Juicio por encubrimiento, crónica de una traición anunciada

El LLAMAMIENTO Argentino Judío repudia la conducta de la querella unificada de la DAIA y de la AMIA en su alegato en el denominado “juicio por encubrimiento” contra trece imputados que se está desarrollando en el Tribunal Oral Federal N° 2.

De los dos tramos de acusaciones, en el que se hace referencia a la entrega de 400 mil dólares a Carlos Telleldín (con el objeto de fraguar el involucramiento de policías bonaerenses) la DAIA y la AMIA consideran que los acusados —entre otros, el expresidente de la DAIA Rubén Beraja y los exfiscales Eamon Müllen y José Barbaccia— actuaron “de buena fe”, lo que convierte al delito en apenas una irregularidad, pero no en una conducta “reprochable penalmente”.

Con esos falaces razonamientos jurídicos ambas instituciones solicitaron la absolución de todos los involucrados en la entrega del dinero y en el caso puntual del expresidente de la DAIA utilizaron el espurio argumento de antisemitismo, considerando que a Beraja lo acusan en tanto su condición de judío y, además, para ensuciar “a la comunidad”.

Una vez más la auto-victimización se utiliza para justificar la conducta de quien, en realidad, traicionó a las víctimas del atentado y a sus familiares a los que tenía la obligación de defender.

En el segundo tramo del juicio, vinculado a la llamada “pista siria” como probable fuente del atentado, la querella DAIA-AMIA consideró culpables a los acusados –Carlos Menem, Juan José Galeno, Juan Anchezar, Carlos Castañeda y Jorge “Fino” Palacios— y los señala como responsables de desviar la investigación cuando un allegado al expresidente de la Nación, de ascendencia siria, fue señalado como sospechoso de estar involucrado en el atentado. Por esa “desviación” la querella conjunta pidió penas para los acusados. Sin embargo, resulta extraña y amañada esta conducta de la DAIA-AMIA ya que durante años acusó a quienes  impulsaban la “pista siria” como responsables de querer desviar la investigación e impulsaron la “pista iraní”, la única que les interesaba, por mandato de las embajadas de Estados Unidos e Israel.

Consideramos que la actitud de la AMIA-DAIA implica una traición anunciada. El agravante es que desde el inicio de las pesquisas, la dirigencia comunitaria profundizó su viraje a la derecha identificándose hoy sin tapujos con el proyecto restaurador del actual gobierno. La única diferencia entre los dirigentes del gobierno y los de la DAIA-AMIA es que unos descansan el domingo y los otros el sábado.

El LLAMAMIENTO Argentino Judío, además de condenar la conducta de la DAIA-AMIA en relación con el “juicio por encubrimiento”, reafirma su solidaridad con los familiares de las víctimas del atentado y se compromete en acompañarlos en su lucha por VERDAD Y JUSTICIA. Para que los muertos puedan, de una vez por todas, descansar en paz.

 

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