El 5 de noviembre de 1995 fue asesinado Yitzhak Rabin, fue víctima de la incitación a la violencia de líderes políticos que pregonaban la división y el odio. Él fue uno de los artífices claves en los Acuerdos de Oslo y fue asesinado en un multitudinario acto por la paz en la Plaza de los Reyes en Tel Aviv, lugar que hoy lleva su nombre.
En el año 1992 Rabin comenzó un nuevo período como primer ministro israelí. En un cambio profundo de su concepción militarista pasó a ser promotor de negociaciones en procura de la paz. Sostenía que Israel debía tener fronteras seguras, normalizar las relaciones con los vecinos y lograr la aceptación de la comunidad internacional.
Sus esfuerzos le valieron el Premio Nobel de la Paz junto a Shimón Peres y Yaser Arafat.
Pero también le valieron el odio profundo del extremismo judío israelí, fue acusado de traidor, se lo caricaturizó con uniforme nazi y rasgos hitlerianos, ultranacionalistas y ortodoxos se proponían su muerte. Luego de dos intentos fallidos, fue asesinado a tiros por Ygal Amir, un joven judío ortodoxo radical de extrema derecha.
Amir fue condenado a cadena perpetua, y hoy sigue preso, pero nunca se arrepintió de sus actos.
A 25 años del asesinato, algunos de los instigadores de entonces se han convertido en los líderes de Israel.
En este aniversario el Llamamiento Argentino Judío reafirma su compromiso con la paz entre un estado israelí y un estado palestino soberano, y con la plena vigencia de los derechos humanos para sus pueblos.
Buenos Aires, 4 de noviembre de 2020
Presidente Marcelo Horensetein
Secretario Dardo Esterovich