Januká – una mirada alternativa
Intrigas y poder detrás de la Janukiá: la lucha por el control del tiempo Rab. (laico) Andy Faur | Judaísmo Laico (1/12/2018) ¿Cúales fueron los motivos de fondo que desataron la Rebelión de los Macabeos contra los griegos y los judíos helenizados?. ¿Qué relación hay entre Januká y los Rollos del Mar Muerto?. ¿Cómo influyeron estos sucesos en el judaísmo hasta el día de hoy? Esta nota se basa en conjeturas expuestas por la prof. Rajel Elior del Departamento de Filosofía judía de la Universidad Hebrea de Jerusalem, que muchos de sus colegas no comparten. La hipótesis de Elior que analizaremos a continuación, que sostiene que los Rollos del Mar Muerto no pertenecen a la secta de los Esenios, se basa en el hecho de que en los propios manuscritos, los “Esenios” como tales, no son nombrados en ningún momento y sólo son conocidos a través de los relatos en griego de Flavio Josefo o de Filón de Alejandría, sin tener ninguna otra fuente o prueba de la existencia de los mismos. Historia y Arqueología: distintas lecturas A partir del año 1947 se descubre uno de los tesoros históricos-arqueológicos más importantes y relevantes para el estudio de los textos sagrados del judaísmo. Son hallados los Rollos del Mar Muerto o de Qumrám, casi mil textos en su mayoría de tinte sagrado, parte de ellos textos bíblicos y parte composiciones de índole sectaria. Según gran parte de los investigadores del tema, estos rollos pertenecen a los Esenios, grupo judío sectario de la época del Segundo Templo, que se retiró a vivir una vida ascética y célibe en la zona de Qumrám, en el Desierto de Judea. Para ser miembro de esta hermética comunidad se necesitaban años de formación y estudio, así como ceder todos los bienes personales a la misma. Estas hipótesis, avaladas por la mayoría de los historiadores del tema, sitúan su existencia entre el s. II a.e.c. (Rebelión de los Macabeos) y el s. I e.c (Destrucción del Templo), que coinciden con las fechas de los eventos que se relatan en esta nota. El antiguo orden y el tiempo En términos históricos/religiosos generales, el orden bíblico antiguo concluye con la conquista griega del Reino de Judea a manos del rey de origen sirio-heleno, Antíoco IV Epifanes en el año 175 a.e.c. Este rey impone un nuevo orden político y administrativo sobre Judea, así como un nuevo calendario de base lunar, contrario al calendario bíblico antiguo manejado por los Cohanim/Sacerdotes del Templo, que era de origen solar. En el orden bíblico, el año comienza siempre en primavera, y su primer mes es el de Nisan (el de la salida de los judíos de Egipto), como se lo denomina en la posterior literatura talmúdica. Como es sabido, en el calendario tradicional actual, Nisan es el séptimo mes del año judío. El calendario que impuso el régimen griego empezaba en el mes Díos – paralelo al mes de Tishrei del calendario hebreo y que cae siempre en otoño. La dinastía de los Cohanim hasta esta época provenía, según la tradición, de los descendientes de Tzadok (de aquí el nombre de Tzdukim/Saduceos), primer Cohén Gadol (Sumo Sacerdote) del Templo y que, de acuerdo a la genealogía bíblica, eran descendientes de Aharón HaCohén y sus hijos. Jonio ben Shimón es el último representante de este antiguo orden sacerdotal. El período de dominio helénico en Judea es una época turbulenta, compleja y de grandes cambios en el judaísmo. Se imponen nuevas reglas, se subvierten tradiciones y normas, y sobre todo, cunde la anarquía a nivel de autoridades y poderes. En esta coyuntura de luchas de poder e intrigas palaciegas, Jasón hermano de Jonio aprovecha un momento político favorable y se hace del cargo de Sumo Sacerdote, apartando del Templo a Jonio y al resto de los Cohanim “históricos”, no sin antes haber ofrecido una importante dádiva a Antíoco IV y comprometiéndose a realizar reformas administrativas, impositivas y por supuesto imponer a sus súbditos el nuevo y helenizado calendario lunar. Es importante remarcar que éste no era un capricho de Antíoco o de algún movil antijudío en especial, sino que era parte del nuevo orden administrativo imperial para cobrar impuestos en forma sistemática y realizar eventos importantes del calendario griego en todos sus dominios. Es sabido que parte de los Cohanim de la dinastía bíblica estaban dispuestos a cierta cooperación en temas administrativos e impositivos con los griegos, pero por ningún motivo estaban dispuestos a cambiar la herencia del calendario solar. El Templo, desde tiempos inmemoriales funcionaba de acuerdo a éste y cambiarlo representaba para ellos una transgresión al orden divino, imposible de aceptar. Este hecho, dramático por cierto, logra que por primera vez después de casi mil años de continuidad, se rompa este antiquísimo orden y alguien externo al manejo del Templo nombre al Cohén HaGadol, en contra de la antigua tradición bíblica. A partir de este antecedente, el importante cargo de Sumo Sacerdote del Templo de Jerusalem ya no se transmitirá en forma dinástica, sino que estará supeditado a negociaciones, conspiraciones y constelaciones políticas determinadas. Jasón dura tres años en el puesto, le sucede Menelao y finalmente Alkemos, estos dos últimos nada tenian que ver con la dinastia sacerdotal antigua. Estos son los tres sacerdotes conocidos como los “Sacerdotes Helenizados”, que ocuparon el puesto de Sumo Sacerdote entre el 175 y el 159 a.e.c. La rebelión de los Asmoneos/Macabeos y las luchas por el poder En los años 168/167 a.e.c., Antíoco Epifanes impone por la fuerza restricciones a los ritos básicos judíos de aquellos tiempos (obligar a comer cerdo o prohibir el estudio de la Torá, la realización del Brit Mila o el cumplimiento del Shabat), con la clara intención de helenizar a la población bajo su dominio, es decir asimilarlos por la fuerza a la cultura y las costumbres griegas. Los “sacerdotes helenizados” no sólo cooperan con la ejecución de dichas imposiciones sino que tambíen profanan el Templo con prácticas paganas y rituales contrarios a la tradición judía. Judíos helenizados (que es interesante mencionar que componian la mayor parte de los pobladores de Judea de entonces), Templo profanado y sacerdotes corruptos que impusieron y llevaron a la práctica tambíen el nuevo calendario griego, son el trasfondo turbulento en donde se gesta la Rebelión Macabea (167-164 a.e.c.). En una primera etapa, luego de tres años de lucha tenaz