Declaración del LLAMAMIENTO ARGENTINO JUDÍO
En los próximos días Roger Waters llegará por cuarta vez a la Argentina, en el marco de su gira “This is not a drill” (“Esto no es un simulacro”), con el objeto de brindar dos conciertos en el Estadio de River Plate, el 21 y el 22 de noviembre.
Cabe recordar que, en su segunda visita, cuando presentó el espectáculo multimedia “The Wall”, la Argentina tuvo el récord mundial de 9 presentaciones en el mismo estadio, lo que significa que el mismo fue visto por más de medio millón de personas solo en nuestro país.
The Wall, cuenta la historia de Pink, una estrella de rock que ha perdido a su padre en la guerra, y que luego de una serie fracasos sentimentales y artísticos es arrastrado hacia la locura para terminar convirtiéndose en un dictador cruel y despiadado. En los conciertos, Waters se disfraza de nazi para recrear la estética del personaje de la película estrenada el 25 de noviembre de 1982, con el objeto específico de denunciar y repudiar la lógica fascista. Cabe consignar que esa indumentaria alegórica es utilizada como una manera de denunciar el autoritarismo, el belicismo y la violencia que la derecha instituye de forma repetida a nivel global, y hasta ahora nadie lo había usado como argumento para una acusación de este tipo.
El 6 de septiembre la DAIA, expresión de los sectores de la derecha comunitaria local, se reunió con las autoridades del INADI para desplegar una serie de amenazas respecto de la presencia de Waters en Argentina. En ese marco, su presidente, Jorge Knoblovits, buscó tergiversar el sentido de la presentación de Waters utilizando la estética de The Wall para ocultar el verdadero sentido de lo que preocupa a la DAIA: la prédica de Waters contra la ocupación colonial de Cisjordania, territorio de Palestina, y su condena a la represión sistemática que sufren sus habitantes.
La DAIA, arrogándose una vez más una representación de la cual carece y haciendo gala de una ignorancia real o fingida respecto de su obra, pretende utilizar la estética de The Wall para difamar a Waters, mientras hace silencio respecto a la utilización espuria que hace Javier Milei del judaísmo, omite una condena al negacionismo explícito de Victoria Villarruel y olvida cuestionar a Mauricio Macri quien caracterizó como “raza superior” a los alemanes en los días previos al mundial de Qatar.
Cabe decir que ciertamente Roger Waters perdió a su padre en la batalla de Anzio, durante la Segunda Guerra, y gran parte de su obra solista y con Pink Floyd ha girado alrededor de los horrores de la guerra. Incluso el álbum “The final cut”, incluye una fuerte crítica a Margaret Thatcher y a lo sucedido durante la Guerra de Malvinas. El músico se ha expresado críticamente sobre la posición de la OTAN en el conflicto entre Ucrania y Rusia, y también se ha solidarizado con el pueblo palestino frente a la ocupación israelí y la política de apartheid allí imperante, lo cual, según la definición del IRHA, no constituye antisemitismo. (https://infonews.com/amnesty-y-roger-waters-apuntaron-al-apartheid-de-israel-contra-palestina.html).
El LLAMAMIENTO ARGENTINO JUDÍO denuncia de forma palmaria esta nueva operación maliciosa de la DAIA al tiempo que se suma al contenido de una reciente entrevista brindada por Waters, en el que describe su postura ética ante la vida, indudablemente opuesta a la oferta que ofrecen los colectivos neoliberales locales e internacionales que tienen en la DAIA su soporte doméstico:
“Lo mío es una resistencia a las ideas que él (por Trump) corporiza, que son las ideas de alienación, aislamiento, excepcionalidad y nacionalismo, que pisotean el rostro de todo lo que es comunitario, ecuménico, amable y humano. Esto es para que cuando estés marchando junto a alguien con quien compartís un sentimiento de comunidad, para que ambos sepan que solamente están ahí porque quieren que la vida sea mejor para todos los hombres y mujeres de cualquier parte. De eso se trata todo.” Roger Waters.
Marcelo Horestein, Presidente
Pablo Gorodneff, Secretario