El 27 de enero de 1945 las tropas del Ejército Rojo llegaron a Auschwitz y liberaron a los prisioneros que aún permanecían encerrados en las barracas del espanto. En ese campo de concentración fueron exterminados más de un millón de personas, entre ellos 200 mil niñas y niños. En todos los campos de concentración y exterminio fueron asesinados, a mano de los nazis, siete millones de personas, entre ellos la mayor parte de los seis millones de judíos que murieron en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.
En conmemoración de esa fecha las Naciones Unidas en 2005 decide declararla Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
El LLAMAMIENTO Argentino Judío se suma a la recordación que llevan a cabo quienes saben que la memoria es la garantía de que esos crímenes nunca más puedan ser llevados a cabo.
La memoria no puede convertirse en una disposición ligada al pasado. Debe orientarse hacia el presente y el futuro. La historia nos muestra que después de Auschwitz se han repetido genocidios en América Latina (entre ellxs nuestrxs 30 mil compañerxs), en África y en Asia. No podemos hacer de la rememoración en un ejercicio pasivo y domesticado, apto para la sensibilidad lavada. Tiene que convertirse en una llamada de atención en relación a los discursos supremacistas, xenófobos, judeofóbicos, islamofóbicos y misóginos que vuelven a poblar la fraseología política, en el marco de una clara actualización de los discursos del odio.
La recordación de la Shoá —donde fue exterminado un tercio de la población judía existente— es para el LLAMAMIENTO un homenaje a las víctimas del pasado pero también un compromiso de resistencia contra quienes hoy instituyen las bases de los futuros crímenes masivos.
No olvidamos. No perdonamos. No nos reconciliamos.
Comisión Directiva
LLAMAMIENTO Argentino Judío