La importancia de los lineamientos del Presupuesto 2021

Fuente: Carlos Heller (*)| Página/12

Fecha: 28 de marzo de 2021

El ministro de Economía, Martín Guzmán, insiste que el plan del Gobierno es el Presupuesto 2021. 

El Gobierno no se cansa de repetir que los lineamientos económicos son los que marca el Presupuesto 2021. La afirmación no constituye un simple acto de fe. Es la demostración de que hay un conjunto de políticas que apuntan, como dijeron las autoridades al momento de presentarlo en el Congreso, a “un camino de reconstrucción para levantarnos y volver a andar”. Que buscan por un lado tranquilizar y recuperar la economía, a partir de un esquema de política fiscal expansiva, con un Estado activo en la protección de los segmentos más vulnerables, en el incentivo del mercado interno, de la producción y las exportaciones. Y que por el otro persiguen la sostenibilidad fiscal, compatible con un crecimiento inclusivo. No hay que perder de vista estos principios.

No obstante, desde algunos sectores se intenta correr el eje de lo importante. Por eso se enfocan en variables aisladas y no en la integralidad del plan. Con el apoyo mediático, les resulta más provechoso tratar de influir sobre las expectativas inflacionarias o cambiarias que indagar en la realidad. ¿Se acuerdan de la “inminente devaluación” prevista entre agosto y octubre pasados?

Por eso siguen poniendo en duda el sendero proyectado de la inflación, como si de un esquema de metas de inflación se tratara (que, por cierto, le fracasó estrepitosamente al macrismo). Con ello intentan ningunear todo el Plan de Gobierno. El recurso más reciente pasa por proyectar hacia adelante lo ocurrido con los precios en la primera parte del año, aunque el Gobierno ya aclaró que esperaba que en ese período se concentrara una mayor inflación. De hecho, algunas consultoras ya hablan de que en abril comenzarían a desacelerarse los precios.

No hay que dejar de decirlo: el Presupuesto, como lo indica la palabra, es un cálculo realizado en cierto momento del tiempo de lo que -se espera- ocurrirá más adelante con ciertas variables. Pero lo más importante de esas proyecciones, que son consistentes entre sí, es que se enuncian los ejes principales y se plasman las distintas políticas.

¿Qué es lo que marca la realidad que algunos no quieren ver? Que la economía se encamina a un crecimiento del PIB más cercano al 7,0 por ciento que al 5,5 por ciento que aparece en el Presupuesto. La recuperación mayor de la esperada al cierre del año pasado dejó un nivel de arranque más alto para éste, lo que en la jerga se denomina “arrastre estadístico”, a lo que habría que agregarle los datos del primer trimestre de 2021, que se irán conociendo más adelante. Todo esto suponiendo que no haya impactos inesperados en torno a la pandemia.

A su vez, un mayor crecimiento también se expresa en un déficit primario (resultado fiscal como proporción del PIB) menor al presupuestado. En lugar del 4,5 por ciento sería más cercano al 3,0 por ciento, debido a un mayor nivel de producción y también por el mayor aumento de la recaudación, que se está anotando por encima del nivel de precios hace ya seis meses consecutivos, como resultado de la mayor actividad económica.

Otro dato importante es que la recaudación forma parte de la fórmula de actualización jubilatoria (explica el 50 por ciento de la misma; la porción restante es la evolución de los salarios). Esto indica que si la recaudación crece más que lo presupuestado y los salarios le ganan a la inflación, como está previsto, la recuperación de los haberes del sector pasivo también va a estar por encima de lo pautado. En este marco también habrá un mayor consumo que el esperado.

Volviendo al tema precios, si dada la capacidad ociosa que aún tiene la economía los empresarios podrán vender más (y tener más ganancias); si el tipo de cambio no va a traccionar la inflación; y si la situación fiscal y monetaria tampoco da razones, ¿cuál es el mecanismo, desde la lógica ortodoxa, para que la inflación estuviera más cerca de lo que dice el mercado? Hay cosas que no cierran.

En lo esencial, no hay que perder de vista que el Gobierno tiene un plan integral, basado en múltiples herramientas, y que los lineamientos del Presupuesto se vienen cumpliendo. Lo que ciertos sectores no aceptan es que esto ocurra sin necesidad de ajuste.

Diputado Nacional Frente de Todos. Presidente Partido Solidario.

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