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La vía ecuatoriana de la contraofensiva conservadora

Fuente: Emir Sader | alainet.org Fecha: 26 de ENE 2018 Conocíamos dos vías de contraofensiva conservadora: la de la victoria electoral de la derecha, en Argentina; y la del golpe, como en Brasil. Ahora otro país, de forma sorprendente, se suma a esa ola: Ecuador. Se conocían las vías de victoria -electoral o golpista– de la derecha. Pero Ecuador presenta una alternativa: una recomposición conservadora que nace desde adentro de los movimientos progresistas. Es un mecanismo conocido en la política, así como en otro tipo de instituciones. Alguien que siempre fue segundo de un gran líder, vice, sub, de repente es elegido por ese líder para ocupar su lugar, pero no solo no se muestra a la altura, sino termina traicionando el mandato del que había participado y el mandato para el cual había sido elegido. Asimismo, pasa a acusar al líder que lo eligió como responsable de los problemas de su gestión. Hace un mandato mediocre, burocrático, marcado por retrocesos, como transición para la recomposición de la derecha. En el caso de Ecuador, se trata de la elección de Lenin Moreno para suceder a Rafael Correa en la presidencia del país. Aunque no fuera el candidato preferido por Correa – que era el vice de su segundo mandato, Jorge Glas -, al ganar el referendo de Alianza País, fue apoyado por Correa, quien fue el protagonista fundamental de la campaña que llevó Moreno a una victoria apretada, para volverse presidente de Ecuador. Se sabía de su perfil más moderado, de su disposición de desarticular el clima de enfrentamientos duros entre Correa y la oposición – tanto mediática, como partidaria e incluso con algunos movimientos sociales -, pero no hubo ningún pronunciamiento suyo que pudiera apuntar hacia una ruptura con todo lo que ha significado la Revolución Ciudadana. Se suponía un cambio de estilo para enfrentar los problemas, la apertura de diálogo con sectores del campo popular que se habían apartado del gobierno, formas más moderadas de tratar con los medios, pero nada más que eso: cambios de estilo, que no afectaran el contenido de las políticas de la Revolución Ciudadana. Sin embargo, ya en la composición del gobierno y en la supresión de algunos ministerios que representaban algunos de los cambios fundamentales que el gobierno de Correa había traído, ya apuntaban hacia un tipo de gobierno distinto. Luego empezaron a surgir balances de la situación económica que incorporaban visiones de la oposición de derecha, sobre un supuesto endeudamiento excesivo del gobierno, sobre despilfarros, apuntando ya a un nuevo tema, que terminaría distanciando decisivamente a Moreno de Correa: la existencia de corrupción en el gobierno anterior, del que el vicepresidente Jorge Glas sería el protagonista más conocido. Denuncias llegadas desde O Globo, de Brasil, de que Odebrecht habría sobornado a Glas y a otras personas vinculadas a él, fueron asumidas por Moreno como reales, llevando al alejamiento de Glas de las funciones gubernamentales, hasta que Glas fue detenido en base a ese proceso y, más tarde, sustituido en el cargo de vicepresidente. Pero, más allá de esas diferencias, se dio un vuelco esencial en la relación con el bloque de partidos de la derecha tradicional, algunos de los cuales pasaron a ocupar cargos en el gobierno, incluso en algunos puestos económicos estratégicos. Paralelamente, se dio una batalla por el control de Alianza País, el partido fundado por Correa para ser la base política de sostén de la Revolución Ciudadana. Con el control del gobierno, la facción de Moreno logró mantener el nombre de Alianza País, aunque la gran mayoría de la militancia está con Correa. Este y sus seguidores han salido de AP y se proponen a construir un otro partido, vinculado a la Revolución Ciudadana. El referendo convocado por Moreno sintetiza el viraje conservador del gobierno y se ha vuelto el epicentro del enfrentamiento actual entre los dos grupos. Junto a una serie de cuestiones obvias, Moreno impuso el veto a la reelección de Correa, como tema central, además de desarticular un Consejo que descentraliza decisiones fundamentales del gobierno hacia organizaciones civiles, y termina con un impuesto que Correa había logrado a las grandes empresas. La votación se dará a comienzo de febrero y, para ello, Correa ha retornado de nuevo al país, recorriéndolo en una campaña sistemática de difusión de la conciencia política sobre el viraje que sucede en Ecuador. Es una ruptura irreversible entre dos sectores que han protagonizado juntos la Revolución Ciudadana, proceso que ha trasformado de manera formidable a Ecuador por más de una década. Como es un fenómeno nuevo, no está claro el futuro del país y de la izquierda ecuatoriana. Lo que es cierto es que se ha configurado un nuevo bloque conservador en el gobierno, que recibe el apoyo de la derecha tradicional y de sectores de los movimientos sociales que tenían conflictos con Correa. Mientas que éste y la reconstrucción de un partido que proponga la continuidad de lo que fue su gobierno, es el eje de la continuidad de la izquierda ecuatoriana.   Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).  

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La proscripción de Lula

Fuente: Atilio Boron | atilioboron.com.ar Fecha: 25 de ENE 2018 El de hoy es un día de luto para la democracia en el mundo. Tres jueces arrojaron por la borda toda la evidencia que confirmaban la inocencia de Lula y lo condenaron a una pena de doce años y un mes por haber supuestamente incurrido en el delito de corrupción. Para colmo, estos funestos personajes que manchan de manera indeleble a la Justicia brasileña decidieron aumentar la pena que originalmente le había fijado el polémico juez Sergio Fernando Moro que era de 9 años y seis meses de prisión. Tal como ocurriera en el caso de Dilma Rousseff no existen pruebas irrefutables que Lula hubiera recibido el famoso triplex en Guarujá a cambio de favores concedidos a ciertas empresas examinadas en el marco del proceso legal conocido como Lava Jato. Pero la certeza incontrovertible de la existencia del delito, fundamento del debido proceso, no es ya necesaria en Brasil, como en Argentina, para condenar a un enemigo político. La diferencia es que en este país se lo encarcela bajo la dudosa figura de la “prisión preventiva”, extremos hasta los cuales hoy no se ha llegado en Brasil. Por eso no hay ninguna posibilidad de que Lula vaya a prisión a raíz de la sentencia de la Cámara. Un dato que habla de la bajeza y el talante moral del empresariado brasileño, que canta loas a la democracia y la república, lo ofrece el hecho de que tras conocerse la ilegal condena a Lula la Bolsa de Sao Paulo subió un 3.72 por ciento. De todos modos el asunto está lejos de haber sido clausurado. Quedan muchas instancias de apelación, ante la propia Cámara que decidió aumentarle la pena, ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ) alegando que en el curso del proceso se transgredió alguna ley federal, o ante el Supremo Tribunal Federal (STF), si llegara a plantearse que le sentencia viola derechos garantizados por la Constitución. Habida cuenta de lo dilatados que suelen ser los plazos legales quien decidirá si Lula puede o no participar en las elecciones y, en caso de ganarlas, asumir la presidencia es el Tribunal Superior Electoral (TSE), donde el PT deberá inscribir la candidatura de Lula entre el 20 de julio y el 15 de Agosto próximos. Dado que el proceso legal continúa su curso y cuyo resultado final bien podría ser el sobreseimiento de Lula, parece poco probable –por lo temerario- que los magistrados del TSE veten la inscripción del líder petista y, si triunfa en las elecciones, le impidan que llegue al Palacio del Planalto. En pocas palabras, se perdió una batalla contra una in(justicia) corrupta y venal, pero el proceso electoral sigue su curso y la ventaja de Lula sobre sus impresentables competidores aumenta de a poco pero día a día. No se habla del asunto pero son muchos en Brasil que temen que la proscripción de Lula puede ser la chispa que incendie la reseca pradera social brasileña, devastada por las políticas de Temer e indignada por el sesgo antipopular de la justicia federal. No vaya a ser que el ensañamiento político en contra del ex presidente se convierta en el detonante de un estallido social de incalculables proyecciones. No hay que olvidar una clara enseñanza de la historia: quienes con más empecinamiento se opusieron a las reformas terminaron siendo, a pesar de ellos, los que catalizaron las revoluciones.  

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Ser de izquierdas en tiempos sombríos

Fuente: Emir Sader | Brasil 24/7 Fecha: 05 de ENE 2017 Los tiempos sombríos presentan desafíos para la izquierda. ¿Cómo seguir adelante ante tan brutales retrocesos? ¿Cómo imaginarse un futuro de esperanza ante tanta desesperanza? ¿Cómo mantener los principios ante tantas renuncias, tantos oportunismos, tantos silencios cómplices? Los tiempos de reveses, de brutal ofensiva de la derecha, son propicios para el pesimismo y el catastrofismo, pero también para el oportunismo, el silencio y la pasividad cómplices. La izquierda nunca luchó a favor de la corriente. Nació para oponerse a la injusticia, a la opresión, a las discriminaciones. Nació para luchar por el derecho de todos, por la igualdad, por la justicia. La izquierda lucha de acuerdo con sus principios, para conquistar convenciendo a la mayoría de la población de sus valores y de sus propuestas. La izquierda está siempre del lado de quien lucha por igualdad, mientras que la derecha considera que la desigualdad es algo natural, incluso positivo. En el Brasil del siglo XXI, la izquierda se impuso cuando consiguió convencer a la mayoría de los brasileños de que el problema fundamental del país era la extrema desigualdad, la concentración de la riqueza, la pobreza, la miseria, la exclusión social. Convenció y probó que es posible superar esos problemas, con el apoyo de la mayoría de la población, con el apoyo activo y entusiasta del pueblo brasileño. Dio inicio a la construcción de una sociedad con bases distintas. Avanzó, incluso sin haber conseguido resolver problemas estructurales, de lo que se sirvió la derecha para retomar la iniciativa e imponer un duro revés a la izquierda. Ser de izquierdas en tiempos difíciles es saber valorar los avances y los límites que bloquearon la posibilidad de dar continuidad a eses avances. Es hacer balances autocríticos sin detenerse y, al mismo tiempo, retomar la lucha a partir de lo conquistado y apuntando hacia nuevos objetivos. Hay quien se caracteriza por ser un enfermizo enterrador de la izquierda, parece que se complacen con los reveses, igual que estaban a disgusto con los avances por vías que ellos no habían previsto. No son ellos quienes hacen historia. Únicamente se lamentan de que la historia no transite por las sendas que a ellos les gustaría. El militante de izquierda no es un francotirador que en un momento dado opina en un sentido y al momento siguiente en el sentido contrario. El  militante participa de un proyecto colectivo de transformación de la realidad. Es militante de un partido, de un movimiento popular, de un colectivo, del que forma parte. Ser de izquierda en tiempos sombríos es saber vislumbrar, más allá de las nieblas del presente, las nuevas luces del futuro. Es trabajar con tenacidad por ese nuevo camino. Es aprender del pasado para sacar lecciones del presente, proyectando el futuro. Ser de izquierda en tiempos sombríos requiere fuerza de principios y capacidad de comprensión de la nueva realidad, pero también requiere carácter. 2018, más que otros años, pondrá a prueba nuestro carácter de militantes de izquierda. Sabremos afrontar los desafíos, como sea que se presenten, para superar los tiempos sombríos y retomar los caminos de la esperanza. Traducido del portugués para Rebelión por Alfredo Iglesias Diéguez

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¿Por qué volvió a ganar el chavismo?

Fuente: Marco Teruggi | Telesur Fecha: 11 de DIC 2017 El chavismo logró su tercera victoria electoral en menos de cuatro meses. Nuevamente, de forma contundente. Primero fueron las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el 30 de julio, luego a gobernadores, el 15 de octubre, y, finalmente, este 10 de diciembre, donde, según afirmó el presidente Nicolás Maduro en horas de la noche, se ganaron 300 de las 335 alcaldías. El mapa arroja una correlación de fuerza en las urnas con amplia mayoría para el chavismo, que, además, sumó una nueva gobernación, para un total de 19 de 23. ¿Cómo se explican estos resultados? El argumento de la oposición y sus alianzas internacionales es siempre el mismo: fraude. Es un botón automático que utilizan ante cada resultado adverso. La falta de credibilidad de esa acusación viene por parte del comprobado mecanismo electoral, y de ellos mismos, cuando una parte de la derecha, la que gana, reconoce los resultados y otra, la que pierde, no. Se sabe en la dinámica del conflicto venezolano que esto es sistemático y sin fundamento. Las respuestas deben buscarse en la forma en que cada una de las fuerzas llegó a las elecciones. La oposición lo hizo con varios elementos en su contra, y con esa capacidad única de dispararse a los pies. Lo primero fue que una parte importante, en particular los principales partidos, decidió no participar. No significa que la derecha no se haya presentado, allí están las alcaldías que ganaron como prueba de que acudieron. Fueron sin muchas de sus figuras con mayor posibilidad, con peleas públicas, acusaciones de traiciones cruzadas, varios candidatos en un mismo municipio. La imagen fue la de una fuerza en crisis, con los generales enfrentados entre sí. Ese escenario venía construyéndose desde la derrota sufrida con la elección de la ANC, que se tradujo tanto en la ruptura de la Mesa de la Unidad Democrática, como en un cuadro de desmoralización de su base social que también comenzó a acusar a sus dirigentes de traidores. Eso condujo a la derrota en las elecciones a gobernadores -el fracaso político tiene efecto dominó- y agudizó el extravío estratégico ya evidente. Los principales partidos pasaron en cuatro meses de llamar a sacar al gobierno por la violencia callejera, luego a presentarse a elecciones, y finalmente a abstenerse. El resultado del domingo era entonces predecible. Esta incapacidad opositora reafirma a su vez un elemento clave para pensar el desarrollo del conflicto venezolano, y es que luego de dieciocho años de proceso revolucionario, la derecha no ha logrado conformarse como una alternativa para la mayoría de la población. Su falta de credibilidad está en su momento de mayor evidencia. Consiguieron desacumular, en lapso de medio año, el capital político que habían conseguido reunir. Se encaminan a las presidenciales de manera desunida, desgastada, con tres intentos insurreccionales fracasados y cuatro elecciones perdidas en el tiempo del mandato de Nicolás Maduro. Lograron un solo triunfo electoral, en diciembre del 2015, que no supieron administrar. La situación en que se encuentra la oposición es producto de sus propios desaciertos -que son además en algunos casos por órdenes dictadas desde los Estados Unidos- y de la capacidad política del chavismo, que logró salir de un empate y una defensiva que parecían por momento acorralarlo. Esa recuperación de la iniciativa, que se materializa en este tercer resultado electoral en 133 días, tiene varias razones. Una de ellas es que se mantuvo la unidad. Mientras la oposición se dividió cada vez más, el chavismo conservó la figura de Nicolás Maduro como liderazgo que se consolidó, y presentó candidaturas unitarias en la mayoría de los lugares, tanto en las regionales como en las municipales. Otra razón es la coherencia discursiva. El chavismo no cayó nunca en el llamado a la confrontación callejera al que lo desafió la derecha entre abril y julio. El planteo siempre fue por la resolución electoral, y por esa vía se logró desandar la escalada violenta, y mantener el poder político. Unidad y estrategia vs pelea interna y desvaríos estratégicos. Una razón más puede buscarse en el acumulado de la revolución. Así como la derecha no logar consolidarse como alternativa para las mayorías, el chavismo tiene una de sus fuerzas en la dimensión identitaria en las clases populares. El chavismo es más que la dirigencia y las diferentes mediaciones con sus aciertos y errores, es una experiencia política, de vida, organizativa, que viene transitando una parte del pueblo venezolano, y permite enfrentarse a estas contiendas electorales con una base que no tiene la derecha. Existe una conciencia del momento histórico, de lo que se juega, se puede perder en caso de una derrota electoral. Allí pueden encontrarse algunas de las razones de esta tercera victoria electoral, en una etapa en la que muchos analistas afirmaban y reafirmaban que todo enfrentamiento en las urnas conduciría irremediablemente a una derrota chavista. Un triunfo que se da en el momento de mayores dificultades económicas del país. Una situación que no debe verse de manera aislada al cuadro político: la profundización del ataque sobre la economía busca condicionar el voto, generar escenarios que la incapacidad opositora no logra por peso propio. Existen relaciones directas entre dólar ilegal, aumento de precios, desabastecimiento, y jornadas electorales. Lo que sigue es un desafío inmenso y urgente para el chavismo: estabilizar la economía, frenar el retroceso material que arroja imágenes de un país donde las acciones de lo cotidiano se han convertido en batallas para la mayoría de la población. Eso significa tanto profundizar las alianzas internacionales, las vías para evitar la asfixia que buscan imponer el gobierno norteamericano y sus aliados, como recuperar capacidad de gobierno sobre la economía, y enfrentar los enemigos internos de la revolución. Uno de ellos es la corrupción que, como muestran las investigaciones, se había apoderado de la industria petrolera y parte del mecanismo de importaciones, es decir de los pulmones de la economía. Ganar elecciones significa la posibilidad de continuar con el proyecto histórico. Se dio

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Arde Honduras

Fuente: Ezequiel Sánchez* | TiempoAr Fecha: 02 DIC 2017 Honduras está literalmente prendida fuego. Y tras una semana de las elecciones, y sin resultados definitivos, aumentaron las sospechas que existían previas a los comicios. Que habría fraude para legitimar a un gobierno que buscaba sostenerse en el poder, a pesar de que la Constitución prohíbe la reelección. El actual presidente, Juan Orlando Hernández, impuso una Corte Suprema que avaló su postulación, aunque en 2009 se le dio un golpe de Estado a Manuel Zelaya por querer preguntarle a la gente si estaba de acuerdo en reformar la Constitución y permitir un segundo mandato. Consumado el golpe, los actuales gobernantes convirtieron a esta nación en un narco-Estado. Meses atrás, una corte de Nueva York condenó al hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) a 24 años de cárcel por ayudar a ingresar cocaína en Estados Unidos con avionetas del Estado. El testimonio clave fue de los propios narcos a la DEA. En sus declaraciones, también admitieron negocios con el diputado y hermano del actual presidente. Mientras tanto, Honduras es un país donde el 65% de la población vive debajo de la línea de la pobreza y más del 40% es indigente. Donde casi el 20% de Producto Bruto Interno es generado por las remesas que envían los migrantes desde Estados Unidos. Ya no es un «país bananero», ahora es exportador de seres humanos que no garantiza derechos como educación y salud. En 2015 se conoció un multimillonario desfalco al Instituto Hondureño de Seguridad Social, que habría causado la muerte de por lo menos 3000 personas. Parte de esa plata financió la campaña del actual presidente. Pepe Lobo, su predecesor, admitió saber del robo, aunque prefirió callarlo para «no perjudicar el curso electoral». A pesar de que un caso de corrupción menor en Guatemala causó la renuncia de Otto Pérez Molina, en Honduras ningún funcionario con alto cargo fue sentenciado. Al contrario, existe un 95% de impunidad y es uno de los cinco países más violentos del mundo. Lo prueba el asesinato hace 20 meses de la líder social Berta Cáceres. Su entorno siempre sostuvo que la orden había venido «desde arriba» y según un informe independiente de hace menos de un mes, el Ministerio Público tiene pruebas suficientes para condenar a gerentes de una empresa hidroeléctrica, a funcionarios del Estado y a militares aún activos. Pero la Justicia nunca llega. En este contexto se realizaron las elecciones. Y las sospechas de fraude empezaron a agigantarse porque el Tribunal Supremo Electoral le dio cinco puntos de ventaja al opositor Salvador Nasralla, mantuvo dos días de silencio y al actualizar la información, Hernández pasó a aventajarlo por un punto. Sumado esto a una población que estuvo muy atenta en la fiscalización de actas y presentó pruebas de irregularidades en el recuento de votos. El descrédito por las instituciones y la evidencia de fraude es tan grande que, si llegaran a declarar ganador a Juan Orlando Hernández, nadie creería en el resultado y empeoraría la situación. Si es que aún eso fuera posible. « * Periodista argentino, residente en Tegucigalpa.

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Geopolítica digital latinoamericana

Fuente: Jorge Elbaum | Nodal Fecha 01 de DIC 2017 La comunicación a través de la red de redes se ha constituido es un espacio de disputa geopolítico que incluye aspectos ligados a la soberanía territorial, la seguridad internacional y a las lógicas de acumulación capitalista. Sólo una mirada ingenua puede describir su actual relevancia como un mero canal de interacción horizontal carente de manipulación digitada por actores políticos y económicos cuyos intereses están íntimamente ligados al control y a la concentración (y ampliación) de poder. Internet es en la actualidad un mecanismo de arbitraje geopolítico inscripto estructuralmente a través de una arquitectura de satélites y tendido de fibra óptica y una minería de datos apta para la vigilancia, el seguimiento, el espionaje y –concomitantemente— su utilización como insumo de Inteligencia Artificial (prospectiva) para la manipulación de mercados y consumidores. La larga lista de operaciones que se realizan sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) incluyen la segmentación de públicos destinadas a ser manipuladas (incluso electoralmente) mediante “fake news” (noticias falsas) y la multiplicación de ejércitos de “trolls” (perfiles falsos) virtuales o robotizados, encargados de sembrar confusión, pánico y/o agendas alternativas contra opositores y o receptores ingenuos. Un aparte de estos dispositivos, además, están encauzadas contra quienes se atreven a proponer normas democráticas y antimonopólicas capaces de regular de forma soberana a la arquitectura de la web. La característica central de internet es el monopolio: un 72 por ciento de los tendidos de fibra óptica existentes en el mundo le pertenecen a la corporación Century Link, que cuenta con ingresos de 24 mil millones de dólares anuales. Dos terceras partes de los 3500 satélites que giran alrededor del planeta pertenecen a Estados Unidos, Rusia y China, y el 95 por ciento de la comunicación de América Latina circula por fuera de su geografía. El creciente peso del comercio por internet y la deslocalización de los circuitos de monetización y distribución de bienes y servicios han permitido a las trasnacionales nuevas formas de evasión impositiva y afianzar con esa lógica patrones de concentración económica beneficiosos para quienes administran los nodos estratégicos de las redes. Los beneficios de esas transacciones que no se tributan en nuestros países son absorbidos por las propias metrópolis centrales que alientan de esa manera el vaciamiento fiscal de nuestras economías favoreciendo los déficits fiscales en forma creciente. La desregulación económica que internet habilita –sin controles soberanos— consiente el difuso “pase de manos” de la inmensa intermediación financiera y su consiguiente refugio de “contabilidad creativa”, capaz de incrementar los recursos depositados en los paraísos fiscales y en las guaridas bancarias ubicadas (o dependientes de) los países centrales. Internet se constituye así en una actualizada forma de dominación, enclavada bipolarmente en dos aspectos convergentes: la ciber-vigilancia(asociada al monitoreo militar) y la obtención de rentas internacionales incapaces de ser captadas por los Estados subalternos. El 98 por ciento del tráfico de Internet entre América Latina y el mundo circula por servidores de los EEUU. El 75 por ciento de la información que transita por el interior de nuestro subcontinente, también tiene domicilio “físico” en “nubes” estadounidenses. En el año 2010 Julian Assange divulgó miles de documentos (WikiLeaks) en los que se evidenciaba la utilización de las redes para inspeccionar y digitar políticas comerciales y de seguridad, monopolizadas tanto por el Departamento de Estado como por empresas dispuestas a agenciarse ventajas competitivas mediante la utilización de información privilegiada. Durante ese mismo año la OTAN llevó a cabo la primera “Cumbre de los comunes estratégicos” donde se analizó prioritariamente aspectos relacionados con la ciber-defensa, el ciber terrorismo y la elaboración de protocolos ligados a la guerra virtualizada mediante el uso de drones y aparatología misilística asociada a redes de celulares telefónicos. Desde 2010 se calcula que han sido 2500 las personas ejecutadas a través de drones guiados por la información provista por datos obtenidos de internet. En 2013 Edward Snowden sumó certidumbres acerca de la colaboración entre las empresas monopólicas Alphabet (Google) y Facebook con la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos NSA, para ceder información privada y confidencial para ser utilizados con fines eminentemente políticos, algunos de los cuales incluyeron el socavamiento de proyectos emancipatorios de varios países latinoamericanos. Presidentes de gobiernos de destinos países –como Angela Merkel de Alemania y Dilma Rousseff de Brasil–, y corporaciones de energía, como Petrobras, fueron monitoreadas durante años por distintas agencias de inteligencia de Washington para favorecersus intereses geopolíticos. El subterfugio de la lucha contra el terrorismo justificó su acceso a la casi totalidad de la circulación informativa de la web permitiendo la ampliación de la vigilancia global, la intervención política en asuntos soberanos de terceros países y la utilización de información privilegiada para favorecer a empresas trasnacionales con sede en esos mismos países centrales. Este reforzamiento del control y la subordinación a intereses hegemónicos implica una forma de “colonialismo digital” caracterizado por una creciente monopolización de la comunicación humana, constituida históricamente como un “bien común”. Hoy la circulación de la imagen, la palabra, los perfiles sanitarios (demandados por las compañías de seguros y de medicina), la geolocalización y los perfiles de consumo aparecen como datos imprescindibles para esas cinco empresas monopólicas (que comercializan dichos insumos a terceras empresas) y para los gobiernos asociados a ellas que se dedican a perseguir a opositores a través del monitoreo y la divulgación de aspectos de la vida privada de los vigilados. Uno de los temas centrales de próxima reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a desarrollarse en diciembre venidero en Buenos Aires es justamente la legitimación de los mecanismos de desregulación de la web –en nombre de la reiterada y sacrosanta libertad neoliberal– y la prohibición explícita a cualquier forma de regulación soberana sobre la protección de la información y de su circulación. Hace quince años atrás, las diez empresas más poderosas del orbe tenían una inscripción en el mundo de la energía: generalmente eran corporaciones petroleras. En la actualidad el ranking muestra que han sido desplazadas por

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La batalla del chavismo contra la corrupción

Fuente: Marco Teruggi | Notas de periodismo popular Fecha: 30 de NOV 2017 La noticia impactó: el jueves en la madrugada fueron detenidos por orden del Ministerio Público los ex presidentes de Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa) y ministros de Petróleo, Eulogio del Pino y Nelson Martínez. El primero había estado al mando de la petrolera estatal desde el 2015 hasta el mes de agosto, y del ministerio hasta el pasado domingo 26 de noviembre. Se esperaba que un anuncio de estas características pudiera suceder. Las investigaciones impulsadas por el Fiscal General, Tareck William Saab, habían comenzado a destapar la trama de corrupción instalada en diversas áreas de Pdvsa. En los últimos dos meses se habían multiplicado los anuncios de detenciones, llegando al arresto la semana pasada de los directivos de Citgo, la filial de Pdvsa en los Estados Unidos. Las capturas de gerentes iba en ascenso. El jueves llegó a 65. El Fiscal había dicho con todas las letras que se estaba ante un desfalco a la nación gestado durante diez años. Las consecuencias económicas se habían traducido en déficit fiscales, baja de producción petrolera, deterioro de las instalaciones, la consolidación de una trama de corrupción en el pulmón económico del país: el 95% de los dolares que ingresan al país provienen del petróleo. Los métodos de robos fueron varios: contratos con sobreprecios en varias filiales, sabotaje a la producción, contratos para refinanciar la empresa sin aprobación del ejecutivo nacional, alteración de cifras fiscalizadas de producción de crudo, ventas de petróleo sin declarar. En el caso de Eulogio Del Pino una de las acusaciones fue por haber sido parte del caso de corrupción en Petrozamora, donde se perdieron 15 millones de barriles diarios entre el 2015 y el 2017, equivalentes a 500 millones de dólares. Los delitos por los que se acusa a los ex presidentes de Pdvsa son: peculado doloso propio, concierto de funcionario público con contratista, incumplimiento al regimen de seguridad de la nación, asociación, uso indebido de sistemas de información y daños a la industria petrolera. “Estamos desmantelando un cartel de delincuencia organizada en la industria petrolera de nuestro pais”, afirmó el Fiscal General en la rueda de prensa. *** Estos anuncios llegan en uno de los momentos más complejos del país. En lo político, el lado chavismo mantiene la inciativa política. La misma presencia y actuación del actual Fiscal, quien remplazó a la prófuga Luisa Ortega Díaz, es muestra de eso. La victoria electoral del 15 de octubre en las gobernaciones también lo es, así como los pronosticos de cara a las elecciones municipales del 10 de diciembre. La revolución, que oscilaba entre la defensiva y el empate, pasó a la ofensiva política en esta segunda mitad del año, y la oposición entró en una fase de rupturas y desorientación estratégica. En simultáneo, el cuadro económico empeora de manera sostenida. Las diferentes esfereas de la vida diaria -conseguir dinero en efectivo, realizar una operación bancaria, viajar en autobús, recargar saldo en el teléfono, comprar medicamentos, etc.- se han transformado en pequeñas o grandes batallas, y el aumento de los precios, ligado al dólar ilegal y real en su impacto, ha hecho ingresar a la economía en un cuadro similar a la hiperinflación. La perdida de poder adquisitivo es hasta cotidiana. En el plano geopolítico, es sobre el frente económico donde se han concentrado los ataques. Por la imposibilidad que ha mostrado el chavismo hasta la fecha para revertir el cuadro en lo nacional -en lo internacional ha mostrado mayor capacidad de maniobra-, y por las derrotas sucesivas de las tácticas insurreccionales y electorales de la oposición. Los Estados Unidos y sus aliados/subordinados optaron por concentrar los golpear sobre el flanco más debil para generar nuevas condiciones políticas. La batalla contra la corrupción se enmarca en esa totalidad del escenario. Un mapa de las zonas afectadas muestra cómo las mafias se habían instalado centralmente en el petróleo y las importaciones, espacios claves para asfixiar la economía dentro del plan de desestabilización internacional. Exsitía una complicidad de hecho entre la corrupción y el ataque económico. Operaba como un freno a la posibilidad de recuperación de los indicadores económicos: las principales herramientas estaban tomadas. ¿Hasta qué punto lo están todavía? El impacto de estos anuncios también debe verse en lo político. Ya no se trata de arrestos de administradores desconocidos públicamente, sino de quienes aparecían en pantallas de televisión, ocupaban puestos de dirección, vestían de rojo y hablaban en nombre del legado de Hugo Chávez. El mismo Eulogio Del Pino había twiteado el 26 de noviembre: “Gracias presidente @NicolasMaduro por haberme dado el honor de estar a su lado en años tan difíciles y de tantos ataques. Siempre seré leal a usted y a nuestro comandante Chávez, con los trabajadores petroleros saldremos delante de toda esta coyuntura. ¡Viviremos y venceremos!”. Esas encarcelaciones son un acto de justicia al interior del chavismo. ¿Hasta dónde llegan las tramas de corrupción? Por el momento existen especulaciones, disparos cruzados en redes sociales entre dirigentes, la sospecha de que ni Del Pino ni Martínez son la parte más alta de redes poderosas y ramificadas que no solamente abarcan las áreas del petróleo y las importaciones. *** El frente que se abrió tiene otras implicaciones. Muestra una voluntad política por parte de Nicolás Maduro y el Fiscal General de enfrentar un problema que afecta de manera grave el cuadro nacional. Un fenómeno que no fue creado por el chavismo, no es parte de su proyecto, pero que en los hechos se ha consolidado y lo ha golpeado con fuerza. Asumir el problema, ponerlo sobre la mesa, nombrarlo y combatirlo, es un acción política que pocos gobiernos del continente hicieron estando al frente de sus mandatos. La opción por el silencio les juega en contra hasta el día de hoy. Eso significa a su vez haberle quitado una bandera a la oposición que, sin ningun papel en regla y teniendo su génesis muchas veces en hechos de corrupción, se presenta como ejemplo de

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Los prostíbulos del capitalismo

Fuente: Emir Sader* | Alainet Fecha: 13 de NOV 2017 Los mal llamados paraísos fiscales funcionan como prostíbulos del capitalismo. Se hacen allí los negocios turbios, que no pueden ser confesados públicamente, pero que son indispensables para el funcionamiento del sistema. Como los prostíbulos en la sociedad tradicional. A medida se acumulan las denuncias y las listas de los personajes y empresas que tienen cuentas en esos lugares, nos damos cuenta del papel central y no solo marginal que ellos tienen en la economía mundial. “No se trata de ‘islas’ en el sentido económico, sino de una red sistémica de territorios que escapan a las jurisdicciones nacionales, permitiendo que el conjunto de los grandes flujos financieros mundiales rehúya de sus obligaciones fiscales, escondiendo los orígenes de los recursos o enmascarando su destino.” (A era do capital improdutivo, Ladislau Dowbor, Ed. Autonomia Literaria, Sao Paulo, 2017, pag 83) Todos los grandes grupos financieros mundiales y los más grandes grupos económicos en general tienen hoy filiales o incluso matrices en paraísos fiscales. Esa extraterritorialidad (offshore) cubre prácticamente todas las actividades económicas de los gigantes corporativos, constituyendo una amplia cámara mundial de compensaciones, donde los distintos flujos financieros ingresan a la zona del secreto, del impuesto cero o algo equivalente, y de libertad relativamente a cualquier control efectivo. En los paraísos fiscales, los recursos son reconvertidos en usos diversos, repasados a empresas con nombres y nacionalidades distintas, lavadas y formalmente limpias. No es que todo se vuelva secreto, sino que con la fragmentación del flujo financiero el conjunto del sistema lo vuelve opaco. Hay iniciativas para controlar relativamente a ese flujo monstruoso de recursos, pero el sistema financiero es global, mientras las leyes son nacionales y no hay un sistema de gobierno mundial. Asimismo, se puede ganar más aplicando en productos financieros y, encima, sin pagar impuestos, es un negocio redondo. “El sistema offshore creció con metástasis en todo el globo, y surgió un poderoso ejército de abogados, contadores y banqueros para hacer funcionar el sistema… En realidad, el sistema raramente agrega algún valor. Al contrario, está redistribuyendo la riqueza hacia arriba y los riesgos hacia abajo y generando una nueva estufa global para el crimen.” (Treasured Islands: Uncovering the Damage of Offshore Banking and Tax Havens, Shaxon, Nicholas. St. Martin’s Press, Nova York, 2011. «El tema de los impuestos es central. Las ganancias son offshore para escapar de los tributos donde aquellas son generadas, pero los costos, el pago de intereses y los tributos aplicados a ello son offshore de los paraísos fiscales». La mayor parte de las actividades es legal. No es ilegal tener una cuenta en las Islas Caimán. “La gran corrupción genera sus propia legalidad, que pasa por la apropiación de la política, proceso que Shaxson llama de ‘captura del Estado’” (Dowbor, pag. 86). Se trata de una corrupción sistémica. La corrupción involucra a especialistas que abusan del bien común, en secreto y con impunidad, minando las reglas y los sistemas que promueven el interés público, en secreto y con impunidad, y minando nuestra confianza en las reglas y sistemas existentes, intensificando la pobreza y la desigualdad. “La base de la ley de las corporaciones y de las sociedades anónimas, es que el anonimato de la propiedad y el derecho a ser tratadas como personas jurídicas, pudiendo declarar su sede legal donde quieran e independiente del lugar efectivo de sus actividades, tendría como contrapeso la trasparencia de las cuentas” (Dowbor, pag. 86) Las propinas contaminan y corrompen a los gobiernos, y los paraísos fiscales corrompen al sistema financiero global. Se ha creado un sistema que vuelve inviable cualquier control jurídico y penal de la criminalidad bancaria. Las corporaciones constituyen un sistema judicial paralelo que les permite incluso procesar a los Estados, a partir de su propio aparato jurídico. The Economist calcula que en los paraísos fiscales se encuentran 20 trillones de dólares, ubicando a las principales plazas financieras que dirigen estos recursos en el estado norteamericano de Delaware y en Londres. Las islas sirven así como localización legal y de protección en términos de jurisdicción, fiscalidad e información, pero la gestión es realizada por los grandes bancos. Se trata de un gigantesco drenaje que permite que los ciclos financieros queden resguardados de las informaciones. * Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).

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Eric Hobsbawm y América Latina

Fuente: Emir Sader | Caras & Caretas de Uruguay Fecha: 1 de NOV 2017 Poco antes de morir, en 2012, ya con 95 anos, Eric Hobsbawm manifestó la voluntad de publicar un volumen con sus artículos y ensayos sobre América Latina. No tuvo tiempo de hacerlo, pero el historiador británico Lesley Bethell recogió la tarea y organizó un volumen, al que le dio el título de Viva la revolución y fue publicado el año pasado en Londres. En su autobiografía Tiempos interesantes, publicada en 2002, Hobsbawm afirmó que la única región fuera de Europa que consideraba que había conocido bien y donde se sentía plenamente en casa era América Latina. Sin embargo, en sus obras clásicas, la presencia de América Latina es marginal. En Era de las revoluciones, hay sólo referencias al pasar a nuestro continente. En Era del capital hay solamente media docena de páginas sobre América Latina, en el capitulo titulado ‘Perdedores’. En Era de los imperios, hay pocas referencias y cuatro páginas dedicadas a la Revolución mexicana. En Era de los extremos, América Latina pasa a ocupar un lugar de destaque en el surgimiento del Tercer Mundo, con referencias a varios acontecimientos históricos de importancia, de la Revolución mexicana al Chile de Salvador Allende. Este libro empieza con sus primeras impresiones sobre el continente, que significativamente son de su primer viaje a Cuba, en octubre de 1960, que se abre con la afirmación: “Salvo si hay una intervención armada de Estados Unidos, Cuba será muy en breve el primer país socialista del hemisferio occidental”. Hobsbawm volverá varias veces a Cuba, que sería una referencia permanente para él sobre el continente. Pero será un critico sistemático de la vía cubana, expresada en los movimientos guerrilleros. Su interés sobre América Latina se volcará más sobre los movimientos campesinos; por ello concentra sus viajes y sus análisis sobre Colombia -que le fue presentada por el gran intelectual colombiano Orlando Fals Borda- y Perú. La temática de bandidismo social lo lleva a interesarse incluso en Sendero Luminoso. Hobsbawm analizo muchísimo más los movimientos campesinos que los movimientos de los trabajadores urbanos latinoamericanos. De todas maneras, no se consideraba un historiador latinoamericano. De hecho, nunca logró liberarse de la impronta europea, que fuertemente marca su obra, para comprender las particularidades latinoamericanas. Sobre las relaciones sociales en el campo, tiene siempre como referencia el feudalismo, no incorporando el amplio debate de los años 60, protagonizado, ante todo, por Rodolfo Stavenhagen, y posteriormente absorbido por gran parte del pensamiento social del continente. Al igual que Hobsbawm, siempre mantuvo sobre el nacionalismo la marca del fenómeno en Europa, refiriéndose a Perón y a Vargas, así como a otros líderes “populistas” del continente, como fascistas. Su libro sobre los nacionalismos no incorpora las particularidades del fenómeno, con el tono antiimperialista que asume en nuestro continente. Los rasgos antineoliberales del nacionalismo latinoamericano aparecen para él siempre análogos al fascismo y al nazismo. Sin embargo, América Latina fue para Hobsbawm un gran laboratorio de experiencias políticas. “Así como para el biólogo Darwin, para mí, como historiador, la revelación de América Latina no fue regional, pero sí general. Era un laboratorio de cambios, en su mayor parte distinto de lo que se podría esperar, un continente hecho para minar las verdades convencionales. Era una región donde la evolución histórica ocurría a la velocidad de un tren expreso y que podía ser realmente observada durante la mitad de la vida de una única persona”. Cuando hace un balance, en su último texto general sobre el continente, escrito en 2002, 40 años después de su primera visita, Hobsbawm constata que “la revolución esperada” no había ocurrido. Pero convivió con los nuevos gobiernos progresistas; manifestó simpatías por Hugo Chávez, pero para Lula y el PT aran sus más grandes simpatías. “Llevo su distintivo en mi llavero para recordar simpatías antiguas y contemporáneas y recuerdos de mis momentos con el PT y con Lula”. En su conjunto, el libro de más de 500 páginas, desde sus primeras impresiones, pasando análisis de las estructuras agrarias y del movimiento campesino, así como de los intentos revolucionarios -México, Cuba, Chile-, hasta sus reflexiones finales, es un gran mosaico de interpretaciones del más grande historiador del siglo XX sobre un continente en constante ebullición, de revoluciones y contrarrevoluciones.

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