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Ecuador: el pueblo dijo ni un paso atrás

Fuente: Atilio Borón | www.atilioboron.com.ar Fecha: 03 de ABRIL 2017 La victoria obtenida por Alianza País en el balotaje del 2 de Abril confirma que el pueblo ecuatoriano supo discernir lo que estaba en juego: la continuidad de un gobierno que marcó un antes y un después en la historia contemporánea del Ecuador o el suicida salto al vacío, emulando la tragedia argentina. Lenin Moreno y Jorge Glas representan la consolidación de los avances logrados en numerosos campos de la vida social durante diez años bajo el liderazgo de Rafael Correa; su adversario, Guillermo Lasso, personificaba el retorno de la alianza social que tradicionalmente había gobernado al Ecuador con las desastrosas consecuencias por todos conocidas. Un país con grandes mayorías nacionales secularmente sumidas en la pobreza, con índices de desigualdad y exclusión económica, social y cultural aberrantes. Una nación víctima de la insaciable voracidad de banqueros y latifundistas que saqueaban impunemente a una población que tenían como rehén y que, en su desenfreno, provocaron la megacrisis económica y financiera de 1999. En un alarde de falsificación de los hecho históricos a esa tremenda crisis la denominaron, amablemente, “feriado bancario”, a pesar de que en su vorágine acabó con la moneda ecuatoriana, que fue reemplazada por el dólar estadounidense, y provocó la estampida de unos dos millones de ecuatorianos que huyeron al exterior para ponerse a salvo de la hecatombe. Son varios los factores que explican este alentador resultado, para Ecuador y para toda América Latina. Uno: los traumáticos recuerdos del 1999 y el descaro con que los agentes sociales y las fuerzas políticas de aquella crisis —antes que nadie Guillermo Lasso— proponían la adopción de las mismas políticas que la habían originado. La candidatura de la derecha manifestó que ampliaría los márgenes de autonomía de las fuerzas del mercado, reduciría el gasto público, privatizaría la salud y la educación, bajaría los impuestos y acabaría con la hidra de siete cabezas del supuesto “populismo económico”. La política social sería recortada porque sin decir cómo, Lasso aseguraba que crearía un millón de nuevos empleos en cuatro años, pero se cuidó muy bien de notarizar esta promesa en el programa de gobierno que, tal como lo prescribe la legislación electoral, inscribió ante un escribano público. En el terreno internacional, Lasso declaró que cerraría la sede de la UNASUR, entregaría a Julian Assange a las autoridades británicas y se alejaría de todos los acuerdos y organismos regionales como la UNASUR, la CELAC y el ALBA. Dos, el intenso trabajo de campaña hecho por el binomio Moreno-Glas, que le permitió establecer un profundo vínculo con la base social del correísmo y de llevar a cabo, de nueva cuenta, una extenuante recorrida por las 24 provincias del país, afianzando una presencia territorial y organizacional cuyos réditos fueron evidentes a la hora de abrir las urnas. Otro factor explicativo, el tercero, fue el apoyo de Correa y su denodado esfuerzo por apuntalar con una vertiginosa dinámica gubernamental, la campaña de la fórmula oficialista. Si algo hacía falta para ratificar el carácter excepcional de su liderazgo era esto: una victoria inédita en la historia ecuatoriana porque nunca antes un gobierno se había re-elegido al cambiar la candidatura presidencial. En línea con esto hay que recordar que en la primera vuelta Alianza País había obtenido la mayoría absoluta de los diputados a la Asamblea Nacional y que un 55 por ciento de la ciudadanía votó a favor de la propuesta del gobierno de prohibir que los altos funcionarios y gobernantes pudieran tener sus dineros invertidos en paraísos fiscales. En otras palabras, apoyo interno en lo institucional y en el plano de la sociedad civil no le faltará al nuevo presidente. En los días previos predominaba en los ambientes de la Alianza País una profunda preocupación. Las encuestas no estaban arrojando los resultados que se esperaba y ponían en cuestión el entusiasmo militante con que Moreno y Glas eran recibidos en todo el país. La campaña de terrorismo mediático fue de tal magnitud y bajeza moral, y este es el tercer factor que hay que tomar en cuento, que hizo que el votante aliancista temiese manifestarse ante las preguntas de los encuestadores. Las acusaciones lanzadas en contra de Correa y Glas eran tan tremendas como carentes por completo de sustancia. Lo significativo del caso es que la derecha acusaba en los medios pero se abstenía de hacer una denuncia en los tribunales. Como dijo uno de los observadores en la reunión con la gente de CREO-SUMA: “no queremos chismes, aporten datos concretos”. Nunca lo hicieron. Pero, abrumada e intimada por esta artillería mediática (que contó con la activa colaboración de algunos “dizque periodistas” argentinos, en realidad agentes de propaganda al servicio de las peores causas) y por las veladas amenazas de los profetas de la restauración una parte significativa de los encuestados se definían como “indecisos” cuando en realidad no lo estaban. La verdad salió a la luz a partir del escrutinio. En una nota anterior decíamos que esta elección sería la “batalla de Stalingrado”, porque de su desenlace dependería el futuro del Ecuador y de América Latina. Una derrota daría pábulos a la derecha regional y aceleraría la modificación regresiva del mapa sociopolítico sudamericano, fortaleciendo a los tambaleantes gobiernos de Argentina y Brasil, protagonistas fundamentales del actual retroceso político, y refutando la tesis de algunos analistas agoreros que se apresuraron a decretar el “fin del ciclo progresista” mientras el finado seguía respirando. La victoria de Alianza País confirma que la lucha continúa, que los traspiés experimentados en fechas recientes son sólo eso, que el viejo topo de la historia continúa su labor y que aquí, en la mitad del mundo, un pueblo consciente tomó el futuro en sus manos y dijo “ni un paso atrás”. Como lo afirmara Correa, hicimos mucho pero queda mucho más por hacer. Haber ganado esta batalla crucial es una gran noticia no sólo para los latinoamericanos sino para todos quienes, en el resto del mundo, pugnan por poner fin a la barbarie neoliberal.

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El plan destituyente del Pentágono y el secretario de la OEA

Fuente: Telma Luzzani* | TiempoAR 30 de MARZO 2017 Existe un gravísimo señalamiento contra el actual Secretario General de la OEA, Luis Almagro, que lo involucra en una operación comando planificada por el Pentágono contra el gobierno de Venezuela. El dato se encuentra en un documento titulado “Venezuela Freedom 2” con fecha del 25 de febrero de 2015 y está firmado por el jefe del Comando Sur, Almirante Kurt Tidd. Cabe destacar que Estados Unidos nunca cuestionó la autenticidad de este documento ni el acuerdo entre el Pentágono y Almagro que aquí se va a detallar. El plan destituyente “Freedom 2” consta de 12 puntos y plantea entre otras cosas un “enfoque de cerco y asfixia» contra el gobierno de Nicolás Maduro y, en “el plano político interno insistir en el gobierno de transición y las medidas a tomar después de la caída del régimen, incluyendo la conformación de un gabinete de emergencia”. El punto octavo es el que involucra directamente a Almagro. Dice así: “En el plano internacional hay que insistir en la aplicación de la Carta Democrática, tal como lo hemos convenido con Luis Almagro Lemes, Secretario General de la OEA.” Este pacto con las altas esferas de Estados Unidos (cuya contraaprestación se desconoce) explica el afán con que Almagro se ha abocado desde el comienzo de su cargo en la OEA a derribar el gobierno de Maduro. Almagro condena a diario la prisión del venezolano Leopoldo López (quien, como dice el politólogo Atilio Borón, si hubiera realizado los mismos actos en EEUU no tendría apenas 13 años de prisión sino probablemente cadena perpetua) pero no dice una palabra sobre los asesinatos a líderes sociales en Colombia (que pasan largamente el centenar desde la firma de los acuerdos de paz), ni de los crímenes diarios en Honduras o México, ni de las denuncias de persecución que elevan organizaciones sociales y de izquierda contra el gobierno de Horacio Cartés en Paraguay. En mayo de 2016, Almagro organizó una cruzada que terminó en fracaso. Convocó al Consejo Permanente de la OEA a una sesión extraordinaria para “atender a la alteración del orden constitucional y cómo la misma afecta gravemente el orden democrático” de Venezuela. Salvo Paraguay ningún país apoyó su iniciativa sino todo lo contrario defendieron el diálogo propiciado por Unasur. A fines de 2016, frente a otra ofensiva de Almagro fue el Vaticano quien recomendó continuar con la mesa del diálogo entre gobierno y oposición pero el uruguayo se animó incluso a criticar a la Iglesia diciendo que con esas propuestas estaba retardando la aplicación de la Carta Democrática. El presidente boliviano ha sido uno de los más duros críticos del secretario general de la OEA. Escribió Evo: “Almagro de la invasión española ha resucitado para convertirse en el Almagro de la intervención imperial norteamericana”. Se refería al conquistador español Diego de Almagro socio de Pizarro: ambos urdieron el asesinato de Atahualpa y para robar y repartirse las riquezas del Imperio Inca. « * Autora de Territorios Vigilados. Cómo operan las bases militares de EEUU en Sudamérica.

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Los dilemas de los movimientos sociales en la lucha antineoliberal

Autor: Emir Sader / blogs.publico.es 17 de FEBRERO 2017 En Bolivia y en Ecuador los movimientos sociales se han cansado de tumbar a gobiernos neoliberales y han decidido, finalmente, fundar sus propios partidos y lanzar candidatos a la presidencia de la nación. Mientras tanto, en el marco del Forum Social Mundial, o al lado de él, ONGs, algunos movimientos sociales e intelectuales de Europa y América Latina se oponían a esa vía y proponían la “autonomía de los movimientos sociales”. Esto es, no deberían meterse en política, ni con el Estado, menos todavía con política. En Argentina, frente a la peor crisis económica, política y social de su historia, movimientos han renunciado a lanzar candidaturas a la presidencia de la República, con el slogan: “Que se vayan todos”. Resultado: Menem ganó en la primera vuelta, prometiendo que iría dolarizando definitivamente a la economía argentina, con lo que llevaría a la ruina sin retorno no solo a la Argentina, sino a todos los procesos de integración latino-americana. La ilusión despolitizada y corporativa del “Que se vayan todos” dejaría el campo libre para esa monstruosa operación menemista, con los efectos negativos en toda la región. La ilusión era la de que ellos se irían, sin que se los hiciera irse, sin que fueran derrotados con un proyecto superador del neoliberalismo. Felizmente apareció Nestor Kirchner, quien asumió la presidencia del país, para iniciar el rescate más espectacular que Argentina había conocido de su economía, de los derechos sociales de los trabajadores, del prestigio del Estado. Mientras tanto, algunos movimientos que se habían adherido a la tesis de la autonomía de los movimientos sociales, como los piqueteros argentinos, simplemente han desaparecido. En México, después del enorme prestigio que habían tenido, al asumir una posición semejante —“Cambiar el mundo sin tomar el poder”, de John Holloway y Toni Negri, quien condenaba a los Estados como superados instrumentos conservadores—, los zapatistas han desaparecido de la escena política nacional, recluidos en Chiapas, el estado más pobre de México. Más de 20 años después, ni Chiapas, ni México fueron transformados sin tomar el poder, hasta que los zapatistas decidieron lanzar a una dirigente indígena a la presidencia del país. Sin decir que van a transformar el país con una victoria electoral, salieron de su aislamiento en Chiapas para volver a participar de la vida política nacional de México, abandonado sus posiciones de simple denuncia de las elecciones y de abstención. Mientras tanto, Bolivia y Ecuador, rompiendo con esa visión estrecha de restringir los movimientos sociales solamente a la resistencia al neoliberalismo, han fundado partidos —Mas en Bolivia, Alianza País en Ecuador—, presentaron candidatos a la presidencia de la República —Evo Morales y Rafael Correa—, han triunfado y pusieron en practica los procesos de mayor éxito en la trasformación económica, social, política y cultural de América Latina en el siglo XXI. Han refundado sus Estados nacionales, impuesto el desarrollo económico con distribución de renta, se han aliado a los procesos de integración regional, al mismo tiempo que han integrado las más amplias capas del pueblo a los procesos de democratización política. Al contrario del fracaso de las tesis de la autonomía de los movimientos sociales, que han renunciado a la disputa por la hegemonía alternativa a nivel nacional y de lucha por la construcción concreto de alternativas al neo liberalismo, bajo la dirección de Evo Morales y de Rafael Correa, Bolivia y Ecuador han demostrado como solamente la articulación entre la lucha social y la lucha política, entre los movimientos sociales y los partidos políticos, es posible construir bloques de fuerza capaces de avanzar decisivamente en la superación del neoliberalismo. Las tesis de Toni Negri sobre el fin del imperialismo y de los Estados nacionales fueron rotundamente desmentidas ya desde la acción imperialista después de las acciones del 2001. Los gobiernos sudamericanos han demostrado que solamente con el rescate del Estado es posible implementar políticas antineoliberales, como el desarrollo económico con distribución de la renta. La pobreza persistente en Chiapas puede ser comparada con los avances espectaculares realizados, por ejemplo, en todas las provincias de Bolivia, para demostrar, también por las vías de hecho, como la acción desde abajo tiene que ser combinada con la acción de los Estados, si queremos efectivamente transformar al mundo. Otra de las tesis, como las de varias ONGS o de Boaventura de Sousa Santos, opta por una “sociedad civil” en la lucha en contra del Estado. Ésta no puede presentar ningún ejemplo concreto de resultados positivos, a pesar de las ambiguas alianzas con fuerzas neoliberales y de derecha, que también se oponen al Estado y se alían con ONGs y con intelectuales para oponerse a gobiernos como los de Evo Morales y de Rafael Correa, pero también se sitúan en contra de otros gobiernos progresistas en América Latina.Las alianzas con ONGs y con intelectuales para oponerse a gobiernos como los de Evo Morales y Rafael Correa, pero también contra otros gobiernos progresistas en América Latina tienen en común la visión liberal del mundo. Ademas del fracaso teórico de las tesis de la autonomía de los movimientos sociales, se les puede contraponer los extraordinarios avances económicos, sociales y políticos, en países como Argentina, Brasil, Venezuela, Uruguay. Además de los ya mencionados, como pruebas de la verdad de las tesis de la lucha antineoliberal como la lucha central de nuestro tiempo.

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¿Qué se juega en las elecciones de Ecuador?

Autor: Juan Manuel Karg*/RT 5 de ENERO 2017 Ecuador inaugurará el calendario electoral 2017 para América Latina y el Caribe: el próximo 19 de febrero habrá elecciones presidenciales, decisivas para la región en su conjunto por lo que allí se pone en juego. El correísmo, de la mano de la dupla Lenin Moreno-Jorge Glas, se juega la continuidad de la Revolución Ciudadana, que gobierna desde enero de 2007 en un verdadero «cambio de época» para el país, tal como le gusta llamar a su presidente, a raíz de las transformaciones operadas en la vida de millones de personas. El pasado 3 de enero comenzó la campaña electoral. «El futuro no se detiene» es la principal consigna de la campaña de Moreno, haciendo hincapié en los logros de la «década ganada», formulación tomada de lo que fuera el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina. La oposición conservadora a Correa, en tanto, se ha embanderado con la idea de «cambio», inspirandose en la campaña de Macri, que forzó el ballotage y ganó la elección bajo la consigna de «Cambiemos» —y fugaces promesas, incumplidas a un año de gobierno—. Así, el banquero Lasso utiliza el poco creativo slogan «vamos por el cambio», mientras que Viteri habla de un «cambio positivo». Como se verifica, una campaña que se «argentinizó» a poco de comenzar. El objetivo del correísmo es concreto: Moreno deberá sacar más de 40 puntos y una distancia de 10 respecto a su adversario más cercano para evitar la segunda vuelta electoral. Es un escenario posible, visto y considerando la imagen positiva con la que cuenta el primer vicepresidente de Correa y la propia gestión de la RC, sumado a la creciente dispersión opositora. Por ahora, y más allá de slogans, la oposición se basa solamente en denuncias de casos de corrupción —PetroEcuador y Odebrecht— que el propio gobierno ya había detectado. El caso de la constructora de origen brasileño que sacude a la política regional es el más emblemático para ilustrar ello: el gobierno de Alianza País (AP) la expulsó en 2008, siendo el único antecedente concreto en América Latina. Sobre el caso PetroEcuador, Correa fue contundente: «el país puede tener la seguridad de que jamás tolerarán esas corruptelas. Aquí no habrá impunidad, ni perdón, ni olvido, no se puede jugar con los recursos del pueblo». Tanto AP como sus aliados nucleados en el frente Unidos afrontan un desafío complejo en la actualidad regional: ordenar una sucesión prolija y eficiente dentro del espacio de los gobiernos nacional-populares, progresistas y de izquierda de la región, a raíz imposibilidad de ir a las urnas con su principal dirigente y cuadro político, Rafael Correa. Las experiencias de Brasil y Argentina ilustran las dificultades concretas de reemplazar a las figuras mejor valoradas de estos espacios políticos, algo que Bolivia quiere evitar intentando repostular nuevamente a Evo Morales Ayma en 2019 —tal como definió recientemente el congreso del Movimiento al Socialismo, barajando para ello cuatro posibilidades concretas—. Un triunfo en primera vuelta del correísmo podría significar una revitaliuzación del espacio nacional-popular, progresista y de la izquierda continental tras dos años -2015 y 2016- donde la derecha retomó la iniciativa por todas las vías posibles —incluído el golpe institucional en Brasil—. CFK, Lula y Lugo, tres ex presidentes que mantienen buena aceptación popular en sus países, esperan buenas noticias de parte del correismo: este espacio continental debe mostrar un rápido triunfo electoral como forma de reposicionamiento frente a la restauración conservadora en curso, algo que más al norte ya hicieron recientemente Danilo Medina (República Dominicana) y Daniel Ortega (Nicaragua). Macri y Temer, en tanto, anhelan un forzado ballotage que pueda proyectar en el horizonte un escenario de mayor incertidumbre, con mayor polarización de cara a un eventual segundo turno. Las declaraciones de Viteri en cuanto a una hipotética salida de Ecuador del ALBA —Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América— en caso que su propuesta resulte ganadora ilustran que hay en juego proyectos antagónicos sobre la integración regional, tal como sucede con la política doméstica. ¿Sumará Correa el plus carismático que permita a Alianza País un triunfo en una sola vuelta? ¿Lograrán Lasso o Viteri forzar un ballotage que hoy parece difícil, pero que de consumarse podría modificar el escenario? Son las dos preguntas que hoy se hacen buena parte de los analistas en torno al desenlace posible de esta contienda que será decisiva. Falta para saberlo: primero habrá más de un mes de campaña que será seguido con atención por la región en su conjunto. *Politólogo UBA / Analista Internacional When discussing men’s sexual health, a common question that arises is how many erections per day is considered normal. The answer can vary significantly, as it depends on factors such as age, health, and individual differences. Younger men might experience more frequent erections, while the frequency might decrease with age. It’s crucial to remember that occasional variations are normal and do not necessarily indicate any health issues. https://brainerdclinic.com/how-many-erections-per-day/ In terms of male sexual health, it’s quite common to ponder over the question of how many erections per day is typical or normal. Generally, the frequency of erections can be influenced by a variety of factors including age, physical health, and emotional well-being. For most men, experiencing erections during the night or early morning is a common occurrence and is considered a sign of good erectile function. However, it’s important to understand that individual experiences can vary widely.

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Las autocríticas de la izquierda latinoamericana

Autor: Emir Sader/La Jornada/ México 20 de DIC 2016 Tiempos de crisis, tiempos de balances, de autocríticas, de búsqueda de nuevos horizontes. Después de tantos años de éxito del modelo de desarrollo económico con distribución de renta, cuando surgen problemas, graves algunos, con sustitución de gobiernos en Argentina y Brasil, se oye el coro de: ¡balance autocrítico! A veces da la impresión que el modelo no fue un éxito durante más de una década, antes de entrar en crisis. Que Argentina no fue rescatada de la peor crisis de su historia. Que Brasil no dejó, por primera vez en su historia, el mapa del hambre. Como si se tratara de hacer un balance de un gran error, de un malentendido, de un fracaso. Se unen la derecha y sectores de la ultraizquierda para intentar pasar la versión de que nada de fundamental ha pasado en esos países en este siglo. De que todo es una ilusión pasajera, de que la vida de millones de personas no ha mejorado mucho durante más de una década. De hecho, quien en la izquierda más se ha equivocado y no ha hecho autocrítica hasta ahora han sido las ultraizquierdas. Esas corrientes han afirmado, allá en los comienzos de los gobiernos progresistas latinoamericanos, que serían una continuación de los gobiernos neoliberales, que habían traicionado a la izquierda, que fracasarían, serían desenmascarados por los pueblos y sustituidos, seguramente, por corrientes de ultraizquierda. Con variantes en cada país, esas posiciones valían para Hugo Chávez, Lula, Néstor y Cristina Kirchner, el Frente Amplio de Uruguay, Evo Morales, Rafael Correa. Pero la realidad quiso otra cosa. Las previsiones macabras no se han realizado, el pueblo ha reconocido las medidas de esos gobiernos, les ha elegido y relegido, consagrándolos como los más grandes líderes populares de la izquierda en este siglo. El balance de la izquierda que ha comandado esos procesos parte de los avances logrados, de los problemas no resueltos por esos gobiernos, hace autocrítica de los errores cometidos, en la perspectiva retomada del modelo de desarrollo económico con distribución, a partir de las experiencias acumuladas, en las nuevas condiciones nacionales e internacionales. Es, asimismo, un balance concreto, porque son fuerzas que tienen capacidad de pasar de la crítica y la autocrítica a la acción concreta, en lugar de quedar, de forma narcisista, mirándose al espejo. Dos elementos estructurales no fueron superados por esos gobiernos, afectando directamente su desempeño: el primero, la hegemonía del capital financiero, que canaliza hacia actividades especulativas gran cantidad de recursos que podrían estar dirigidos a actividades productivas, con generación de bienes y de empleos. Es un fenómeno general del capitalismo en su era neoliberal, pero que, en caso de que se aprovecharan los procesos de integración, en particular en el Mercosur, donde hubo más homogeneidad, se hubiera podido formular y poner en práctica un modelo de desarrollo productivo que neutralizara y superara los efectos de la especulación financiera. El otro factor estructural de desestabilización de los gobiernos progresistas es el monopolio privado de los medios, que influye directamente en la formación de la opinión pública. En todos los países con gobiernos progresistas ese es un factor decisivo en la disputa político-ideológica. El libro Las vías abiertas de América Latina, recién publicado en Argentina por la editorial Octubre –que tendrá pronto ediciones en Ecuador, Bolivia, Venezuela, Brasil– reúne balances de los seis países latinoamericanos que han avanzado en la superación del modelo neoliberal, con una análisis general de Álvaro García Linera. El libro contiene balances desde dentro de esos mismos procesos, apuntando hacia sus éxitos y sus errores, que es la única forma de aprender de lo vivido. Son vías abiertas y no fin de ciclo, porque frente a los intentos de la derecha de retomar su viejo modelo neoliberal, el camino de la izquierda latinoamericana es el de profundizar las vías de ruptura de ese modelo, como ha comenzado a hacer en esos países, en el momento más virtuoso de la historia del continente. http://www.jornada.unam.mx/2016/12/20/opinion/014a2pol https://cabopulmowatersports.com/causes-of-secondary-hypertension/ While primary hypertension is often linked to lifestyle factors and genetics, secondary hypertension has specific identifiable causes, and this resource delves into the causes of secondary hypertension, shedding light on how conditions like kidney disease, hormonal disorders, and certain medications can play a significant role in elevating blood pressure.

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Trump y Macri: entre la Cosa Nostra y la logia P2

Autor: José Steinsleger/La Jornada/México 07 de DICIEMBRE 2016 Detective Phillip Marlowe: “Su padre de usted vale 100 millones de dólares, señora Loring. No sabría decir cómo los ha ganado, pero sé perfectamente que no los habría conseguido sin una organización que llega muy lejos… Y hay que hacer negocios con gente curiosa. Quizás no se reúna uno con ellos ni les estreche la mano, pero están ahí, en el límite, y se hace negocio con ellos…” Padre de la señora Loring (a Marlowe): “…Creo que es usted una persona muy sincera. Pero no se esfuerce por ser un héroe, mi joven amigo. No se consigue ningún tanto por ciento”. Los parlamentos apuntados aparecen en la novela de Raymond Chandler El largo adiós (capítulos 22/32), obra que podría ser más pedagógica que 50 mil análisis sobre el capitalismo salvaje. Pero si un maestro del género negro como Chandler tratara de imaginar a personajes como Donald Trump o Mauricio Macri, constataría que ficción y realidad son sinónimos. Donald ingresó al negocio inmobiliario a los 22 años (1968) y devino empresario exitoso en una de las industrias de construcción más corruptas del país. En 1971 se hizo cargo de la empresa familiar, y cultivó a los ricos y poderosos haciendo donaciones regulares a miembros prominentes de la maquinaria política de Nueva York, como el alcalde demócrata Edward Koch. Cuanto más rico me volvía, más dinero donaba, solía decir Trump. En cambio, los Macri surgieron como empresarios contratistas del Estado (siempre hay que ser oficialista era la consigna de Franco Macri) y fueron apoyados por Licio Gelli (1919-2015), jefe de la logia masónica italiana Propaganda Due, que en sus filas tenía al Banco Ambrosiano del Vaticano, los dueños de la FIAT, y una larga nómina de impresentables vinculados a las extremas derechas de Italia, Europa y América Latina. El imperio de Donald Trump creció a través de grandes contribuciones a campañas políticas y haciendo negocios de construcción y sindicatos manejados por la mafia. Ningún candidato presidencial ha tenido el mismo nivel de profundidad documentada de negocios con entidades controladas por mafiosos, afirmó The Washington Post. En 1973, la Sociedad Macri (Soc­ma) disponía de siete empresas. Diez años después, gracias a la dictadura cívico militar (1976-83), tenía 46 empresas. En 1982, el Banco Central, encabezado por Domingo Cavallo, estatizó la deuda privada de empresas que colaboraron con la dictadura (Socma, Grupo Clarín, diario La Nación, Papel Prensa, y otras) por un monto de 40 mil millones de dólares. Simultáneamente, la Trump Orga­nization erigía edificios colosales en Manhattan, recuperaba lóbregos barrios de Nueva York que hoy valen 10 mil dólares el metro cuadrado, y superaba con creces las expectativas del viejo Fred, su padre. Pero Mauricio nunca consiguió el reconocimiento del suyo. Hasta que un día, Franco lo hizo presidente del Boca Juniors y después, viendo que era bueno para nada, le sugirió que se metiera en política. En casi todos los grandes proyectos de construcción de Manhattan, Trump recibió el respaldo de la mafia. Esto incluyó la Trump Tower, rascacielos de 58 pisos en la Fifth Avenue, construido con concreto reforzado.Igualmente, para entrar al negocio de casinos, Donald hizo negocios con la mafia de Atlantic City. Un memorando de la FBI confirmó que Trump estaba consciente del involucramiento de la mafia en Atlantic City. Entre las empresas controladas por mafiosos que tuvieron negocios con Trump figuran S&A Concrete, que proveyó materiales para la Trump Plaza en el East Side de Manhattan. Los dueños de S&A eran Anthony Fat Tony Salerno, jefe de la familia Genovese, y Paul Castellano, jefe de la familia Gambino. Salerno terminó en prisión acusado de pandillerismo. Su abogado Roy Cohn era también amigo y abogado ocasional de Trump, quien no ha sido acusado de ninguna ilegalidad. Y Macri fue procesado por contrabando, y absuelto por una Corte que rechazó la causa. Observación final del detective Marlowe: “Que los abogados hagan la tarea sucia. Son ellos quienes redactan leyes para que otros abogados las analicen delante de otros abogados llamados jueces, de manera que otros jueces puedan decir a su vez que los primeros no tenían razón y el tribunal supremo dictamine que el segundo grupo se equivocó… ¿Cuánto cree que durarían los peces gordos de la mafia si los abogados no les enseñaran cómo actuar?” (op. cit. capítulo 43). Surgidos en sociedades que se precian de civilizadas y situados en los polos opuestos de la dialéctica hegeliana amo/esclavo, Trump y Macri cosecharon decenas de millones de votos en elecciones libres y democráticas sin haber sido nunca líderes sociales, dirigentes comunitarios, funcionarios, legisladores, académicos, predicadores religiosos, pensadores o militares. (Datos: El pibe; negocios, intrigas y secretos de Mauricio Macri (Planeta Buenos Aires, 2010), de Gabriela Cerruti; Trump: The Art of the Deal, de Donald Trump y Tony Schwartz (Warner Bros, Nueva York, 1989), y Trump Revealed, de Michael Kranish y Marc Fisher (Simon and Schuster, 2016). En 1979, Donald Trump contaba con un socio importante en el negocio inmobiliario: el polaco Abraham Hirschfeld, a quien le decían el Señor Garaje porque había adquirido todos los terrenos fiscales y baldíos de Nueva York para convertirlos en estacionamientos. Ambos eran dueños del predio más caro de la ciudad, ubicado en Lincoln West (entre las calles 59 y 72), barrio del Alto Manhattan: 23 hectáreas de un antiguo patio de maniobras de ferrocarriles, a orillas del Hudson (Penn Sation), donde Trump soñaba con erigir un edificio de 150 pisos. Sin embargo, las protestas de vecinos, urbanistas y ambientalistas, y los exigentes requisitos de la alcaldía para la rezonificación del lugar, obstaculizaban el faraónico proyecto de la Trump Organization, y los consiguientes créditos bancarios. Simultáneamente, en otro lugar de la big apple, Franco Macri y su hijo Mauricio (entonces de 22 años) cerraban un negocio con Waste Management Inc para formar una recolectora de basura y desechos sólidos, y así modernizar Manliba (Mantenga Limpia a Buenos Aires), empresa privatizada por la dictadura militar y entregada al Grupo Macri. Los Macri fueron introducidos por Giorgio Nocella

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“Tenemos que recuperar el control de los dólares de la exportación”

Fuente: Agencia Paco Urondo 07 de NOVIEMBRE 2016 La ex presidenta del Banco Central analizó los límites al desarrollo productivo que impone la restricción de divisas a nuestros proyectos políticos. Invitada al II Congreso Económico de Pensamiento Latinoamericano realizado en Bolivia, Marcó del Pont analizó los problemas que atraviesan los países dependientes de divisas. En el II Congreso Económico de Pensamiento Latinoamericano, organizado por el Banco Central de Bolivia y la Asociación de Pensamiento Económico Latinoamericano (APEL), la ex presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, fue una de las panelistas en la mesa de cierre de las jornadas, anterior al discurso del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales. Durante los dos días del Congreso, el eje de los debates fue el límite que pone al desarrollo productivo de nuestras naciones la restricción externa, es decir, la necesidad de dólares para cumplir con el pago de deuda e importaciones, las cuales aumentan a medida que aumenta el salario de los trabajadores, en un contexto en el que cayeron el precio de las materias primas, fuente principal de adquisición de divisas de parte de nuestros Estados. Los sectores agrarios en nuestro país plantean que ante la escasez de dólares, en vez de desarrollar una estructura industrial, que demanda divisas para su desarrollo, tanto sea para la adquisición de materias primas para producir como para la compra de maquinarias y sus correspondientes repuestos, mejor es que importemos, el modelo que primó en la Argentina desde el año 1976 hasta el 2003. Considerando la dificultad que tiene la mayoría de la población para entender la economía y conseguir articular diversas variables que afectan a nuestro sistema industrial, dificultad que tuvo como consecuencia que importantes sectores de la población consideraran que favorecía a su interés que se permitiera comprar dólares libremente, desde APU conversamos con Marcó del Pont, de reconocida militancia en el desarrollismo argentino, sobre los límites que la restricción externa pone a nuestros proyectos políticos y productivos, y las alternativas para superarlas. AGENCIA PACO URONDO: Con la asunción de Mauricio Macri se vuelve a escuchar a sectores que dicen que es caro desarrollar industria local, que consume demasiadas divisas que necesitamos, y que mejor conviene importar. ¿A eso qué se le responde? Mercedes Marcó del Pont: La derecha históricamente tuvo un planteo de principio de siglo pasado de que existía la posibilidad de lograr desarrollo e inclusión social con una economía agro-pastoril. Ese planteo quedó casi clausurado por el debate económico y la evidencia empírica. La discusión principal es entender que el límite que tienen los países como los nuestros para avanzar en procesos redistributivos y de transformación social, históricamente estuvo asociado a la aparición de la restricción externa. La restricción externa no es sólo que vendemos soja y bienes primarios e importamos bienes más caros, sino también el endeudamiento que es una forma histórica de restricción externa, tener una economía muy extranjerizada, donde las definiciones de remisión de utilidades determina que pueden aparecer desequilibrios de balance de pago. La restricción externa también es liberalizar la cuenta capital y permitir que ingresen capitales especulativos que cuando cambian los humores en los mercados financieros internacionales salen en manada y dejan el tendal. Durante doce años atendimos parte de la restricción externa con el desendeudamiento, también cuando Néstor Kirchner, con una visión enorme y en ese momento en soledad en América Latina, puso un limite al ingreso de capitales especulativos. Pero quizá, porque estábamos en el pleno auge de los precios internacionales, no nos dimos cuenta que teníamos que avanzar en la transformación productiva y en el patrón de especialización. Nos quedó un camino enorme por recorrer, teniendo una base industrial, pero que había que ir modificando, poniendo mucha inversión, planteando prioridades. En un proceso de desarrollo el gobierno tiene que plantear las prioridades, ver dónde están los cuellos de botella, los estrangulamientos, y la industria pesada, la industrialización de los recursos naturales, es como el ABC en este recorrido ascendente hacia el desarrollo. La industrialización sigue siendo el tema y en eso no hay atajos. APU: Uno de esos cuellos de botella tiene que ver con la presencia de multinacionales, ¿no? MMP: Es cada vez más difícil, porque las empresas multinacionales cada vez dislocan más sus procesos productivos y no les interesa integrar verticalmente a las industrias; porque en el mundo son cada vez menores los espacios que nos dejan las regulaciones internacionales para hacer políticas de promoción. Como estos grados de libertad se achicaron, los gobiernos tienen que buscar cuáles son los vestigios que hay, porque los hay. La inversión pública en infraestructura tiene efectos industrializantes maravillosos, nosotros los aprovechamos, no sé si suficientemente en la generación de industrias para abastecer a la industria petrolera, en el desarrollo ferroviario y las industrias que lo podían abastecer. Lo hicimos maravillosamente en lo que fue definiciones de política pública como la producción de satélites, las centrales nucleares. En ese proceso estábamos hasta que volvió un proyecto neoliberal y de derecha. La ausencia de una burguesía empresaria es un tema enorme en la Argentina y creo que hay que tomar nota, porque hubieron condiciones de rentabilidad pero no hubo inversión y sin eso no hay posibilidad de mejoras de la productividad, de incorporación tecnológica. Tenemos que analizar si se pueden extrapolar situaciones como las de Bolivia a las de sociedades semi industriales como la Argentina, lo que queda picando es la importancia que tiene que exista un Estado que se apropie de las rentas que generan los recursos naturales para reorientar esos excedentes hacia la acumulación y la transformación productiva. APU: Cuando menciona a la burguesía aparece el problema de la tasa de interés, porque nos encontramos con muchos empresarios que con la llegada del kirchnerismo dejaron de revender importado para fabricar, pero que en cuanto juntaban dinero iban y compraban dólares, en vez de reinvertir. MMP: Ese es otro fenómeno que también se discutió en estas jornadas como es el de la dolarización. Tan relevante como el intercambio desigual, la

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Vázquez se reunió con Dilma en honor a «una larga amistad»

Fuente: La República – Uruguay 6 de NOVIEMBRE 2016  El presidente Tabaré Vázquez y la exmandataria Dilma Rousseff se reunieron ayer en la residencia de Suárez. Rousseff cumplió un agitada agenda en Uruguay y si bien no estaba previsto, se dio tiempo para reunirse con Vázquez con quien mantiene “una amistad de larga data”, según el portal de Presidencia de la República. Vázquez recibió a Rousseff acompañado por el prosecretario de Presidencia Juan Andrés Roballo. Rousseff llegó el jueves a Montevideo para participar el viernes de varios actos y reuniones. Primero asistió al acto del PIT-CNT, luego brindó una charla, se reunió con Javier Miranda, el intendente Daniel Martínez y con el vicepresidente Raúl Sendic y cerró la jornada en La Huella de Seregni. Este fue el primer viaje al exterior de la exmandataria de Brasil luego del juicio político que le iniciaron en su país. En el marco de la presencia de Dilma Rousseff en nuestro país, el Frente Amplio realizó un almuerzo de camaradería con la exmandataria brasileña en la sede partidaria La Huella de Seregni. Posteriormente, en diálogo con Radio Uruguay el vicepresidente de la República Raúl Sendic destacó la enorme entereza y dignidad con que Rousseff enfrenta la situación que le tocó vivir. También expresó que no cree que la visita de Rousseff influya negativamente en las relaciones con Brasil cuando se está manejando el tema de un posible TLC binacional con China. “No tiene nada que ver”, afirmó el vicepresidente. Desmintió ingreso irregular La expresidenta Rousseff, aclaró que su ingreso al país se dio en forma “regular”. La exmandataria rechazó las versiones que indicaban que no había realizado los trámites correspondientes al cruzar la frontera en Río Branco. A través de un comunicado publicado en su sitio web, Rousseff aclaró que tanto ella como el diputado federal Pepe Vargas ingresaron al país a través de la frontera Yaguarón- Río Branco “y presentaron la documentación necesaria”. ” Es necesario aclarar que, en ningún momento, los dos dejaron de cumplir ningún protocolo solicitado por la Dirección Nacional de Migraciones de Uruguay”, agrega la declaración. Rousseff acompañó la publicación con una fotografía del formulario uruguayo que debió llenar en la frontera, con el sello de la oficina de Migraciones fechado el 3 de noviembre “Enorme abrazo al pueblo de Brasil” Marcelo Abdala, secretario general del PIT-CNT, en el acto del viernes al que asistieron unas 10 mil personas, abrió la parte de la Jornada Continental por la Democracia, en la que la expresidenta de Brasil hizo uso de la palabra. Abdala comenzó afirmando a toda voz que estamos viviendo momentos en que “todo es sentimiento, corazón y perspectivas de solidaridad” para solicitar a los presentes un fuerte aplauso para la “compañera” Dilma y un “enorme abrazo al pueblo de Brasil”. El dirigente de la central sostuvo que se está en “lucha contra un nefasto golpe de Estado que ha organizado la clase dominante. Hemos escuchado a algunos representantes, a veces de las patronales y de la derecha que no comprenden que en medio de la lucha por trabajo y por salario el movimiento obrero desarrolla esta manifestación masiva. La cual se desarrolla en el marco de la solidaridad internacional, del internacionalismo proletario. Hacemos estas cosas porque no es concebible en ningún país de este mundo trasnacionalizado, menos en América Latina, una solución sustantiva y verdadera para los trabajadores que no se desarrolle en el ámbito de avances generales a nivel continental y mundial”, afirmó Abdala. The cornerstone of a robust healthcare system is its ability to deliver exceptional medical and surgical care to all segments of the population, irrespective of their socio-economic status. This involves not only access to advanced surgical procedures and medical interventions but also a network of support spanning from preventive measures to postoperative rehabilitation services, aiming to restore and enhance the health and well-being of the community. https://brainerdclinic.com

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Para qué vuelve la derecha latinoamericana

Por Emir Sader  / La Jornada / México 05 de NOVIEMBRE 2016 La nueva ola de derecha en América Latina no tardó en decir a qué vino. Los gobiernos de Mauricio Macri en Argentina y de Michel Temer en Brasil se dedican, única y exclusivamente, a aplicar el mismo tipo de duro ajuste fiscal que ya había sido aplicado en esos y otros países del continente, con las desastrosas consecuencias económicas y sociales que se conocen. Para ello tuvieron que reimponer el viejo diagnostico, según el cual los problemas son resultado de gastos excesivos del Estado, diagnóstico totalmente desmentido por la forma en que en esos mismos países los gobiernos han reaccionado a los duros efectos de la crisis internacional iniciada en 2008. Se podría haber hecho lo que se hace ahora, cortando hondamente los presupuestos en los recursos para políticas sociales. Las economías habrían ingresado en recesiones profundas y prolongadas, de las cuales no habrían salido, como ocurre con las economías europeas. Sin embargo, los gobiernos de Argentina y de Brasil, con orientaciones distintas de las actuales, no se han dejado llevar por la crisis y han reaccionado en contra de la recesión con medidas anticíclicas. Con ello han podido recuperar rápidamente sus economías de la recesión; han vuelto a crecer, a superar el desempleo y a retomar la dinámica de expansión económica con distribución de la renta, lo que ha permitido el momento más virtuoso de la historia de esos y otros países del continente en este siglo. La derecha vuelve a los gobiernos de esos países como si no hubiera pasado nada desde que se aplicaron por primera vez esos modelos. Como si éstos no hubieran fracasado y no se hubiera sacado a los países de las peores crisis recesivas en mucho tiempo, con altos niveles de desempleo y profunda crisis social. Como si no se hubieran dado gobiernos que han recuperado esas economías, superado la crisis social y desarrollado los programas de inclusión social más amplios de su historia. La derecha retoma el mismo diagnóstico que ha llevado a los ajustes, las recesiones, a las crisis sociales. Necesita, para ello, borrar o descalificar todos los avances logrados a lo largo de este siglo. Como si Argentina y Brasil no fueran mucho mejores, desde todos los puntos de vista, con las políticas de reacción a la crisis que con las que la han ahondado. Tratan de hacer pasar la idea de que la crisis actual es generada por el modelo que más resultó en nuestra actualidad. Se habría gastado demasiado. Los gastos en políticas sociales serían la causa del desequilibrio de las cuentas públicas. No las tasas de interés muy altas, no el pago de las deudas interna y externa, no el encubrimiento de impuestos, no los paraísos fiscales, no los subsidios a los grandes empresarios, no la especulación financiera. En realidad, la derecha vuelve para destruir lo que fue construido a lo largo de este siglo en los países donde logra, por una u otra vía, volver al gobierno. Su agenda es estrictamente negativa: privatización de propiedades públicas, menos recursos para políticas sociales, menos derechos para los trabajadores, más recesión, más desempleo. Y más Estados Unidos en el continente y menos integración regional. No pueden decir que son lo nuevo porque rescatan viejos economistas neoliberales. Ni que van a retomar el crecimiento económico, porque ahondan la recesión. Ni que van a controlar las cuentas públicas porque aumentan la inflación y el déficit público. No tienen que prometer, porque lo que hacen no tiene nada de popular, ni de democrático. Sólo pueden sobrevivir, blindados por los medios. ¿Cómo deben reaccionar las fuerzas populares frente a esa ofensiva conservadora? Antes que nada, buscando el más amplio proceso de conciencia, de movilización y de organización de los sectores populares, víctimas de las políticas de esos gobiernos. Sin eso no será posible revertir la situación. En segundo lugar, buscando la más amplia unidad de las fuerzas opositoras, tomando como línea divisoria entre los dos campos el modelo neoliberal. Unir a todas las fuerzas antineoliberales. En tercer lugar, haciendo un balance del pasado reciente, pero antes de todo valorar todo lo conquistado, antes de criticar los errores. En cuarto, finalmente, reconquistar la hegemonía de los valores que han llevado a los gobiernos progresistas a ser elegidos por la mayoría. Relaborar los temas de la justicia social, de la democracia política, de la soberanía nacional, entre tantos otros, en los términos actuales, después de los avances de la derecha. Total, como cada vez que se da una victoria política de la izquierda o de la derecha, es antecedida de una victoria en el plano de las ideas, hay que reimponer como objetivos fundamentales del país el desarrollo económico con distribución de la renta, después de desarticular las falsedades con que la derecha vuelve a países de América Latina. Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/11/05/opinion/020a2pol  

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