Fuente: Juan Alonso | Nuestras Voces
Fecha: 21 de MAR 2019
El fiscal federal Carlos Stornelli pidió una extensión del tiempo para presentarse a declarar ante el juez Ramos Padilla en la causa que lo involucra por las extorsiones del falso abogado Marcelo D’Alessio. En tanto, una multitud se convocó en Tribunales para defender la actuación del juez de Dolores, a quien el macrismo intenta remover en una medida desesperada. Novedades en el expediente: las operaciones de D’Alessio que afectaron a Irán, Rusia y Uruguay; la testigo que involucró a Majul.
El fiscal federal Carlos Stornelli está inmerso en la brisa de las cornisas. Ante la apabullante prueba fáctica en su contra (concreta, real, sin arrepentidos ni declaraciones amañadas con operadores free lance y servicios de inteligencia en camionetas con patentes truchas) su defensa recurrió a un desesperado atajo judicial y pidió una prórroga en su tercer citación a indagatoria ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. Esta movida de ajedrez encierra un dilema. Al recurrir a la prórroga, su abogado Roberto Ribas no tuvo más remedio que reconocer (de hecho) la competencia de Ramos Padilla que seguirá instruyendo el expediente. Un dato nada menor para el dispositivo discursivo de las libertadoras cívicas, que salieron a exigir la lapidación pública del juez Ramos Padilla, quien hizo mucho más por la historia de la democracia en la Argentina, en estas pocas semanas, que la diputada Elisa Carrió en toda su carrera de apostolado de la nada, con cruces a lo Torquemada y nervios de cadencia ansiolítica. Ya no hay nada que logre calmarla, porque sabe que está severamente cuestionada en las propias menciones del mayor imputado, Marcelo Sebastián D’Alessio, quien la recuerda y no en la Biblia precisamente; al igual que la diputada Paula Oliveto, alias “Pau” para el amigo espía.
“Fuera, fuera, fuera Macri, fuera”, sonaba en la caída de la noche en los Tribunales, muy cerca de un nuevo 24 de marzo. Y esta vez ya no está Obama como en 2016 para asistir al presidente y al británico Joe Lewis en su paraíso privado de la Patagonia. Una multitud se manifestó a favor del juez Ramos Padilla y apoyó al único canal de noticias y sus trabajadores que televisaron el reclamo en vivo por C5N, cuyos propietarios, Fabián De Sousa y Cristóbal López, están presos al igual que el licenciatario de Radio del Plata, Gerardo Ferreyra, con causas delirantes de la más rancia moralidad de los inmorales con lógica del Medioevo.
Así las cosas, los pedidos de sendas nulidades en los expedientes de los encuadernados con la foto de un cuaderno y el gas licuado, son la calesita del destino para el mecanismo extorsivo que cruje y se quiebra por la palabra inflamada de un soldado de su propia tropa de élite.
El escándalo planetario del presunto agente de EE.UU., Marcelo Sebastián D’Alessio y su grupo de espionaje mafioso -que incluiría jueces, fiscales, periodistas, policías y supuestos agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que “apretaron” a grandes empresarios y ejecutivos encuadernados- amenaza con provocar la caída definitiva de Py. Por eso, la presentación de Ribas intentó hacer llegar a tierra firme a un Stornelli debilitado por el ansia. Ya no arregla relojes antiguos los fines de semana, porque detesta el tiempo, que lo acosa con su oleaje de sombras estiradas. De él se habló ayer en la Comisión Bicameral de Control y Fiscalización de los Organismos de Inteligencia, con un legislador oficialista un tanto inquieto en la silla. Se trata de Daniel Lipovetzky, a quien Mauricio Macri le encargó una tarea titánica: viró de defender el aborto legal y gratuito a sostener el pantalón del fiscal preferido del Poder Ejecutivo, acusado de presunta extorsión y espionaje. Tristísima tarea la de Lipo, que se esfuerza en repetir ante el espejo las tres frases que pronuncia con las subordinadas de un infante adelantado.
Uruguay y Rusia también
Los legisladores del Frente Amplio de Uruguay, que quieren preguntar -no como el periodista de Clarín, Daniel Santoro, al borde de un ataque de pánico por la amistad indubitable que lo unía a D’Alessio. En Uruguay están furiosos con el macrismo y las gravísimas fallas de contrainteligencia de la AFI, que no quiso evitar el presunto espionaje de D’Alessio a una delegación rusa e iraní en Montevideo, con datos de inteligencia sobre empresarios uruguayos, colombianos y argentinos. A esta hora un asesor de Vladimir Putin debe estar leyendo, quizás, la trepidante no ficción rioplatense sobre el oro de Moscú, que el grupo paraestatal de D’Alessio quiso arrebatarle. Y eso no es, digamos, un buen diagnóstico de salubridad para el futuro del hombre que tenía en su mansión del country Saint Thomas de Esteban Echeverría una escopeta marca Kel Tec Modelo KSG calibre 12 UAB con un cañón de 380 a 599 milímetros y 16 cartuchos, dos millones de dólares y una docena de autos de alta gama. “Los rusos no conocemos el miedo”, suele repetir Putin a los cuatro puntos cardinales. Los hombres de D’Alessio se habrían excedido con Irán y Rusia en Uruguay. Y eso derivaría en consecuencias inevitables.
D’Alessio habría sido contratado para evitar que logre instalarse la misión comercial iraní/rusa de acuerdo a los parámetros geopolíticos y económicos del Departamento de Estado, el Comando Sur y el Pentágono. La excusa habría sido sostener el lazo con EE.UU. y alejar la influencia rusa en América del Sur, en línea con la base argumental del la agresiva política exrerior de Donald Trump.
De estos asuntos complejos de vidriosa claridad se habría discutido en la Bicameral donde estuvo Ramos Padilla. La carpeta escrita por D’Alessio con el título “Operación Fantino” (una de las 19 carpetas de espionaje y contraespionaje que halló el magistrado) encerraría un mensaje encriptado sobre la gobernadora María Eugenia Vidal. El escrito habría sido facturado por el presunto agente estadounidense y supuesto numerario de la AFI, en una escaramuza de “fuego amigo”. La vocación por el espionaje es tan alienante para algunos que esperan la voz de Gustavo Arribas, “el Señor 5”, a fin de mes en el Congreso, mixturada por la presencia de Silvia Majdalani, la escudera de la nave vikinga.
Una testigo incómoda
En el fárrago de la tarde se conoció la presentación de una testigo incómoda para los colegas de la matrícula de Comodoro. ¿Por qué? Porque se trata de una abogada con 19 años de litigios penales, a quien habrían pretendido “operar” en la tevé y respondió con una testimonial que es un cross a la mandíbula. Su nombre es María Elizabeth Gasaro y declaró el 8 de marzo. A saber:
“El día 4 de febrero del corriente, estaba ocasionalmente en la Fiscalía del doctor Stornelli -sita en el edificio de Comodoro Py- en el pasillo, a la espera de encontrarme con un colega temprano, pero creo que alrededor del mediodía (aproximadamente) pude observar que en el pasillo había dos personas a quienes no conocía en ese momento, pero que tiempo después y por la repercusión que tuvo esta causa que tramita acá en Dolores me di cuenta de que ellos eran Marcelo D´Alessio y el señor Brusa Dovat (el famoso arrepentido de PDVSA). Ellos conversaban animadamente, como si fueran amigos y estaban como “esperando a alguien”, supuse que estaban para una audiencia o algo de la Fiscalía. En un momento observé que se integró con ellos, otra persona que conozco, que se llama Roberto Carlos Herrera, quien fue socio mío tiempo atrás. Pude notar que cuando Herrera me vio ahí en el pasillo, se puso muy nervioso. Lo que vi es que estas tres personas conversaban, pero noté que el diálogo era más entre D´Alessio y Herrera entre sí, porque Brusa Dovat estaba alejado, parecía que discutía con alguien por teléfono. En un momento salió una persona de la Fiscalía -que no sé quién es- y dijo algo como que el doctor Stornelli “ya venía, estaba retrasado”. También vi que en esa charla, en un momento, se acercó el doctor Rodrigo González y se integró. Él, González, habló con D´Alessio, estuvo un buen rato y después se fue. En ese ínterin, noté que Herrera le comentaba algo a D´Alessio y me dio la impresión que se refería a mí, inmediatamente D´Alessio se me acercó y me saludó con “buenos días” y yo lo saludé. Eso me llamó la atención porque ahí, en ese instante, yo no lo ubicaba a él, pero después -con el tiempo y haciendo memoria- me di cuenta de que él estuvo en varias reuniones sociales donde estuve circunstancialmente, tales como el cumpleaños de 15 de la hija de Roberto Herrera (que fue en el mes de mayo de 2015) donde también estaba el doctor Luis Irimia y otras personas del ámbito profesional en ese evento social. Retomando el relato, lo cierto es que al tiempo que estaban charlando estas tres personas, el doctor Stornelli vino del pasillo y se acercó directamente a D’Alessio, a quien saludó con una palmada en la espalda y le dijo “dame dos minutos que ya te hago pasar”. El doctor Stornelli ingresó a su Fiscalía y después D´Alessio y Brusa Dovat ingresaron ahí, donde yo no los vi más”.
Lo sugestivo es la aparición de un nuevo periodista estrella del canal América, que menciona la abogada. ¿Quién podría ser? Veamos: “Esto es todo lo que pasó. Ahora bien, lo que yo quiero aclarar es que el día 6 de marzo del corriente, en el Canal A24, estaba el programa de Luis Majul, no recuerdo el horario, pero en ese programa estaba ese periodista con el señor Maquiaveli -que es su asistente- dando un informe donde decían varias cosas, particularmente me llamó la atención que el informe hablaba sobre la excelente labor que estaba desempeñando el doctor Herrera con respecto al arrepentimiento del señor Manzanares y que Herrera me había denunciado en la Fiscalía de la doctora Mangano, porque supuestamente yo lo había filmado a él y a D´Alessio en esa situación que acabo de relatar y lo cierto es que es mentira”.
Para coronar el relato, la doctora Gasaro remarcó: “Solo quiero aclarar que yo no tengo nada que ver con filmaciones ni operaciones como dijo Majul en el informe periodístico donde citó al doctor Herrera sobre eso, creo que es al revés ya que Herrera tiene un vínculo muy allegado tanto con Majul y Maquiaveli, tal como se puede apreciar de la copia que agrego en la presentación que hice en el día de la fecha, donde se puede ver al letrado mencionado en el hidromasajes de su casa donde está con el señor Maquiaveli, otro señor -que no sé quién es- y su mujer que se llama Yamila Granero. Esta copia de la foto la imprimí de su Instagram y sé que es en su casa porque conozco ese lugar”.
¿Qué significaría esto? Que la red de periodistas amigos de D’Alessio se extendería más allá de Daniel Santoro, Rolando Graña y Eduardo Feinmann. Ahora se sumaría el creador de la marca “La Cornisa”. Un sello de estos tiempos.
El asunto no termina allí. El ex gerente de Logística de PDVSA Argentina, Gonzalo Brusa Dovat, tenía que presentarse ayer a las 11 ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. ¿Por qué causa? Por la coacción a la que fue llevado de la nariz a testimoniar ante el periodista Santoro y el fiscal Stornelli. La llamada “Operación PDVSA, Brusa Dovat” de la que informamos en exclusiva hace cuatro días en Nuestras Voces:
Brusa Dovat finalmente no se presentó y analiza cómo defenderse de este engendro maquiavélico de Comodoro Py. ¿Quién es el fiscal? Carlos Stornelli. Parece un chiste macabro.
Corazón delator.-
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