Llamamiento Argentino Judio

En la Prensa

TELAM:Nisman: cuestionan el pedido de la DAIA reabrir la denuncia contra Cristina

01/08/2016 11:12EL Llamamiento Argentino Judío Nisman: cuestionan el pedido de la DAIA reabrir la denuncia contra Cristina LLAMAMIENTO ARGENTINO JUDÍO RECHAZÓ LA PRESENTACIÓN JUDICIAL, EN LA QUE SE PIDIÓ LA REAPERTURA DE LA DENUNCIA DEL FALLECIDO FISCAL CONTRA LA EX PRESIDENTA POR SUPUESTO ENCUBRIMIENTO DEL ATENTADO A LA AMIA. etiquetas AMIA Alberto Nisman Cristina Fernández de Kirchner El Llamamiento Argentino Judío rechazó la presentación judicial de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) que pidió la reapertura de la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA. En un comunicado firmado por su titular, Jorge Elbaum, la entidad disidente de la DAIA consideró que se trata de “maniobras jurídicas” que buscan la “persecución política” de funcionarios del anterior gobierno. Recordó que la denuncia de Nisman, hecha cuatro días antes de morir en circunstancias no aclaradas, “fue desestimada por la justicia por todas las instancias que le tocó transitar”. Destacó que cuando la Cámara Federal trató la denuncia ya rechazada en primera instancia por el juez federal Daniel Rafecas, el camarista Jorge Ballestros “sostuvo acertadamente que se podía considerar el Memorándum firmado con Irán un fracaso de la diplomacia argentina, un error del Congreso, una desilusión para la investigación del atentado, pero no un delito”. La entidad salió al cruce del pedido de la DAIA para reabrir el expediente cerrado a fines de marzo del 2015, con el respaldo del fiscal ante la Cámara Federal, Germán Moldes. El Llamamiento aseguró además que “gran parte de la colectividad argentino-judía impugna categóricamente la pretensión inconsulta de la DAIA de representar a dicho colectivo”. La entidad disidente denunció que el reclamo de la DAIA fue hecho “en complicidad de los medios hegemónicos y funcionarios de la justicia tributarios del neoliberalismo local”. Para el Llamamiento, “están orientados a recrudecer la persecución política hacia un sector de la sociedad argentina, con el objetivo indudable de proscribir políticamente a diferentes funcionarios de la gestión que finalizó su mandato el 10 de diciembre de 2015”. “El Llamamiento repudia categóricamente la maniobra y alerta sobre el rol jugado por una institución cuya única misión declarada ante la Inspección General de Justicia es la de enfrentar la judeofobia, pero que utiliza esta simulación y excusa para tramitar inconfesables intereses corporativos, de índole local y geopolíticos”, sostiene la organización en un comunicado. etiquetas AMIA Alberto Nisman Cristina Fernández de Kirchner Nisman: cuestionan el pedido de la DAIA reabrir la denuncia contra Cristina http://www.telam.com.ar/notas/201608/157223-llamamiento-argentino-judio-nisman-cristina-amia.html  

Comunicados y Declaraciones

La complicidad y responsabilidad de DAIA

Dr. Luis Kon Integrante de la Comisión Jurídica del Llamamiento Argentino Judío. Tanto el atentado a la AMIA como el que lo precediera con la explosión en la Embajada de Israel, dos años antes, tienen como telón de fondo confrontaciones que deben contemplarse dentro del espacio de la geopolítica. Estas motivaciones de Estados se cobraron la vida de víctimas inocentes en todo el sentido de esa adjetivación, ya que no protagonizaban ningún rol en ese tremendo combate desatado entre grandes potencias del planeta, sus ejércitos y servicios de inteligencia, a los que se sumaron naciones de menor porte y dirigentes políticos más minúsculos aún, a los que tomar partido en esa lucha les quedaba grande. Las consecuencias de sus temerarios comportamientos así lo demostraron. A más de veinte años de esas tragedias, sigue sin esclarecerse su autoría mediata e inmediata al tiempo que se han oscurecido aún más las investigaciones acerca de sus orígenes. En este marco, pareciera que instituciones como la DAIA, los servicios de seguridad locales e internacionales —SIDE, CIA y MOSSAD— y el entramado de fiscales y jueces han quedado ligados al procedimiento y no han hecho más que enturbiar la posibilidad de llegar a la verdad. Algunos de estos actores han sido procesados por el encubrimiento y la desviación del proceso hacia pistas falsas. Otros han construido una siniestra confabulación para que la verdad no se conozca nunca y todo lo que tienda a obtenerla se deslice irreversiblemente hacia una vía muerta. Tan muerta como la vida de los que la perdieron en medio de esta doloroso drama. Para leer y/o descargar el documento completo: https://drive.google.com/…/0B7aUANBFTKCTSWdiY1RQYllfb…/view…

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Nacionales

Dos Estados: unica solución.

TODOS BICICLETEAN Marcelo Cantelmi prologó mi libro con esta sabia apreciación: “La crisis de Oriente Medio es como un hombre mutilado marchando constantemente frente a nuestra mirada. Siempre veremos su dramática carencia. Lo que grita este drama es la deuda que desde la mitad del siglo pasado mantiene la humanidad con el compromiso del nacimiento de dos estados en la originalmente provincia otomana de Palestina. Se cumplió con la instauración nacional de Israel, sólo la mitad de aquel acuerdo legado de las negociaciones entre los escombros que dejó la Primera Guerra Mundial”[1]. Fuera de la intransigencia de la mayoría judía en la sociedad israelí, un consenso generalizado en el mundo, incluyendo al Primer Ministro Netanyahu, coincide con la necesidad de materializar esa vieja promesa histórica del derecho palestino a su estado independiente como la vía más apropiada para desactivar el detonante más peligroso del conflicto. No solo se escucha esa concordancia de visiones, sino que los principales centros de poder del mundo, como solistas, en cuartetos o a coro, manifiestan sus serias intenciones de invertir denodados esfuerzos diplomáticos y económicos para conformar con la mayor prontitud ese sueño que hasta se lo cataloga universal. Los países implicados y comprometidos en este conflicto, Israel, Autoridad Palestina, EE. UU, Países Europeos y Liga Árabe nos están prometiendo durante décadas una majestuosa función coral con una armónica versión de Aleluya. Lamentable y prácticamente, a diario solo llegan a nuestros oídos los cacofónicos acordes de una desafinada Sinfonía Inconclusa. Todos ellos maniobran diplomáticamente con mucho aspaviento haciendo creer como que invierten toda su voluntad en resolver el problema, cuando en realidad la mayor parte del tiempo lo patean adelante. Todos bicicletean. Uno por interés, otros por no tener posibilidades. El último tiempo fuimos testigos de dos iniciativas nacidas con mucho bombo y platillos. El Informe del Cuarteto para el Medio Oriente (EE. UU, Rusia, ONU y Comunidad Europea) y el intento francés de convocar una Conferencia de Paz de Medio Oriente. Sin que se encuentre culpable directo del fracaso, ambos proyectos están siendo velados para su próximo sepelio en el Panteón Histórico de Medio Oriente. Para captar esta preocupante e incomprensible contradicción, es necesario analizar la disposición y distribución de tres elementos fundamentales de la realidad en Medio Oriente: poder económico, poder militar y poder de injerencia diplomática de cada uno de los partícipes de este proceso. En sus pocos años de existencia independiente, Israel logró desarrollar un gigantesco poder militar que lo ubica entre las primeras potencias del mundo. Su economía crece lenta, aunque permanentemente, y se está acercando a la primera liga dentro de OECD. Con todo ello, su sólido posicionamiento estratégico en el mundo es el resultado del excepcional poder de injerencia diplomática en el mundo, especialmente en EE. UU, como consecuencia del inusitado poder de influencia de instituciones judías en el continente americano. Esta exitosa combinación se convirtió en el determinante del progresivo endurecimiento en las posiciones israelíes en el conflicto, hasta arribar a la situación de las dos últimas décadas en donde las políticas, con promesas falsas y pretextos inadmisibles, se centraron en imponer y consagrar la consigna “mantener eternamente el statu quo a todo precio”. La Autoridad Palestina (AP) es la parte más débil de este tablero levantino. Pese a tener en la mano el derecho histórico, carece totalmente de los tres elementos básicos de poder estratégico en la región. Bajo esta abismal desigualdad, aceptar la condición israelí de negociaciones directas sería considerado más bien un suicidio nacional, destino que la AP, con razón, se niega a aceptar. Pese a la presión de ciertos sectores de su población que promueven la vía violenta y la continuidad del terrorismo en sus distintas versiones, el liderazgo de Al Fatah optó por renunciar a la vía armada. Mahamud Abbas continua inexorablemente en el único camino diplomático que le resta: la búsqueda de una resolución de las grandes potencias que coaccione a Israel a retirarse de todos los territorios ocupados en 1967 y acepte la instauración de un Estado Palestino independiente. EE.UU dispone de un inmenso poder económico y militar, como así también, de un significativo poder de influencia diplomática en todo el mundo, salvo en Israel. La descomunal fuerza de influencia de organizaciones judías americanas sabotea toda posibilidad de tomar decisiones que se contraponen a intereses de Jerusalén. Las potencias europeas hacen gala de una economía y ejércitos fuertes, aunque a mucho menor escala que EE.UU. Su potencial de injerencia diplomática en otros países menguó significativamente durante las últimas décadas, y en general, se convirtieron en la segunda fila detrás de los estadounidenses. La impotencia diplomática de estos centros mundiales de poder frente al predominio judío e israelí determina que todos sus proyectos tan aparatosos y exagerados no son más que una expresión de intenciones ficticias. Se conforman con criticar a las partes, pero están totalmente disuadidos de tomar acciones prácticas. Sus preocupaciones por la paz en la región no son más que promesas escritas sobre el hielo. El calor levantino las derrite y tras pocas horas solo restan los recuerdos. La Liga Árabe decidió en el año 2002 dar un significativo aporte a la solución del conflicto palestino-israelí. Su iniciativa se basó también en el principio de dos estados y prometió el reconocimiento de Israel por parte de todos sus miembros. El recrudecimiento del enfrentamiento entre las diferentes facciones dentro del islam determinó que sus preocupaciones por el destino de los palestinos deberán ser materializadas por otros en algún futuro. Bajo esta constelación internacional, la ilusión palestina cada día se aleja en el horizonte. Los únicos frutos que los satisfacen momentáneamente, aunque con vistas a convertirse en eternos, son las abultadas dadivas económicas y políticas que temporariamente los mantienen en el poder y los protegen de Hamas. La situación es desesperante, pero al mejor estilo levantino: se puede esperar, no hay apremio. La solución del conflicto palestino-israelí quedó aprisionada en un status quo sustentado por todas las partes y participes enfrascados solamente en bicicletear la única salida con la

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