Una plaza de memoria y futuro

Autor:  Eduardo «Wado» De Pedro / P. A.
24 de MARZO de 2017

Hoy en la Plaza de Mayo y en cientos de plazas y lugares de todo el país, los argentinos volveremos a decirle a aquellos que reclaman impunidad que este recorrido democrático de Memoria, Verdad y Justicia no tiene marcha atrás. A 41 años del Golpe que instauró la dictadura cívico-militar más sangrienta de nuestra historia, marchamos por la memoria de los compañeros desaparecidos, pero también para recordar los efectos de aquel modelo económico ejecutado por Martínez de Hoz que en estos días quiere regresar de la mano de Macri y la Alianza Cambiemos.

Hay un camino trazado por la sociedad a través a los organismos de Derechos Humanos, transformado en Política de Estado desde 2003 por Néstor y Cristina Kirchner, que convirtió al país en un referente internacional en la materia. Tres números grafican el camino construido que se hizo carne en el pueblo argentino: 120 nietos restituidos, 590 represores condenados y mil procesados por delitos de lesa humanidad. Profundizar, y no retroceder en este rumbo, es el desafío que nos tenemos que plantear para fortalecer nuestra todavía joven democracia.

Pero a su vez debemos advertir que el reclamo y el ejercicio de memoria con respecto al Terrorismo de Estado lleva implícito la reivindicación de un país con industria nacional, con trabajadores bien pagos, una Nación con autonomía económica e igualdad social. Esa es la Argentina que desarmó la dictadura, y por eso vemos con profunda preocupación que el gobierno de Macri camine en esa misma dirección. Nos duele observar que el país sigue los patrones económicos que implantó la dictadura genocida: deuda, desocupación, desarticulación de la industria y fiesta de la timba financiera.
Repasemos. La dictadura nos dejó a todos los argentinos una verdadera “pesada herencia”: la impagable deuda externa que condicionó a la democracia durante 20 años. Fue a partir de 2003 que Néstor y Cristina Kirchner a través de una valiente y patriótica renegociación de la deuda, que significó una quita del 70%, nos liberaron de esas cadenas que habían impedido el desarrollo y la autonomía nacional por mucho tiempo. Por esta razón, debemos pronunciarnos con firmeza contra el inmenso endeudamiento de más de 70 mil millones de dólares que emprendió en tan sólo 15 meses la administración Macri. Este nuevo ciclo de endeudamiento terminará hipotecando el futuro de las próximas generaciones. Las palabras de Rodolfo Walsh en su célebre Carta Abierta a la Junta Militar, que hoy cumple 40 años, retumban como un triste presagio: “En la política económica de ese gobierno debe buscarse no solo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada”.

En materia de derechos humanos, entre el 2003 y el 2015 se implementaron una serie de políticas que buscaron la reparación de las víctimas de la dictadura, la sanción a los genocidas y la construcción colectiva de memoria. Pero también se avanzó en la construcción de un país en el que todos los argentinos pudieran vivir y crecer con sus derechos básicos asegurados. Trabajamos para que todos los habitantes de este suelo tuvieran trabajo, educación, una vejez con dignidad, una niñez con esperanzas y la posibilidad de elegir con libertad con quien compartir su vida. Para ellos creamos 6 millones de puestos de trabajo; construimos 2700 escuelas (1900 finalizadas y 800 en construcción) y 19 nuevas Universidades; y entregamos 5 millones de netbooks, apostando en serio por la educación pública que hoy está amenazada. Además, 3,5 millones de argentinos pudieron jubilarse y 3,5 millones de chicos accedieron a la Asignación Universal. También, gracias al matrimonio igualitario se casaron 12.500 parejas del mismo sexo.

Nuestro desafío como hombres y mujeres comprometidos en la militancia por los derechos humanos es proteger esas conquistas del pueblo ante los embates de un gobierno neoliberal que intenta convertir otra vez a la democracia en una cáscara vacía a merced de las corporaciones económicas y mediáticas. Por esta razón, este año electoral será clave para que los argentinos nos expresemos con contundencia con el objetivo de ponerle un freno al saqueo y comenzar a construir una alternativa política con capacidad de dar soluciones a los problemas que generó Macri y la Alianza Cambiemos.

En homenaje a los 30 mil compañeros desaparecidos, este 24 de marzo volvemos a marchar para saldar con más justicia y memoria aquellas heridas del pasado; y en homenaje a su lucha vamos a rebalsar de sueños la Plaza de Mayo, porque nuestro compromiso con su legado es construir una Argentina para todos y todas.

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