Timerman: un caso de sadismo político y judicial
La decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de revocar el visado a Héctor Timerman, quien el martes 9 de enero debía trasladarse a Nueva York para darle continuidad a su tratamiento médico —ya iniciado— supone uno de los actos de sadismo político más feroces de la historia argentina. El Gobierno argentino en connivencia con el juez Claudio Bonadío y la Sala II de la Cámara Federal se han constituido en cómplices de una aviesa pesecusión política que evidencia indudables rasgos de perversión rayanas en la tortura y el tormento. El dispositivo pergeñado en la Casa Rosada para martirizar al excanciller, y los cometarios difundidos públicamente por sus voceros e ideólogos, supone la continuidad de las pintadas de principios de los años ´50 con los que se ultrajaba la salud de Eva Perón. La imposibilidad de dar continuidad al tratamiento —castigo similar al sufrido por el expresidente Héctor Cámpora cuando la dictadura militar le impedía trasladarse al exterior para ser atendido por un tumor de laringe— supone un serio peligro para su vida y aparece como coherente con las múltiples políticas orientadas a castigar y escarmentar a quienes han impulsado medidas de inclusión social y de integración latinoamericana hasta diciembre de 2015 El LLAMAMIENTO Argentino Judío denuncia la estrategia de pinzas instrumentada por el Gobierno argentino y el Departamento de Estado de los EE.UU. y exige una inmediata solución humanitaria que permita la urgente continuidad del tratamiento de salud de Héctor Timerman. Buenos Aires, 10 de enero de 2018