Por primera vez desde que la justicia argentina requirió la comparecencia de los imputados por el atentado a la AMIA, la palabra Irán no fue pronunciada por un presidente de nuestro país en la apertura de las sesiones de las Naciones Unidas. Tampoco figuró el reclamó explícito a su gobierno para que se cumpla con el pedido del Juez Canicoba Corral, vehiculizado a través de las «alertas rojas».
El LLAMAMIENTO Argentino Judío repudia este cambio de la posición argentina que se sostuvo durante los últimos doce años y que es un furioso motivo —en la actualidad— de una clara persecución a la expresidenta y de quien fuera su ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman.
El discurso de primer mandatario supone una clara falta de interés en la comparecencia de los acusados, en coincidencia con los intereses geoestratégicos de la derecha israelí y de los republicanos estadounidenses, que pretenden terminar con el juicio con una culpabilidad genérica. En este marco, resultan paradójicas las declaraciones de las autoridades de DAIA y AMIA que se han manifestado “decepcionados” por las omisiones presidenciales, cuando aparecen cotidianamente ante la opinión pública como sus más evidentes defensores y —al mismo tiempo— actores protagónicos de la cotidiana persecución contra la expresidenta.
13 SEP 2016
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