Comunicados y Declaraciones

Comunicados y Declaraciones

Gaza: represión brutal e injustificable

El LLAMAMIENTO Argentino Judío repudia los últimos acontecimientos en la Franja de Gaza y en Jerusalén y expresa su solidaridad con las víctimas de la represión, brutal e injustificable, del ejército israelí —contraria a los principios humanistas del judaísmo— frente a las manifestaciones de civiles. Además, rechazamos la política expansionista del gobierno israelí, la provocadora actitud estadounidense de trasladar su embajada a Jerusalén y las ambiguas políticas de Hamás teñidas de fundamentalismo y sectarismo que perjudica las aspiraciones palestinas de tener su propio estado. El LLAMAMIENTO expresa una vez más su firme convicción de que sólo un acuerdo de paz, basado en el retiro de Israel de los territorios ocupados y el desmantelamiento de los asentamientos ilegales, permitirá avanzar en acuerdos de fronteras seguras para ambos Estados y un estatus de Jerusalén como capital compartida por ambos pueblos.

Comunicados y Declaraciones

No en nuestro nombre

Desde nuestros comienzos, en el LLAMAMIENTO Argentino Judío nos referimos a la DAIA con la frase «No en nuestro nombre». Por entonces advertimos sobre cómo la institución se había desviado de sus principios fundacionales —el combate contra antisemitismo y la discriminación— para comerciar apoyo político a cambio de cargos y ayuda económica para terminar hoy siendo un apéndice del actual gobierno y de intereses geopolíticos ajenos a nuestro país. Lejos de alegrarnos por lo sucedido en los últimos días, el escándalo no es más que el corolario de una viciada forma de hacer política que viene desde hace mucho tiempo y de ejercer un aparente poder de la peor manera posible. No hay idea más ruin que la de utilizar la memoria del Holocausto para solicitar donaciones y otro tipo de favores. Estamos convencidos que la DAIA no sólo no representa el pensar y el sentir del LLAMAMIENTO, sino que está muy lejos de poder considerarse la «representación política de la comunidad judía argentina». No solo no la representa, tampoco representa su historia y, sobre todas las cosas, no expresa la pluralidad de voces que transitan la vida institucional de las entidades adheridas. Menos aún las voces de los judíos no institucionalizados. La DAIA debería dejar de arrogarse esa “representación política de la comunidad judía”. Muchos argentinos judíos se expresan políticamente de maneras diversas: participan de partidos políticos, movimientos sociales y hacen oír su voz en los sindicatos; escriben artículos en diarios y revistas; son escuchados en las universidades y leídas sus investigaciones. Estos argentinos judíos no necesitan una representación política: ellos solos eligen a quienes los representan y a su vez representan la voz de otros. Los judíos, en tanto colectivo, tenemos reivindicaciones específicas que deben tener una representación política no partidaria, del mismo modo que las tienen organizaciones sociales de similares características. Esto no significa que una institución pueda arrogarse la totalidad de la representación en desmedro de otras, menos cuando objetivamente la realidad muestra otra cosa. Debemos señalar también la fingida sorpresa de muchos dirigentes que ahora exigen investigaciones y renuncias masivas y que, hasta hace unos pocos días, apoyaban a la gestión saliente o en el mejor de los casos guardaron un silencio cómplice. Ellos también son responsables del mismo modo que lo son los referentes de grandes intereses económicos que adscriben a la DAIA y que han influenciado en el alineamiento de la institución con las políticas neoliberales. En el LLAMAMIENTO siempre tuvo cuidado en distinguir la dirigencia de las últimas décadas de la institución DAIA; siempre reivindicamos la creación y actuación inicial de la DAIA como una página memorable de la tradición argentina judía en su derrotero de incorporación a la vida de la patria. Esta fue la idea motora elegida por los primeros inmigrantes judíos para construir el camino tomando lo mejor de los aportes de sectores populares, democráticos, progresistas, de quienes nos antecedieron. “Todo se construye y se destruye tan rápidamente…” dice Charly García en una de sus maravillosas canciones. Hay un sistema de poder que está destruido, y hay una colectividad que seguramente, luego de reflexionar y debatir, quiere reconstruir rápidamente. La premisa para que esta debacle no vuelva a ocurrir es retornar a las fuentes, a los principios fundacionales de combate contra el nazismo y el antisemitismo con los que la DAIA conquistó un lugar de respeto en la sociedad argentina. El LLAMAMIENTO Argentino Judío está dispuesto a debatir sobre todo lo expuesto, como siempre.

Comunicados y Declaraciones

Rechazamos las declaraciones negacionistas y judeofóbicas del presidente palestino

El LLAMAMIENTO Argentino Judío rechaza las declaraciones negacionistas y judeofóbicas del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que efectuara en su participación en la 23ª reunión del Consejo Nacional, el equivalente del parlamento de los palestinos. Durante su discurso le dedicó un largo tramo a desarrollar una narrativa palestina sobre su historia. Esto que pudiera parecer legítimo quedó totalmente desvirtuado por una serie de errores históricos (llegó a describir a Stalin como judío), omisiones y una afirmación claramente judeofóbica donde explicó que el odio hacia los judíos, en Europa de fines del siglo XIX y principios del XX, estuvo motivado por sus actividades ligadas al préstamo de dinero, la usura y el vínculo con el sistema financiero; estereotipos clásicos de un discurso judeofóbico atávico. El LLAMAMIENTO Argentino Judío, repudia estas declaraciones y señala que la solución del conflicto israelí-palestino pasa por el reconocimiento mutuo del derecho de ambos pueblos a tener su propio Estado, con fronteras seguras, instauradas  sobre la base de las existentes en 1967, Jerusalén Oeste y Este capitales de ambos estados, y la solución del problema de los refugiados palestinos, decididos por el acuerdo consensuado de ambas partes.

Comunicados y Declaraciones

Repetimos lo mismo que ayer: “No en nuestro nombre”

El LLAMAMIENTO Argentino Judío repudia enfáticamente el documento elaborado por la Foro de Convergencia Empresarial en apoyo a la política tarifaria del gobierno macrista, medida que afecta a la mayor parte del entramado social de nuestro país, y en especial a los sectores más vulnerables. El Foro está integrado, entre otros, por la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Unión Industrial Argentina (UIA), la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), las Bolsas de Comercio y de Cereales de Buenos Aires, la Cámara de Comercio, la AMIA y la DAIA. Dado que la DAIA y la AMIA aparecen como signatarios del Foro de Convergencia Empresarial y que no han repudiado su inclusión entre los firmantes del posicionamiento, justifican una vez más nuestros constantes señalamientos relativos a sus actitudes de genuflexión hacia los más poderosos, sus identificaciones con los sectores antipopulares de la derecha, y la renuncia a sus objetivos fundacionales relacionados con en el combate al nazifascismo, el antisemitismo, la xenofobia, el resguardo de los derechos humanos y la ayuda social. Cuando el LLAMAMIENTO hizo su aparición pública tres años atrás, señalamos que hablábamos “con voz propia”, que la DAIA y la AMIA no nos representaban, situación que compartimos con una creciente porción de la colectividad argentino-judía. La deriva conservadora de la DAIA y la AMIA se fue acentuando a partir del triunfo de Cambiemos en el 2015, cuyo gobierno lleva adelante una política de restauración neoliberal, que implica un avance sobre todas las conquistas populares. Esta deriva supone la continua destrucción del Estado de Derecho y su institucionalidad democrática. Esta es la razón por la que los integrantes del LLAMAMIENTO nos preguntamos retóricamente: ¿Qué tienen que hacer la DAIA y la AMIA en el seguidismo a organismos empresariales que expresan lo más concentrado del capital industrial, los terratenientes, las cerealeras y los bancos extranjeros? ¿Qué tiene que ver ese posicionamiento con los principios fundantes de su creación? ¿Acaso los judíos que participan de sus instituciones adheridas no son —en su inmensa mayoría—, trabajadores, profesionales, pequeños comerciantes e industriales pymes que sufren como la mayoría del pueblo argentino la agresión del brutal tarifazo? Otra vez, como lo hicimos en nuestra fundación tres años atrás, nos vemos en la obligación de expresarnos y de advertirle a la sociedad: “NO EN NUESTRO NOMBRE”   Buenos Aires, 3 de mayo de 2018    

Comunicados y Declaraciones

Juicio por encubrimiento, crónica de una traición anunciada

El LLAMAMIENTO Argentino Judío repudia la conducta de la querella unificada de la DAIA y de la AMIA en su alegato en el denominado “juicio por encubrimiento” contra trece imputados que se está desarrollando en el Tribunal Oral Federal N° 2. De los dos tramos de acusaciones, en el que se hace referencia a la entrega de 400 mil dólares a Carlos Telleldín (con el objeto de fraguar el involucramiento de policías bonaerenses) la DAIA y la AMIA consideran que los acusados —entre otros, el expresidente de la DAIA Rubén Beraja y los exfiscales Eamon Müllen y José Barbaccia— actuaron “de buena fe”, lo que convierte al delito en apenas una irregularidad, pero no en una conducta “reprochable penalmente”. Con esos falaces razonamientos jurídicos ambas instituciones solicitaron la absolución de todos los involucrados en la entrega del dinero y en el caso puntual del expresidente de la DAIA utilizaron el espurio argumento de antisemitismo, considerando que a Beraja lo acusan en tanto su condición de judío y, además, para ensuciar “a la comunidad”. Una vez más la auto-victimización se utiliza para justificar la conducta de quien, en realidad, traicionó a las víctimas del atentado y a sus familiares a los que tenía la obligación de defender. En el segundo tramo del juicio, vinculado a la llamada “pista siria” como probable fuente del atentado, la querella DAIA-AMIA consideró culpables a los acusados –Carlos Menem, Juan José Galeno, Juan Anchezar, Carlos Castañeda y Jorge “Fino” Palacios— y los señala como responsables de desviar la investigación cuando un allegado al expresidente de la Nación, de ascendencia siria, fue señalado como sospechoso de estar involucrado en el atentado. Por esa “desviación” la querella conjunta pidió penas para los acusados. Sin embargo, resulta extraña y amañada esta conducta de la DAIA-AMIA ya que durante años acusó a quienes  impulsaban la “pista siria” como responsables de querer desviar la investigación e impulsaron la “pista iraní”, la única que les interesaba, por mandato de las embajadas de Estados Unidos e Israel. Consideramos que la actitud de la AMIA-DAIA implica una traición anunciada. El agravante es que desde el inicio de las pesquisas, la dirigencia comunitaria profundizó su viraje a la derecha identificándose hoy sin tapujos con el proyecto restaurador del actual gobierno. La única diferencia entre los dirigentes del gobierno y los de la DAIA-AMIA es que unos descansan el domingo y los otros el sábado. El LLAMAMIENTO Argentino Judío, además de condenar la conducta de la DAIA-AMIA en relación con el “juicio por encubrimiento”, reafirma su solidaridad con los familiares de las víctimas del atentado y se compromete en acompañarlos en su lucha por VERDAD Y JUSTICIA. Para que los muertos puedan, de una vez por todas, descansar en paz.  

Comunicados y Declaraciones

Una reflexión en torno al aniversario de Israel

El LLAMAMIENTO Argentino Judío comparte la reflexión del escritor e intelectual israelí David Grossman en relación con el 70 aniversario del Estado de Israel. Grossman, quien ha sido galardonado recientemente con el Premio Israel de Literatura, es uno de los numerosos padres y madres israelíes y palestinos que han perdido a un hijo o una hija en un conflicto fratricida que incluye guerra, terrorismo y ocupación, y que lleva ya siete décadas, el mismo tiempo de la existencia de ese Estado. El Llamamiento hace suyas las sensibles palabras de Grossman, quien señala y advierte acerca del único camino posible para lograr la paz entre los dos pueblos. *** Queridos amigos, buenas noches Hay mucho ruido y conmoción alrededor de nuestra ceremonia, pero no olvidemos que por sobre todo esta es una ceremonia de recuerdo y comunión. El ruido, incluso si está presente, está en este momento más alejado de nosotros, porque en el corazón de esta noche nos envuelve un profundo silencio: el silencio del vacío creado por la pérdida. Mi familia y yo perdimos a Uri en la guerra, un hombre joven, dulce, inteligente y divertido. Casi doce años después todavía me es difícil hablar de él en público. La muerte de un ser querido significa en realidad también la muerte de una cultura privada, completa, personal y única, con su propio lenguaje especial y su propio secreto, y nunca volverá a existir, ni habrá ninguna como esta. Es indescriptiblemente doloroso enfrentar ese «no» decisivo. Hay momentos en los que ese «no» casi absorbe todo el «tener» y todo el «sí». Es difícil y agotador luchar constantemente contra la gravedad de la pérdida. Es difícil separar la memoria del dolor. Me duele recordar, pero es aún más aterrador olvidar. Y qué fácil es, en esta situación, ceder ante el odio, la ira y la voluntad de venganza. Pero me doy cuenta que cada vez que me tientan la rabia y el odio, de inmediato siento que estoy perdiendo el contacto vivo con mi hijo. Algo está sellado. Y así llegué a mi decisión, hice mi elección. Y creo que aquellos que están aquí esta noche, hicieron la misma elección. Y sé que dentro del dolor hay también aliento, creación, el hacer el bien. Ese dolor no aísla sino que también conecta y fortalece. Aquí, incluso los viejos enemigos, israelíes y palestinos, pueden conectarse entre sí más allá del dolor e incluso por causa de él. He conocido bastantes familias en duelo en estos últimos años. Basado en mi experiencia les he dicho, que incluso viviendo en medio del dolor, deben recordar que a cada miembro de la familia se le debe permitir llorar de la manera que quiera, tal como es y de la forma en que su alma le dice que lo haga. Nadie puede indicarle a otra persona cómo llorar. Eso es válido para una familia privada, y lo es para la extensa «familia en duelo». Hay un sentimiento fuerte que nos conecta, una sensación de destino común, y el dolor que solo nosotros conocemos, para el cual casi no hay palabras, allá afuera donde brilla la luz. Es por eso que, si la definición de «familia en duelo» es genuina y honesta, por favor respeten nuestro camino. Merece respeto. No es un camino fácil, no es obvio, y no está exento de contradicciones internas. Pero es nuestra manera de dar sentido a la muerte de nuestros seres queridos, y a nuestras vidas después de su muerte. Y es nuestra forma de actuar, de hacer, no de desesperar y no de desistir, para que un día, en el futuro, la guerra se desvanezca y tal vez cese por completo, y comencemos a vivir, vivir una vida plena y no solo subsistir de guerra en guerra, de desastre en desastre. Nosotros, israelíes y palestinos, que en las guerras entre nosotros hemos perdido lo más caro, más caro quizás que nuestras propias vidas, estamos condenados a enfrentar a la realidad a través de una herida abierta. Aquellos así heridos ya no pueden fomentar ilusiones. Los así heridos saben en qué medida la vida se compone de grandes concesiones, de un compromiso sin fin. Creo que el dolor nos convierte, a los que estamos aquí esta noche, en personas más realistas. Vemos con claridad, por ejemplo, todo lo relacionado a los límites del poder, a las ilusiones que siempre acompañan a aquel que sustenta el poder. Y ahora somos más cautelosos, más de lo que éramos antes del desastre, y nos llenamos de odio cada vez que detectamos una exhibición de orgullo vacío, o eslóganes de nacionalismo arrogante, o declaraciones prepotentes de los líderes. Somos más que cautelosos: somos prácticamente alérgicos. Esta semana Israel celebra 70 años. Espero que podamos celebrar muchos años más y muchas más generaciones de hijos, nietos y bisnietos lo hagan, viviendo aquí junto a un estado palestino independiente, en forma segura, pacífica y creativa, y lo más importante, en una serena rutina diaria, en buena vecindad; y sintiendo que éste es su hogar. ¿Qué es un hogar? El hogar es un lugar cuyas paredes, sus fronteras, están definidas y son aceptadas; cuya existencia es estable, sólida y sosegada; cuyos habitantes conocen sus códigos íntimos; cuyas relaciones con sus vecinos se han resuelto. Un lugar que proyecta un sentido de futuro. Y nosotros los israelíes, también después de 70 años, y no importa cuántas palabras salpicadas de miel patriótica sean pronunciadas en los próximos días, aún no hemos llegado allí. Todavía no estamos en casa. Israel se estableció para que el pueblo judío, que casi nunca se sintió en casa en ningún lugar del mundo, finalmente tuviera un hogar. Y ahora, 70 años más tarde, puede ser que la poderosa Israel sea una fortaleza, pero aún no es un hogar. La solución a la compleja relación entre israelíes y palestinos se puede resumir en una breve fórmula: si los palestinos no tienen un hogar, los israelíes tampoco lo tendrán. Lo opuesto también es cierto: toda

Comunicados y Declaraciones

Biondini, el «führer» argentino

El LLAMAMIENTO Argentina Judío expresa su repudio a las manifestaciones de Alejandro Biondini, quien señaló en el día de ayer que “Solo el día que el Estado de Israel sea borrado del mapa habrá paz en Medio Oriente”. La afirmación actualiza una vez más el consabido carácter nazifascista de quien repetidamente se ha auto-erigido como el “führer” argentino y problematiza la legitimación otorgada por el juez Ariel Lijo, quien le otorgó la autorización jurídica a su partido Bandera Vecinal para constituirse en partido político reconocido. Las provocaciones de Biondini  actualizan, además, la escandalosa recepción que merecieron los dirigentes de Bandera Vecinal por parte del gobierno de Cambiemos en la Casa Rosada a mediados de 2016. El LLAMAMIENTO condena dicha fraseología que instiga al genocidio y advierte que no existe ninguna solución a los conflictos —en ese caso de Medio Oriente— que se sustente en la “desaparición”, la guerra, la ocupación o la instigación a “borrar del mapa” a un colectivo humano, sea éste palestino, afgano, coreano, sirio o israelí. El LLAMAMIENTO considera que las convocatorias a «destruir» son parte del lenguaje, estilo y conducta de quienes privilegian la guerra por sobre la resolución pacífica de los conflictos, en el marco de negociaciones respetuosas de las soberanías nacionales. La provocación de Biondini posee la misma «racionalidad» utilizada por los EEUU, el Reino Unido y Francia para justificar sus criminales bombardeos a Siria. Las “soluciones finales”, las guerras, las persecuciones, las amenazas de exterminio y todas las fraseologías asociadas a ellas no son más que el producto de la antigua costumbre nazi de regodearse en la opresión y la muerte, sus dos formas preferidas de comportamiento histórico. Buenos Aires, 17 de abril de 2018

Comunicados y Declaraciones

Wolff no contesta

Hace una semana el LLAMAMIENTO Argentino Judío publicó en las redes una declaración, titulada “Mosad y antisemitismo, una confusión”. En la misma se expresaba nuestro desacuerdo con los argumentos por los cuales el juez Sergio Torres procesó al diputado radical alfonsinista, integrante de Unidad Ciudadana, Leopoldo Moreau. La denuncia que motivó el auto de procesamiento fue originada en una presentación de su par, Waldo Wollf, integrante de la bancada de Cambiemos y exvicepresidente de la DAIA. La declaración del LLAMAMIENTO fue publicada el 10 de abril y puede ser consultada en Facebook, Twitter, Telegram, etc. (https://bit.ly/2JRwbxY) (bit.ly/2EBnyUe ) Más allá de las graves confusiones que sustenta la denuncia y el consecuente dictamen del juez, aparece como indudable la espuria victimización que hace Wolff y su malversación de términos como “judío”, “israelí”,“extranjerización” y “antisemitismo”. Luego de la difusión del posicionamiento crítico del LLAMAMIENTO el diputado de Cambiemos contestó irónicamente vía Twitter, en tono coloquial: “Gracias hermanos. No esperaba otra cosa de ustedes. Ya me difamaron diciendo que recibía ordenes de Singer, se solidarizaron con D´elia que viajó a Iran a verse con Hezbolla y ahora con Moreau procesado por incitación al antisemitismo. Que sigue? Romper mis vidrios? Abrazo.” (SIC) La sorna empleada por legislador aparece como una buena oportunidad para invitarlo a un debate público abierto, en el cual ahondaremos –entro otros temas posibles— sobre los ejes planteados por el legislador y que respondimos en nuestro Twitter: 1 Wollf: Asociamos a la DAIA con Singer porque coincidían en el ataque al gobierno popular de Argentina. 2 Repudiamos la prisión de TODOS los presos políticos, incluso D’Elia, pero NO felicitamos a D’Elia por sus vínculos con Irán. De hecho no compartimos esos nexos. 3 Repudiamos su auto-victimización y su acusación contra Moreau porque que es una utilización espuria de una temática sensible para nosotros, la judeofobia. 4 Y como NO ROMPEMOS VIDRIOS sino que confrontamos ideas lo invitamos a un DEBATE PÚBLICO Y AMPLIO. SR WOLFF ponga usted día, hora y lugar. Aún esperamos una respuesta del señor Wolff.                                                                                                                                  Buenos Aires, 17 de abril de 2018

Comunicados y Declaraciones

Mosad y antisemitismo, una confusión

  El LLAMAMIENTO Argentino Judío expresa su desacuerdo con los argumentos del procesamiento dictado por el juez Sergio Torres contra el diputado Leopoldo Moreau en la denuncia presentada por el diputado Waldo Wolff, dictamen encuadrado en la ley 23.592  antidiscriminatoria. En el mismo se incurre en una serie de confusiones sobre antisemitismo, nacionalidad, ciudadanía, identidad judía, que lo llevan a ordenar un procesamiento carente de sustento. Hoy se ha convertido en un lugar común que cualquier crítica a la política exterior del Estado de Israel se convierta en una acusación de antisemitismo. Toda crítica — correcta o no— recae en el ámbito de la libertad de expresión. Sólo “Quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución nacional,…” (Ley 23.592) incurren en un acto discriminatorio y racista. Y el caso del diputado Moreau, a todas luces, no encuadra dentro de lo judiciable. Esa tendencia se traslada también a la crítica al comportamiento político de la dirigencia de la DAIA que exterioriza un pensamiento de derecha o que participa activamente en la persecución judicial de funcionarios del gobierno anterior. Cuando se la cuestiona, en lugar de ampararse en el derecho de opinión, se victimiza alegando “antisemitismo”. En este marco general hay que ubicar el fallo del juez Torres que dice textualmente “…el día 2 de noviembre de 2017, en el programa televisivo MINUTO UNO del canal C5N, conducido por el periodista GUSTAVO FABIÁN SYLVESTRE, (Moreau) manifestó ‘…ahora están haciendo una sobreactuación, a través de Wolff y otros agentes del Mossad en la Argentina, que son los que están llevando adelante toda esta campaña de difamación…’. Así, identificó al diputado WALDO WOLFF como un agente del Mossad con el objeto de extranjerizarlo por su religión judía”. La sobreactuación se refería al rol de Wolff y otros en la reapertura de la causa iniciada por el exfiscal Alberto Nisman por encubrimiento por la firma del memorándum con Irán y en las persecuciones y difamaciones contra los acusados, jueces y camaristas que desestimaron la acusación por inconsistente. El Mosad es el servicio de inteligencia exterior del Estado de Israel, como la CIA el de EE.UU. Sus agentes e informantes los recluta en países extranjeros y pueden ser judíos o no. ¿Cómo llega el juez a afirmar en su fallo que la acusación contra el diputado Wolff de ser un agente del Mosad tiene como “objeto extranjerizarlo por su religión judía”? Nadie por su religión se convierte en extranjero. No cabe duda que el magistrado acepta la línea de victimización falaz de la dirigencia de la DAIA. El Mosad no es el servicio de inteligencia de la religión judía, sino del Estado de Israel. Es un organismo del Estado cuya actividad, se supone, tiene que ver con prestarles servicio a los israelíes y no a los judíos que habitan otros países del mundo. Su condición de judío no convierte a Wolff en ciudadano israelí, sigue siendo ciudadano argentino. En la confusión en que incurre el juez Torres se mezclan conceptos y categorías distintas. Se confunde judío con israelí, nacionalidad con religión, crítica con antisemitismo y discriminación, identidad judía con religión judía. Y esta confusión es la que da sustento a la acusación. Por otro lado, rechazamos el aprovechamiento que el diputado Wolff hace de esta confusión y su accionar jurídico contra su par Leopoldo Moreau que en vez de confrontar con argumentaciones no hace más que judicializar los contenidos de un debate naturalmente político y pone como escudo amañado su condición de judío. El LLAMAMIENTO Argentino Judío manifiesta su desacuerdo con el dictamen judicial y nos solidarizamos con el diputado Leopoldo Moreau, esperando que las instancias superiores revisen esta errónea decisión.

Scroll al inicio