventual condena en prisión. Lo contrario viola el compromiso

Nacionales, Opinion, Portada

Hay futuro

Fuente: Carlos Heller | Página 12 Fecha: 25 de FEB 2018 El Gobierno, y muchos de los comunicadores que funcionan en su órbita, intentaron presentar el acto de este último miércoles como un evento aislado y como la expresión del interés particular del líder de uno de los gremios convocantes. Por eso, se intentó concentrar todo lo relacionado con el acontecimiento en la figura de Hugo Moyano, como si éste fuera el protagonista excluyente de la medida de fuerza. No fue lo que se vio en el escenario. No fue lo que se observó en la multitud movilizada. Los discursos fueron cortos y similares en extensión. Ninguno de los oradores sobresalió sobre los restantes. Hubo un protagonismo cuidadosamente distribuido: sectores diferentes hablándole a la muchedumbre. En las calles, repletas de manifestantes, se pudo observar a dirigentes y militantes de muy diversos espacios políticos, sindicales, sociales y culturales a los que hasta hace poco tiempo hubiera sido impensable verlos participar en un espacio común. Se intentó aislar el acontecimiento definiéndolo como el acto de Moyano pero el dirigente camionero lo presentó como el acto de todos. Y fue una manifestación diversa y plural. En el transcurso de la concentración hubo repetidas convocatorias a la unidad. Se sabe: para que un llamado a la unidad no sea un contrasentido debe haber varios sectores que lo justifiquen. No es posible ese llamado si hay un único sector: a la vez, el que convoca y el convocado. Por eso, esa convocatoria define las características del acto: sectores muy diversos, con posturas diferenciadas, con matices entre ellos, confluyendo en una acción común contra la aceleración del proyecto neoliberal. De allí la importancia de este acontecimiento: fue un punto de inflexión en los procesos de construcción de una  oposición amplia y diversa al gobierno nacional. Se han constituido dos relatos en pugna en torno al acto del miércoles. En uno de ellos, el hecho no tiene historia ni futuro. No es un punto en una línea con un atrás y un adelante. Es un hecho aislado. No expresa los intereses múltiples de una amplia confluencia de fuerzas sindicales, sociales, políticas y culturales. Expresa el interés individual de un dirigente. Por supuesto, es el relato del gobierno, fiel a su postura individualista: no hay historia, no hay procesos sociales ni políticos, sólo hay individuos que expresan y defienden intereses particulares. En el otro relato, del que nos sentimos parte, el acto del miércoles fue un nuevo mojón en la confluencia de un frente opositor amplio y  diverso, el punto más alto, hasta ahora, de una línea histórica de movilización social y política que se profundizó con la sanción de la reforma previsional, que perjudicó a los jubilados y a los trabajadores en general. Desde esta perspectiva, el acto del miércoles abrió un espacio nuevo para la articulación de un discurso alternativo. La movilización no fue sólo expresión de las luchas del pasado sino un envión hacia un futuro con propuestas y nuevas iniciativas. No fue sólo un acontecimiento defensivo: abrió también mayores posibilidades para un discurso propositivo. Más aún: el llamado a la unidad difícilmente será efectivo si no es acompañado de propuestas alternativas con relación a las implementadas por el gobierno nacional. Estoy convencido de que hay que ir a fondo y avanzar hacia una reforma constitucional. Es imprescindible modificar el funcionamiento de las instituciones de la República para que éstas acompañen procesos de transformación impostergables en nuestro país. También habrá que definir  muy claramente el modelo de inserción  en el mundo globalizado, el rol del Estado, la política de derechos humanos, civiles y sociales, la política de defensa del mercado interno, de las pymes, el manejo de las importaciones, la administración del tipo de cambio, entre otros. Hay veinte o treinta puntos que requieren de un acuerdo previo. El actual gobierno ganó las elecciones presidenciales con una ajustada mayoría de algo más del 51 por ciento. A ese resultado se llegó con el aporte de un  sector fluctuante de la sociedad que se entusiasmó con las propuestas macristas de transparencia y de calidad republicana frente a toda la instalación que se hizo para descalificar la gestión del gobierno anterior. Esos sectores hoy han comenzado a transitar el camino del desencanto. A ellos también debemos convocarlos a que se sumen a la construcción de un nuevo espacio. Pero este desencanto no es el único problema con el que se encuentra el gobierno: en el interior de la coalición gobernante han comenzado a manifestarse crecientes tensiones que se suman a las previas dificultades para lograr mayorías parlamentarias, lo que deriva en una preocupante utilización de decretos de necesidad y urgencia. Hubo un reciente pasado de movilizaciones populares. En esa línea se produjo el acto del miércoles. Desde ese día hay más futuro. Se ampliaron las posibilidades de construir un frente amplio y diverso. No sin contradicciones y tensiones, por supuesto. Pero con la plena convicción de que es necesario diseñar y llevar a la práctica una propuesta alternativa para, por lo menos, poner en pausa a la meritocracia neoliberal. Ese es el desafío que tenemos por delante los que soñamos con construir una sociedad más justa, solidaria e inclusiva. * Presidente del Partido Solidario. Ex diputado nacional.

Nacionales, Opinion, Portada

Bomba de humo en AMIA para tapar la marcha

Fuente: Ari Lijalad | Nuestras Voces Fecha: 23 de FEB 2018 Ronald Kenneth Noble, ex secretario general de Interpol, desmintió una vez más una operación mediática y judicial del Grupo Clarín, la DAIA y el Gobierno contra CFK y Timerman. Argumentan que es falso un e-mail de Noble en el que desmentía que Timerman hubiera querido quitar a los sospechosos iraníes del alerta roja, cuando el propio Noble lo reconoce como verdadero. La operación es vieja, pero el día en que la 9 de Julio se colmó con una protesta contra el gobierno de Mauricio Macri, TN y Clarín decidieron reflotarla y volvieron a ser desmentidos públicamente. El miércoles, tras la multitudinaria marcha en contra de las políticas de Mauricio Macri, el multimedio que aún comanda Héctor Magnetto sacó a relucir uno de sus comodines favoritos para la dispersión mediática: la denuncia del fallecido fiscal Natalio Alberto Nisman y sus múltiples derivaciones. Esta vez reutilizaron un mail en el cuál Ronald Kenneth Noble,  aseguraba que mientras secretario general de Interpol la Argentina nunca había solicitado el levantamiento de las alertas rojas que pesan sobre los acusados iraníes y ratificaba el compromiso de Cristina Fernández de Kirchner y Héctor Timerman en la búsqueda de justicia en torno al atentado a la AMIA. Ese mail fue leído públicamente por el entonces canciller Timerman el 16 de enero de 2015, día en que lo recibió. Allí, Noble afirmaba: “Mientras era Secretario General de INTERPOL, en cada ocasión que usted y yo hablamos y nos vimos en relación con las notificaciones rojas de INTERPOL emitidas con relación al caso AMIA, usted indicó que INTERPOL debía mantener las notificaciones rojas en vigor. Su posición y la del Gobierno argentino fueron consistentes y firmes”. El contenido completo de ese e-mail de Noble a Timerman desmorona las acusaciones en contra del ex canciller, que aún es sometido a una prisión domiciliaria que no sólo viola sus derechos sino que pone (a sabiendas) en riesgo su salud en medio de un tratamiento contra el cáncer que se estaba realizando en Estados Unidos. Como el e-mail de Noble refuta las operaciones mediático-judiciales, nuevas operaciones mediático-judiciales buscan refutar el e-mail. Ahora, el eje argumental de es que su contenido supuestamente fue falseado por cancillería. Más aún: Clarín dicta que fue escrito directamente bajo instrucciones de Timerman. La acusación choca contra innumerables declaraciones del propio Noble, que reconoce el texto como propio. Ahora también pedirán su indagatoria, pese a que el propio Noble había pedido declarar en la causa y los abogados de Timerman también habían pedido que se lo cite como testigo. Los gestores de la operación Nisman nunca aceptaron. Al pie del cañon A las pocas horas de la masiva movilización en la 9 de julio, primero desde el noticiero de TN y luego desde Clarín aseguraron: “Una pericia dijo que es falso un mail de Interpol a Héctor Timerman”. La nota se basa en una pericia de parte que, según Clarín, sostiene que “un mail que el ex canciller Héctor Timerman atribuyó al ex jefe de Interpol Ronald Noble fue escrito en computadoras de la Cancillería y no en las oficinas de la fuerza policial multilateral”. El tema es antiguo. Quien lo empuja, el abogado Tomás Farini Duggan, responde a los designios de la DAIA y ya lo había planteado a fines del año pasado en una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN).  Ahora Clarín lo reimpulsa. Ya  hubo otra maniobra para deslegitimar el contenido de este e-mail, relatada por el periodista Raúl Kollman en Página/12. “La reconstrucción de una verdadera secuencia de mails destruye la acusación del juez Claudio Bonadio y la Sala II de la Cámara Federal con la que pretenden involucrar al ex secretario general de Interpol, el norteamericano Ronald Noble, en una especie de complot para encubrir al ex canciller Héctor Timerman. El magistrado y los camaristas sostienen que Noble se prestó a firmar un texto escrito por la Cancillería en defensa de Timerman, o sea que el norteamericano simplemente aceptó poner su rúbrica en una carta redactada en Buenos Aires. La base de todo es un mail que circuló dentro de la Cancillería con la traducción de la carta”. Por entonces, el montaje mediático-judicial insistía en que la traducción de ese e-mail era previa a su recepción. Para eso, sostenían que el entonces vicecanciller Eduardo Zuain envió un mail interno de cancillería con la traducción a las 16.46hs mientras que el original de Noble figuraba a las 21.13 del mismo día. Lo que Kollmann reveló es que los jueces pasaron por alto las 8 horas de diferencia horaria entre el lugar donde se envió el e-mail, Dubai, y la Argentina. “El mail de Noble tiene la hora, 21.13.55. Pero el juez y los camaristas sacan la conclusión que ese horario indica que es posterior a los mails que circularon dentro de la Cancillería con el texto. El increíble error es que el horario es de Dubai, o sea que en Buenos Aires, que son ocho horas menos, no eran las 21.13.55 sino las 13.13.55”, reconstruyó Kollmann. @RKNGlobal “Más información engañosa de Clarín sobre AMIA”, retrucó ayer Noble desde su cuenta de Twitter. En primer lugar, Noble señala lo obvio. Su cargo en Interpol cesó en 2014. El e-mail en cuestión tiene fecha del 16 de enero de 2015, por lo que resulta evidente que no fue escrito en las oficinas de Interpol. Lo raro hubiera sido que Noble, ya retirado de esa organización, utilizara sus oficinas. Tal como informó Nuestras Voces, Noble ya derrumbó los argumentos de Bonadío. “Ahora, Clarin hace la afirmación falsa y fácilmente refutable de que Ronald Noble no escribió el mail del 16 de enero de 2015 a Timerman a pesar de que Ronald Noble hizo repetidas declaraciones por escrito y a periodistas de que él y sólo él escribió ese correo. Sólo pregúntenle a Ronald Noble!”, insistió el ex capo de Interpol. Como en ocasiones anteriores, Noble escribió una sucesión de tuits donde mostró las pruebas a su favor.

Nacionales, Opinion, Portada

Eduardo Aliverti: «Los grandes medios siguen fijando la agenda pero pierden credibilidad»

Fuente: José Cornejo | Agencia Paco Urondo Fecha: 23 de FEB 2018 El reconocido periodista brindó una entrevista a la AGENCIA PACO URONDO: «O te banca una estructura política, como por ejemplo el grupo Octubre, o es muy difícil imaginar la subsistencia de los medios en base a una solvencia económica que permita avanzar». Recientemente se dio un concierto mediático contra Eugenio Zaffaroni. Sirve como puntapié para la discusión, ¿cuál es la situación del periodismo hoy en Argentina? No creo que se pongan de acuerdo para decir que hay que matar a Moyano o a Zaffaroni. Operan por instinto profesional corporativo. «La gente» tiene una película de que existe una suerte de coordinadora temática, pero rige un sistema de valores ideológicos. No necesitan eso. Se inscribe en el dibujo de creación de enemigos, de cucos. Hay un momento de descenso de popularidad de Macri y la necesidad de instrumentar nuevas enemistades. Lo que aparece muy fuerte es que la agenda sigue siendo fijada por los medios tradicionales. Con pocas excepciones: el primer caso de fijación de agenda por parte de las redes fue el Caso Maldonado. Otro caso de construcción de enemigos se da con Víctor Santa María. No hay causa judicial. Hay una investigación del aUnidad de Investigaciones financieras por una presunta causa de lavado de dinero. Sin embargo, se las han arreglado para montar ese imaginario. Pareciera que la presión sobre Santa María es infernal, pero no tanto por su rol sindical sino por el vinculado a los medios de comunicación. Ese es el orden exacto. Respecto a eso, ¿cómo lee la creación del nuevo medio de Verbitsky? Respecto a Cohete a la Luna y Página12, hubo un tironeo interno. Choques respecto a cómo manejar la publicación de las listas de los blanqueadores. En verdad, más allá del enojo que nos consta que generó la lista en el gobierno, la presión sobre el grupo Octubre y el sistema de medios en la persona de Santa María, no digo que sea ajena al tema Verbitsky, pero el tema de Verbitsky suscitó un econo particular que ya venía dándose. La venganza que el gobierno comete con la pauta oficial, ninguneando a Página12, es previa a la situación de Verbitsky. ¿Los medios no oficialistas van hacia su desaparición? Hace rato que subsistir periodísticamente implica que atrás tengas una «orga» o algún tipo de sustento económico. De lo contrario es imposible. Algunas experiencias como el llamado crowdfunding, la suscripción, parecen comenzar a funcionar y volverse una alternativa. Remarco el «parecen». Por lo que se ve y conozco de experiencias mundiales, tienen más que ver con el mundo artístico que con el periodístico. Mi visión en cuanto a lo que percibo y puedo estar estudiando o relevando del ambiente de los medios a nivel internacional, es un futuro de subsistencia de los muy grandes, cada vez más concentrados, y de los pequeños que agreguen «plus», calidad periodística, y la probabilidad de aunarse en mini-estructuras que oferten algún tipo de «plus» en relación a la información circulante. O te banca una estructura política, como por ejemplo el grupo Octubre, o es muy difícil imaginar la subsistencia de los medios en base a una solvencia económica que permita avanzar. Con la ley de servicios de comunicación audiovisual, se consideró que era un fin. Que torcerle el brazo a Clarín había terminado una etapa. Algunos dirán que ya no tiene sentido discutir sobre eso. Algunos dicen que la ley quedó «noventosa», analógica. Creo que eso es cierto. No se hizo nada para responder a la solvencia económica de esos nuevos medios y agregarles categoría profesional. Existió un amateurismo del kirchnerismo en ese terreno. ¿Qué actores políticos del kirchnerismo sí tienen una buena lectura de medios? Luis Lazzaro, Daniel Rosso, por citar dos figuras del mundo académico militante. De hecho han constituido en el ámbito de Comunicación Social de la UBA un escenario con asesoramiento a cómo trabajan la prensa las organizaciones sindicales y demás. En sus conceptos fue derrotada en la concepción exclusivamente corporativa que el kirchnerismo tuvo sobre cómo librar la batalla comunicacional. Este me parece un tema polémico. Asumo las posturas que uno tuvo en su momento. Cuando veíamos a los Szpolski y a los López haciéndose cargo de los medios, porque de lo contrario solo es Clarín y La Nación, uno dijo “está bien, es una parte de la batalla. Se los va a sostener con pauta”. Simultáneamente a esa construcción coyuntural de corporaciones de signo inverso a las dominantes, ¿qué se hizo por abajo? ¿Qué se hizo respecto de las preguntas acerca de con cuál grado de solvencia económica, con qué respaldo del Estado y por tanto decisión política y con qué grado de capacitación profesional? El problema no fue darle medios a Cristóbal López o a Sergio Szpolski. El problema es que eso es lo único que se hizo. Me parece que queda una enseñanza muy grande de eso respecto de cualquier reconstitución que quiera intentarse respecto de los medios que no forman parte del ecosistema macrista. La pregunta y la imposición siguen vigentes. Algunos podrán considerar que reparo demasiado en esto y que puede tratarse de un vicio de pensamiento excesivamente profesionalizante. Acepto. Pero, ¿de qué otro modo uno puede imaginar qué gente va a consumir qué medios que no estén bien hechos? En el territorio de comunicación, en el territorio de los grandes medios, ¿ve también internas entre los grupos dominantes? No, lo que veo es preocupación. Esto es de hecho lo que expresa Magnetto, por cierto que en un muy buen discurso, en la reunión de los gerentes del grupo, en Mar del Plata el octubre pasado. También lo expresa Fontevecchia, en varias de sus notas editoriales de los fines de semana. Todos tienen la preocupación de que reventó el mercado publicitario, de que Google absorbió todo y de si acaso las autopistas de la información van a ser gratuitas y ellos van a seguir produciendo contenidos para que después las grandes corporaciones digitales los sigan reproduciendo de manera gratuita. Contestando

Nacionales, Opinion, Portada

Fein rompió el silencio: “No había ninguna prueba de que fuera un homicidio… Arroyo Salgado mintió”

Fuente: Redacción de Contrapoder Fecha: 23 de FEB 2018 Viviana Fein, la fiscal que estuvo al frente de la investigación de la muerte de Alberto Nisman dio su primer reportaje televisivo, en el cual hizo un pormenorizado relato de sus 11 meses al frente de la investigación de la causa. La ex magistrada dijo que el kirchnerismo jamás “la apretó”, acusó a Sandra Arroyo Salgado de mentir reiteradamente en sus declaraciones y dijo que no pudo dictaminar homicidio porque nunca apareció una sola prueba de que a Nisman lo mataran. En diálogo con Luis Novaresio en A24, Fein dijo que durante su instrucción realizó “innumerables medidas de prueba tendientes a demostrar la verdad”. “Cualquiera de las tres hipótesis puede ser la verdad: suicidio, inducción u homicidio”,  y explicó por qué a lo largo de esos 11 meses no elaboró un dictamen: “Hubiese sido prematuro enrolarme en una teoría”, pues “no había ninguna prueba certera, precisa y contundente de que fuera un homicidio”. “Tampoco puedo decir que no apareciera o que con el tiempo no se configurara esa medida”, aclaró. “De haber tenido los emails de los últimos tiempos de Nisman y de haber podido recopilar su historia informática, con quiénes frecuentaba y con quiénes se hablaba, hubiese podido construir una hipótesis”, lamentó. Fein también habló sobre el rol del entonces secretario de Seguridad Sergio Berni, quien se acercó hasta el departamento de la torre Le Parcla noche que el ex fiscal del caso AMIA fue hallado muerto: “Desde que yo llegué, Berni estuvo atrás mío en todo momento. Él podía estar como en todos los hechos de estado público a los que concurrió. Cualquiera que lea su trayectoria va a ver las causas en las que participó. Yo sentí en todo momento que era una colaboración, a tal punto que siempre caminó atrás mío y después de una hora, u hora y fracción se retiró”. La ex fiscal, que fue desplazada por la jueza Fabiana Palmaghini en diciembre de 2015, describió en forma pormernorizada cómo fue el operativo que se realizó durante la madrugada y se defendió de las críticas: “Se ha dicho que pisé, que chancleteé la sangre. Se han manejado de una forma grotesca, y no entiendo por qué”. Cuando se le preguntó si alguien pudo haber ingresado al baño antes de que ella arribara al departamento de Puerto Madero, remarcó: “La mamá del fiscal Nisman, Sara Garfunkeldijo que, al permanecer se convirtió en la garante del procedimiento, declaró bajo juramento de ley que nadie entró al baño hasta la llegada de la fiscal y del juez”. Sobre el rol de Diego Lagomarsino, Fein recordó que lo citó a prestar declaración testimonial a los tres días de iniciado el expediente por haberle acercado a Nisman el arma que lo mató. “Le pedí a Palmaghini la prohibición de salida del país por el futuro o presunto rol procesal que pudiera tener. ¿Por qué no podía avanzar con Lagomarsino? Porque no podía encontrar pruebas que lo comprometieran más allá de la facilitación del arma”. También aseguró la ex fiscal que la querella de la doctora Arroyo Salgado nunca pidió que se lo citara a indagatoria. Fein aseguró que las querellas quisieron sacarla del caso “porque yo solamente buscaba la verdad, soy imparcial, no me condiciono a nadie ni a nada”. Consultada sobre por que las pericias de Gendarmería dicen que a Nisman lo mataron y que el cuerpo se movió, la magistrada respondió que “sobre que el cuerpo se movió, me gustaría que a eso lo conteste algún médico forense, sobre un cuerpo que tenía rigidez cadavérica”,y cuestionó el método utilizado por los peritos de Gendarmería para establecer la hora de la muerte (Potasio en humor vitreo) por ser extremadamente “disperso”, ese sistema, de acuerdo al método que se use, “puede dar 15 horas o 50”. Novaresio le preguntó si el kirchnerismo la había “apretado”, a lo que Fein aseguró que “si lo hubiesen hecho lo hubiese denunciado, porque yo no negocio nada en mi vida, he dicho alguna vez muy enojada ‘que a mi no me manipulan de ningún lado, ni oficialismo ni oposición, porque yo no estoy en un juego político”. Además, la primera fiscal del caso Nisman acusó a la jueza Sandra Arroyo Salgado, ex mujer del titular de la UFI AMIA y querellante en la causa, de “mentir en tres puntos” y también de “ensuciarla gratuitamente”. “La propia jueza dice en un párrafo de la resolución que los que direccionaron la investigación fue la querella”.  Y remató, “yo me tuve que bancar malos tragos por culpa de la cantidad de mentiras que dijo, y no solo ella, sino también los opinólogos de la prensa”.   VER VIDEO  

Nacionales, Opinion, Portada

El desafío

Fuente: Isaac Rapaport | LLAMAMIENTO Argentino Judío Fecha: 22 de FEB 2018 La muerte del fiscal Alberto Nisman, ocurrida en enero de 2015, sigue ocupando un espacio considerable en los medios de comunicación pese al tiempo transcurrido. No es para menos. Que un fiscal de la Nación aparezca muerto en su casa —y en las circunstancias en que se suscitó el hecho— no es cosa de todos los días. Nadie vio nada, nadie oyó nada. ¿Qué fue? ¿Suicidio o homicidio? No hay pruebas concluyentes en ninguna dirección. Sin embargo, las opiniones son tajantes y hasta justificadamente divididas. Quienes apoyan la hipótesis de un asesinato son, en una enorme mayoría, opositores al gobierno que encabezaba Cristina Fernández de Kirchner. Días antes de su muerte Nisman había anunciado que se disponía a presentar en el Parlamento documentación que demostraría complicidad del Ejecutivo (Presidente, Canciller, etc.) para que los iraníes acusados de cometer el atentado a la AMIA eludan su responsabilidad frente a la Justicia argentina. A partir del anuncio del fiscal sería lógico imaginar —sostienen los antikirchneristas— que el gobierno hubiese querido acallar la voz de Nisman para lo cual habría planeado su asesinato. Por su parte, los simpatizantes del gobierno de Cristina manifestaban —y aseguraban poseer las pruebas para demostrarlo— que la documentación a la que aludía Nisman le sería aportada por algunos importantes personajes de los “servicios” desplazados por el gobierno. Material falso, argumentaban, destinado a enlodar la imagen del oficialismo. A escasas horas del día en que el fiscal debía efectuar la presentación esos papeles no le habían llegado a pesar de sus reclamos. Es de suponer el escarnio público que significaría para Nisman no poder cumplir con su anuncio. Eso, que para él sería insoportable, manifiestan los kirchneristas, lo indujo al suicidio. Tres años de investigación no brindaron aún certezas terminantes. *** En Israel el episodio despertó bastante interés debido a la numerosa colonia de argentinos residentes allí. Así parece demostrarlo la noticia que pudo leerse —entre otras— hace unos meses en los medios judíos locales: la Universidad Hebrea de Jerusalén (UHJ) organizó una conferencia cuyo objetivo era aportar certezas sobre la muerte de Nisman. La oradora fue la jueza argentina Sandra Arroyo Salgado, exesposa del fiscal, madre de sus dos hijas y entusiasta defensora de la hipótesis del asesinato. Si bien es muy difícil garantizar la objetividad total en el discurso de cualquier institución, es en el ámbito académico donde puede requerirse un mayor grado de aproximación a la misma. La propia naturaleza de una entidad universitaria, donde la investigación para alcanzar la verdad es requisito rutinario, le confiere un grado de seriedad mayor que el habitual en otras esferas. Resulta imposible pensar que en la UHJ desconocían la posición de la doctora Arroyo Salgado frente a la muerte de su exesposo, postura hecha pública en los medios argentinos. Sorprendió, pues, que fueran únicamente los enunciados de Arroyo Salgado los que encontraran un espacio de resonancia en la universidad dejando comprometido su prestigio institucional al exponer la verdad de sólo una de las partes. Al enterarme de la realización del evento, le envié un mail al Rector de la casa de estudios profesor Menahem Ben-Sasson, sugiriendo que, con posterioridad a la disertación programada invitara a exponer a alguien que sustente una posición contraria a la de la doctora Arroyo Salgado. Me llamó la atención la falta de respuesta. Aunque fuera sólo protocolar y sin profundizar en el tema, hubiese correspondido una respuesta de dos líneas. Este silencio resulta sugestivo. ¿Será que también las autoridades de la UHJ participan de la misma conducta amañada y de ocultamiento de información respecto a este tema que involucra autoridades y medios de la Argentina en conjunto, desde luego, con las autoridades de la AMIA y de la DAIA? Porque, a decir verdad ¿hasta qué punto la población de nuestro país —aún la misma población judía— está suficientemente enterada sobre este hecho e incluso del juicio que se sustancia actualmente sobre el encubrimiento de los encubridores del atentado a la AMIA? Si la DAIA considera tan solvente e irrefutable su argumentación sobre el caso Nisman ¿por qué no la pone a prueba convocando a un debate público a representantes de otros sectores de la colectividad que tienen otro punto de vista? Por ejemplo, el LLAMAMIENTO Argentino Judío. ¿Se atreverá?  

Scroll al inicio