Por: Héctor Gurvit (miembro del Llamamiento)
¿Qué es la felicidad?[1]. ¿Existe alguna forma de medirla? ¿Cuáles deberían ser los parámetros a considerar? ¿Se trata de una forma de entendernos a nosotros mismos? La felicidad es un hecho subjetivo. Y como tal es necesario tratarlos. Sin embargo, se lo analiza, se lo describe y se lo compara. Las mediciones surgen de una comparación con un patrón determinado o bien en el marco de una escala. Más allá de cualquier análisis, de lo que se trata en este artículo es el de dejar planteados interrogantes y una comparación “caprichosa” entre el índice de felicidad de Argentina e Israel.
Las variables para calcular el índice de felicidad según el World Happiness Report elaborado por la ONU son el PIB (Producto Interno Bruto) per cápita, la esperanza de vida saludable y el apoyo social. El PIB se calcula teniendo en cuenta el consumo personal o privado, el gasto público, las exportaciones y las importaciones dividido por la población total.
Existen otras dimensiones que también se pueden consultar[2]. Estos tres conceptos constituyen el índice de felicidad en función del PIB. Como contraposición o acaso, como complemento, existe el Índice de Felicidad Bruta o Felicidad Nacional Bruta (FNB) que dice: “Los cuatro pilares de la FNB son: la promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores culturales, la conservación del medio ambiente y el establecimiento de un buen gobierno[3]”. Todo es discutible cuando se trata de la felicidad.
La esperanza de vida saludable al nacer se define como el número de años libre de enfermedad que, en promedio, un recién nacido puede esperar vivir. Ello hace necesario la medición de las condiciones de salud que representan la pérdida de bienestar que puedan ser debidas a enfermedad, muerte y factores etiológicos, entre otros[4].
La categoría de «apoyo social» ha permitido desarrollar toda una corriente de investigación que busca explicar algunas de las diferencias existentes en la distribución de ciertas enfermedades tanto físicas como mentales[5]. Por ejemplo, se ha documentado que los grupos sociales de nivel bajo tienen más acceso a relaciones de apoyo que los miembros de clases sociales altas. De modo que nos encontramos con la primera contradicción, cual es suponer que un PIB per cápita elevado pueda corresponderse con el “apoyo social” adecuado. Cuál sería entonces el peso que, cada parámetro en cuestión, tiene en el contexto de las tres variables. Esto se intenta resolver con el índice de la FNB. “En la actualidad, el reino de Bután es el único país en el mundo que cuenta con un Ministerio de la Felicidad”.
Una mirada a la tabla donde el 10 es el mayor grado de felicidad y 0 el menor, nos ubica a los argentinos en el puesto 57 sobre 149 países (2021).
Como los cálculos del índice de felicidad se basan en parámetros que parecen no tener una definición clara, llamaremos a todo cálculo Índice Mundial de Felicidad (IMF)
De modo que los tres aspectos a tener presente en la estimación comprenden lo económico (PIB per cápita), la salud (esperanza de vida saludable) y lo psicosociológico (el apoyo social). Pero sucede que no es tarea sencilla ponderar algunos de los ítems identificados, aun sabiendo que hay quienes consideran que se puede calcular como se calcula la temperatura humana.
Es necesario aclarar que, en sociedades con una esperanza de vida mayor, los indicadores de la felicidad pueden estar distorsionados o por lo menos afectados a partir del incremento de las enfermedades crónicas y la discapacidad.
Para quienes quieran profundizar recomiendo la lectura del trabajo “Cálculo del Índice de Felicidad Interna Bruta (FIB) en Cotopaxi para el año 2012”[6]. Un trabajo realizado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Facultad de Economía. Donde se toman variables a partir de encuestas. Ponderando cada uno de los atributos y categorías. Se trata de un cuestionario en profundidad con más de 140 preguntas.
Tomar como parámetro el PIB per cápita puede resultar engañoso. Un buen promedio sigue siendo solo eso, un promedio. Recordemos el famoso soneto de Carlos Alberto Salustri (Trilusa)
La Estadística
¿Sabes qué es la estadística? Una cosa
con que se hace la cuenta general
de los que nacen, van al hospital,
a la curia, a la cárcel o a la fosa.
Mas para mí la parte más curiosa
es la que da el promedio individual,
en que todo se parte por igual
hasta en la población menesterosa.
Por ejemplo: resulta sin engaño
que según la estadística del año
te toca un pollo y medio cada mes.
Y aunque el pollo en tu mesa esté ausente,
entras en la estadística igualmente
¡Porque hay alguno que se come tres!
Todo índice no deja de ser un comparativo. O bien de un patrón específico o en el marco de una escala. Hay una experiencia sueca que vale la pena leer por interesante y elocuente[7]. Los invito a ver el documental sobre “la teoría sueca del amor”[8] que se puede encontrar en YouTube. Dice al respecto una inmigrante “No llevo aquí ni un año y ya me quiero volver a España. Quitaros los sueños escandinavos de la cabeza. Aquí ni los abuelos echan en cuenta a sus nietos. Que ganas de volver a mi país”. Y Suecia ocupa el 7mo lugar.
Vamos entonces al objetivo de esta nota cual es, comparar el IMF entre Argentina e Israel[9] (acceder a esta referemcoa para una mejor visualización de las métricas). Se trata de una comparación “caprichosa” que no pretende sino navegar por las estadísticas, las encuestas y los análisis. El sitio es muy interesante porque no solo da los datos, sino que los explica en los hipervínculos (+).
Israel ocupa el lugar 12, mientras que Argentina el 57[10]. El año de determinación de cada variable están dados en las columnas 2 y 5. Si bien no siempre coinciden en el año, el informe no deja de ser una buena guía de análisis. Por otro lado, siendo muchos los conceptos a analizar nos detendremos en algunos. Podemos observar ciertos datos que nos indican el porqué de esa diferencia. Si observamos el PIB per cápita la diferencia es notable. El dato de la izquierda es el de Argentina.
PIB Per Capita [+] | 2020 | 7.463€ | 39.440€ | 2020 | PIB Per Capita [+] |
Si por el contrario vemos la deuda per cápita, la nuestra no parece tan dramática. Salvo cuando la comparamos con el otro parámetro, es decir como porcentaje del PIB.
Deuda Per Cápita [+] | 2019 | 7.968€ | 23.359€ | 2019 | Deuda Per Cápita [+] | |
Deuda (%PIB) [+] | 2019 | 90,19% | 59,98% | 2019 | Deuda (%PIB) [+] |
El gasto en educación debe analizarse a partir de tres dimensiones:
G. Público (M.€) [+] | 2019 | 152.149,9 | 138.377,4 | 2019 | G. Público (M.€) [+] | |
Gasto Educación (M.€) [+] | 2017 | 31.069,0 | 16.867,4 | 2016 | Gasto Educación (M.€) [+] | |
Gasto Educación (%Gto Pub) [+] | 2017 | 13,26% | 15,45% | 2016 | Gasto Educación (%Gto Pub) [+] |
En millones de euros nos favorece, pero comparado con el porcentaje del gasto público estamos por debajo de Israel.
En cuanto a salud tenemos el siguiente panorama:
Gasto Salud (M.€) [+] | 2017 | 37.591,5 | 17.040,7 | 2019 | Gasto Salud (M.€) [+] | |
G. Salud (%G. Público Total) [+] | 2017 | 16,05% | 11,93% | 2017 | G. Salud (%G. Público Total) [+] |
Estos datos son curiosos porque en un análisis global no podemos dejar de reconocer el esfuerzo que hace nuestro país en ese sentido aun con las debilidades que presenta. También juega un papel importantísimo la cantidad de personas que abarca cada estado. En el marco de la pandemia nuestro sistema de salud, a pesar de ciertos inconvenientes, respondió razonablemente bien. Sin embrago, es necesario ver de qué manera se ordena de modo que los tres sistemas existentes: el privado, el público y el de las obras sociales se puedan complementar eficazmente. En cuanto al covid, comparando con Israel, no nos fue tan bien:
COVID-19 – Muertos por millón habitantes [+] | 16/09/2021 | 2.539,02 | 824,77 | 16/09/2021 | COVID-19 – Muertos por millón habitantes [+] |
Con la brecha de género estamos en mejor situación que Israel:
En el cuadro no aparece con claridad el tercero de los parámetros que es el apoyo social. Ellos son, entre otros: el bienestar psicológico, el uso del tiempo, la diversidad y resistencia cultural, la vitalidad de la comunidad y últimamente se ha pensado en incorporar el nivel de estrés.
Para no continuar con esta competencia, a la que cada uno de los lectores puede acceder y revisar, termino con un intenso poema de Mario Benedetti sobre la alegría (no está en mis planes diferenciar alegría de felicidad):
Defensa de la alegría
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
Y una nota interesante. En Japón, el índice mundial de felicidad está en el puesto 56. Apenas uno menos que Argentina. No pocos hemos escuchado hablar sobre a cuánto asciende el índice de suicidios en ese país. Sin embargo, comparando con Argentina vemos lo siguiente:
Suicidios [+] | 2015 | 6.166 | 20.031 | 2018 | Suicidios [+] | |
Suicidios por 100.000 [+] | 2015 | 14,29 | 15,80 | 2018 | Suicidios por 100.000 [+] |
No existe una diferencia sustancial. ¿Qué pasa en Japón con la felicidad? ¿Y en la Argentina? ¿Qué percibimos al respecto? Interrogantes que pueden resultar una excelente charla de café. Por lo pronto, el Día Internacional de la Felicidad, el 20 de marzo, fue instituido el 28 de junio de 2012 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y se celebró por primera vez en el año 2002.
[1] Vega Santamaria, Lasly; (2018); “Ensayo: la contabilidad de la felicidad” Medium is a place to write, read, and connect. Disponible en https://medium.com/@lyvegas/ensayo-la-contabilidad-de-la-felicidad-b77f8503d817
[2] López, José Francisco; (2019); “Felicidad Nacional Bruta”; Economipedia.com; Disponible en https://economipedia.com/definiciones/felicidad-nacional-bruta-fnb.html
[3] Wikipedia; Disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Felicidad_nacional_bruta
[4] Rodríguez Abrego, Gabriela; Escobedo de la Peña, Jorge; Zurita G Beatriz; De Jesús Ramírez, Teresita; (2006); Scielo; “Esperanza de vida saludable en la población mexicana con seguridad social”; Disponible en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-53372006000100002
[5] Castro, Roberto; Campero, Lourdes; Hernández, Bernardo; (1997); Scielo; “ La investigación sobre apoyo social en salud: situación actual y nuevos desafíos”; Disponible en https://www.scielo.br/j/rsp/a/cczt3tf93gQLMgWr8mYkqnh/?lang=es
[6] Clavijo Aldana, Andrea Lucía; Zabala, Juan Carlos; (2012); “Cálculo del Índice de Felicidad Interna Bruta (FIB) en Cotopaxi para el año 2014”; Disponible en http://repositorio.puce.edu.ec/bitstream/handle/22000/6843/7.36.001420.pdf?sequence=4&isAllowed=y
[7] Suárez Mariño, Luis (2017); “La paradoja de la felicidad”; Disponible en https://ethic.es/2017/04/informe-mundial-felicidad-paradojas/
[8] Video; (2017) “El infierno de la soledad en el «paraíso» sueco. La teoría sueca del amor”; Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=e8iLVNx_nRU
[9] Datosmacro.com; Ediciones ORBYT; “Ranking Mundial de la Felicidad 2021; Disponible en https://datosmacro.expansion.com/demografia/indice-felicidad
[10] Datosmacro.com; Ediciones ORBYT; (2021) “Índice Mundial de la Felicidad”; Disponible en https://datosmacro.expansion.com/paises/comparar/argentina/israel
Me resulta algo chocante el uso del término «felicidad» en este contexto. No parece fácil sentirse feliz en la Argentina con tanta gente sufriendo la doble crisis macrista y pandémica ni tampoco en Israel, salvo que se sea judío y no se tengan demasiados escrúpulos.